Recuerdo a Adolfo Cuéllar. 1963.
En enero de 1963, a los 65 años, falleció en Sevilla Adolfo Cuéllar Rodríguez, un hombre vinculado al Real Betis Balompié desde mitad de los años 20, en que entró a formar parte de la directiva encabezada por Antonio de la Guardia como vicepresidente. Posteriormente ocupó ese mismo cargo con Ignacio Sánchez Mejías y con Daniel Mezquita, y cuando éste dimitió accedió de forma interina al cargo de presidente hasta agosto de 1930.
De nuevo formó parte de las directivas presididas por Camilo Romero y Enrique Pedrós, hasta que volvió a acceder de forma interina al cargo de presidente hasta septiembre de 1931. Fue, por lo tanto, la máxima representación de la sociedad en la final de Copa jugada en Chamartín en junio de 1931.
Su sabiduría y experiencia jurídicas se pusieron al servicio del club en la grave crisis que supuso el traspaso ilegal del jugador Francisco Antúnez al Sevilla en 1946, donde junto a José María Domenech, elevaron el recurso con el que el Betis se dirigió a la Delegación Nacional de Deportes ante las resoluciones con las que tanto la Federación Regional Sur como la Federación Española de Fútbol conculcaron los derechos deportivos del Real Betis Balompié.
En diciembre de 1947 la directiva verdiblanca de Pascual Aparicio le nombró presidente honorario de la Sociedad, y posteriormente encabezó diversas juntas consultivas y la Comisión que organizó el Cincuentenario en 1958.
Su fallecimiento en 1963 dejó una honda consternación entre toda la afición bética, consciente de la desaparición de un hombre que siempre estuvo al servicio del club en momentos históricos. En la revista Verde y Blanco de enero de 1963 se publicó este artículo en su recuerdo que hoy traemos a Manquepierda.
El 15 de enero del presente año dejaba de existir en nuestra ciudad don Adolfo Cuéllar Rodríguez, abogado ilustre, hombre en el cual tomaron amplia expresión las más altas virtudes, verdadero enamorado de su profesión, la cual ejerció en todo momento con la conciencia recta que guio siempre sus actos y su inmensa capacidad que le permitió destacar en la misma hasta el punto de ser admirado y querido por todos.
Gran aficionado al deporte, las inclinaciones en este aspecto y dentro del fútbol de don Adolfo Cuéllar fueron para el Real Betis Balompié, del que fue vicepresidente en la directiva presidida por don Ignacio Sánchez Mejías. A partir de aquella fecha, año 1928, don Adolfo Cuéllar deja sentir y hace notar su presencia en el club, donde su personalidad recia, su valor enorme, su capacidad sin límite, actúan al unísono velando por los intereses de los colores verdiblancos.
En 1931, y en la final de Copa celebrada en Madrid en aquella fecha, representó don Adolfo Cuéllar al Real Betis en todos los actos, y en muchas ocasiones de aquella etapa presidencial de don Ignacio, asumió el máximo mandato don Adolfo Cuéllar, pero siempre sin ostentar la presidencia que no quiso aceptar nunca, ni cuando en posteriores circunstancias volvió a serle ofrecida, ya que él entendía que el cargo requería una dedicación constante, cosa que para don Adolfo Cuéllar resultaba imposible porque la abogacía era el objeto de atención continua y esmerada.
Ello, no obstante, siempre en la historia del Real Betis, como elemento consultivo siempre se tuvo en cuenta al ilustre abogado. El 4 de diciembre de 1947, por sus muchos méritos y servicios a la Sociedad, fue nombrado Presidente de Honor a propuesta de la Junta Directiva que presidió don Pascual Aparicio. Y posteriormente presidió diversas juntas consultivas que fueron convocadas y creadas por imperativos de índole social. El gran bético—denominación justa que el admirable abogado siempre mereció—al llegar la fecha conmemorativa de las Bodas de Oro del club, fue designado Presidente de la Comisión del Cincuentenario, por estimar la Junta Directiva de don Benito Villamarín, que la persona de don Adolfo Cuéllar era la más indicada por su prestigio en el ámbito local y su poderosa influencia en el seno del club al que estuvo vinculado casi toda su vida.
Podemos afirmar sin temor a engañarnos que en los últimos treinta años en el Real Betis Balompié, siempre, por una u otra causa, la figura de don Adolfo Cuéllar se hizo notar de una manera u otra, en contacto continuo con la Sociedad Deportiva de su predilección.
¡Cuánto bueno y siempre distinto se podría decir de don Adolfo Cuéllar¡ ¡Qué de páginas se escribirían con hechos nobles, rasgos humanísimos y nobles gestos del ilustre finado¡
La revista Verdiblanco hoy viste con estas páginas de sincero luto y hondo pesar todo su contenido. Propietario, Director y Redactores se suman al duelo que en Sevilla, Andalucía y España entera ha supuesto la pérdida del inolvidable abogado.
Desde estas páginas, nuestra intensa pena por la pérdida y entrega total a su recuerdo. ¡ Descanse en Paz¡