El primer fin de semana del tiempo futuro, de Alfredo Relaño
En noviembre de 1997, pronto hará 20 años, se estrenó en la Liga española el sistema de pago por ver los partidos que cubría ya todos los partidos de una jornada. Esa jornada, la número 13 del Campeonato de Liga de Primera División, convivían aún 2 partidos en abierto, un Atlético de Madrid-Valencia el sábado 22 de noviembre en los canales autonómicos y en la 2, y un Espanyol-Sporting el lunes 24 de noviembre en Antena 3, con un partido en sistema cerrado a través de Canal +, el Betis Deportivo del domingo 23 de noviembre, además de poderse ver los otros 7 partidos restantes de la jornada mediante el novedoso sistema de contratación individual, que afectaba a los partidos Salamanca-Real Sociedad, Zaragoza-Tenerife, Mérida-Mallorca, Oviedo-Barcelona, Celta-Racing, Athletic-Real Madrid y Compostela-Valladolid.
Un sistema que aún tenía bastantes partidos en el horario tradicional del domingo a las 17 horas y que iría evolucionando en el tiempo hasta llegar al actual, en el que cada partido de la jornada tiene un horario distinto y ninguno coincide. Lo que entonces era una novedad absoluta que cambió la forma de seguir la jornada futbolística del fin de semana, concentrada en el sábado noche y domingo por la tarde, y que ahora se desparrama desde el viernes noche al lunes noche sin que ningún partido coincida.
Como escribió el periodista Alfredo Relaño en su columna de AS del 21 de noviembre de 1997 era el primer fin de semana del tiempo futuro. ¿Mejor? Simplemente distinto
Llega el primer fin de semana en que se van a televisar todos los partidos de la jornada. Tres por los métodos ya tradicionales, y los siete restantes en sistema de pay per view.
España entera convertida en estadio. Cada salón de casa convertido en un confortable palco de ese macroestadio. ¿Es ése el futuro? Sí. El futuro es ése.
Tras el ruido y la furia llegó el acuerdo entre las plataformas que permite esto. Quizá sea un acuerdo precario, quizá haya aún idas y venidas hasta que se limen todas las desconfianzas, se eliminen o digieran las injusticias y el sistema se encaje, pero el futuro es ése. Fútbol para todos, cada vez más fútbol de pago y más posibilidades de ingresos para los clubs.
¿Y quién va a ir a los campos? Dependerá de la capacidad de los clubs para hacerlos más cómodos, más atractivos, más accesibles, más habitables. En todo caso, los tiempos de ir al fútbol en tranvía para verlo de pie y sin paraguas quedan ya lejos. Suena romántico, pero ¿quién está dispuesto a hacerlo ahora? Además, en un gran estadio caben como mucho 100.000 personas. En un par de años, un partido en pay per view podrá ser contratado por un millón de personas y dejar 1.000 millones en casa.