Una charla con el célebre «Niño de Goma»: don Antonio Palacios Zambrano.-72Aniversario.
DEL VIEJO DEPORTE SEVILLANO.
UNA CHARLA CON EL CÉLEBRE «NIÑO DE GOMA»
Don Antonio Palacios Zambrano, célebre futbolista de los tiempos históricos, popularmente conocido por el «Niño de Goma».
«Hacía más de veinticinco años que ni le veíamos ni sabíamos nada de él. Pero, un buen día de este verano, nos dieron la noticia:
–En unas obras de Eritaña, está trabajando el perito aparejador don Antonio Palacios Zambrano.
¿Sería posible? Efectivamente. Unos minutos después abrazábamos a Palacios. Está tal como aparece en la foto que ilustra estas líneas. Con pelo blanco–ya lo tenía de jugador–, magro de carnes, ágil, muy ágil aún, nervioso, expresivo, de mirada viva, como antes, pero… con muchos años más.
Este don Antonio Palacios Zambrano, que asoma su efigie de muchas horas de vuelo en la vida, a la actualidad no es ni más ni menos que el «Niño de Goma», uno de los futbolistas más famosos que hubo en Sevilla y, ciertamente, el más ágil de todos ellos. Por su agilidad ganó el epíteto. Parecía completamente de goma.
Para que el lector que no le conoció tenga una cabal idea de cómo era este deportista, le referiremos un hecho que conocimos todo de la época.
Iba el Betis a jugar un partido a Cádiz. y al salir el tren del Puerto de Santa María y pasar el puente del Guadalete, el «Niño de Goma» se lanzó desde su departamento al pretil del puente. Corrió sobre él y antes del que el tren alcanzara la orilla opuesta se tiró por la ventanilla donde estaban sus compañeros, ante el asombro de los revisores, que no cesaban de silbar, y de los viajeros, que gritaban escandalizados por la audacia. De las cosas que hacía en los partidos hay para contar y no acabar.
Cuando encontramos a Palacios, charlamos un rato largo. ¡¡ Todo lo que no habíamos charlado en tantos años de ausencia ¡¡ Salieron a relucir todos los viejos recuerdos. El me hablaba y yo le interrumpía a veces.
–Yo empecé a jugar–nos dice–en Cádiz, con el Español FC, en la explanada del «Tiro Nacional». Y antes de formarse el club, en «Puerta de Tierra».
(Le recordamos cómo al irse el Español de aquel terreno se constituyó el Real Tiro Nacional que durante muchos años fue su rival. Alma del R.T.N. fue el popular fígaro gaditano. Los españolistas zaherían a sus rivales interpretando chuscamente las iniciales del «eterno», por «Razón Tenía Nicanor»,)
–Jugaban entonces en el Español los Arturo Marenco, Luís Barzanallana, Juanito Luqué, Mr. Herbert Richard Jones, Mr. Pot y otros. jugábamos contra los equipos del Puerto y de San Fernando, y especialmente contra las dotaciones de los barcos extranjeros.
–¿Cómo viniste a Sevilla?
–Fue un día en que me entrenaba en bicicleta. Me propuse venir a Sevilla. Salí de Cádiz un sábado a las seis de la tarde y me puse a la sombra de la Giralda a las siete y media de la mañana.
–No estableciste ninguna marca precisamente…
–Desde luego. En cuanto llegué, me requisó Mr. Jones
(Es imprescindible que algún día hagamos la semblanza del extraordinario Mr. Herbert Richard Jones Vengouzel, cuya foto llevamos siempre en la cartera como un precioso recuerdo).
–Continua.
–El inglés me hizo guardar cama, proponiéndome jugar aquella misma tarde en el Betis contra el Recreativo de Huelva. Jugué. A pesar del cansancio, fue uno de los mejores partidos que jugué en mi vida.
–¿Quiénes jugaron en el Betis?
–Recuerdo a Hermosa (Andrés), Mr. Jones, Ramos Asencio, Carmelo Navarro, «Kinké».
(«Kinké» jugó este partido antes de pasar al Sevilla FC)
–¿Cual fue el resultado?
–Vencimos 3-2 a un Recreativo en el que jugaban los hermanos Mata. Los espectadores vieron el partido de pie. De Huelva vinieron muchos. El «llenazo» rebasaba los tres mil aficionados. Los guardias cuidaban de que las gentes no invadieran el terreno.
–¿Jugaste a gusto?
–Sí. Pero, por si acaso, Mr. Jones tomó precauciones antes del partido. Al despertar, me encontré con un equipo en la silla junto a la cama. Vi que había quitado de en medio la bicicleta, y, además, se negó, a darme de comer hasta que el partido terminara. Por todo esto me quedé definitivamente.
–En cierto modo fuiste el primer profesional del Betis…
–Hasta cierto punto. Fuí huésped de Mr. Jones. Hasta que me colocaron con don Ricardo Magdalena Gallifa, y me pude pagar una fonda. De noche me iba a Tablada a torear. Aquí conocí a Juan Belmonte. Y, claro, de día en la oficina me quedaba dormido y estropeaba los planos. Así es que un buen día me fui de nuevo a Cádiz.
–Y ¿cómo es que volviste a Sevilla?
–Con motivo de un partido que jugó el Betis contra el Español. Yo me alinié con el equipo sevillano. El campo estaba lleno y mis paisanos me querían linchar. Los que tanto me aplaudían otras veces me insultaban. Terminó la primera parte 1-0 a favor del Betis Balompié. Me limité a cumplir. Pero tanto me chillaron, que, al salir en la continuación, grité: «¡¡ Ahora voy a jugar ¡¡» ganamos 4-1. El público se echaba encima como lobos. Fui conducido a mi casa. Y a la mañana siguiente me vine a Sevilla. Dos años estuve aquí.
–Y ya desapareciste definitivamente.
–Sí, volví a Cádiz, me echaron las bendiciones, y una noche, llena el alma de ilusiones, un barco, cuajado de luces, me llevó mar adentro camino de Buenos Aires… Jugué en un equipo argentino y me retiré en la plenitud de mis facultades. Aun hoy…
–¡¡ Por Dios, Palacios ¡¡
–Un tiempo de media hora lo echaría con cualquiera. No he perdido mi agilidad. Y eso que una vez…
–¿Qué ocurrió?
–Jugando contra un equipo inglés, me ocurrieron dos cosas. Los ingleses estaban «quemados» con mis cabriolas. Uno de ellos me «cazó» una vez con una carga de latiguillo, enviándome a la quinta fila, donde cai encima de una señora. Y en otra ocasión, dos del mismo equipo me «embotellaron», prensándome las costillas, cayendo al terreno asfixiado.
–¿Qué otras cosas te ocurrían en el fútbol?
–Pues que rompía todas las botas del pie derecho y tenía que comprarlas en Inglaterra.
–¿No sabes nada de Mr. Jones?
–Nada. En la pasada guerra europea, se marchó a Inglaterra, luego estuvo en Persia… Ya no sé más nada de él. Era activo, ágil, apasionado por el fútbol y por el Real Betis Balompié. Se presentaba en los Consulados en busca de jugadores. Como él no he conocido a nadie jamás.
–Realmente, fue un auténtico propulsor del fútbol en Andalucía. Y del fútbol actual, ¿qué opinas?
–Reconozco que los jugadores de ahora tienen calidad, pero hay poco amor a los clubes. Considero legítimo en ellos el interés económico, pero estimo que debía haber un Jurado para analizar la actuación de los jugadores. Los abusos, las flojedades, el escaso rendimiento se anotarían por el Jurado en una ficha. Y con arreglo a esa ficha, se les pagaría e incluso se les prohibiría jugar.
–A más del fútbol, ¿qué has practicado?
–He sudo atleta, ciclista, motorista, mecánico, nadador. Tengo dos títulos profesionales…
–Y torero, hombre, torero…
–Toreé mucho en capeas. Y alterné con Manuel Hermosilla Llanera en la plaza de Sanlúcar. Todo a fuerza de agilidad. Mi especialidad consistía en saltarme en limpio los toros.
–Y ¿ahora?
–Ahora lucho con algo más difícil que el toro y el balón. Lucho con la vida, que tiene un salto de usía…
DISCÓBOLO.-ABC-Sevilla 19440910-Domingo.