Rigurosamente cierto
El 2 de septiembre de 1969, como ya vimos aquí, el Betis jugó un amistoso contra el equipo brasileño de la Portuguesa que sirvió para homenajear a Quico Grau, tras 10 años de estancia en el primer equipo.
Dos días después del encuentro en el diario ABC se publicó este curioso relato en el que se narraba la llegada del equipo brasileño al aeropuerto sevillano, donde coincidió con el equipo del Palmeiras que venía de Cádiz de ganar la final del Trofeo Carranza al Real Madrid.
Todo ello dio lugar a esta divertida confusión.
Para la mejor organización del encuentro homenaje a Grau se formó una comisión de trabajo en la que se integraron directivos, ex directivos y amigos del futbolista. La labor fue repartida. Entre los cometidos asignados a los señores Anta y Giráldez figuró el de la recepción de la Portuguesa de Deportes en el aeropuerto.
Llegaron, algo apretados de tiempo, a las instalaciones de San Pablo. Y al penetrar en ellas, a la puerta del amplio hall de espera, consultaron a un servidor del aeropuerto:
- ¿Han llegado ya los brasileños?
- Sí, ahí en el restaurante están todos
Se acercaron a uno de los grupos, solicitaron les fuese señalado el máximo representante del club, y una vez localizado éste, entraron de lleno en el cumplimiento de su protocolario cometido:
- En nombre del Real Betis Balompié y en el de los componentes del comité organizador del homenaje a Grau, nos honra saludarles y desearles una grata estancia entre nosotros…
El presidente del club brasileño agradeció la gentileza verdiblanca. Tuvo frases de elogio para el Betis como un equipo histórico, y, de manera más directa, para sus dos representantes que, al borde de las pistas, transmitían la bienvenida cordial de la sociedad verdiblanca.
- Si desean ustedes descansar en un hotel pueden hacerlo…
Hubo reparto de banderines e insignias, y hasta un buen número de “hispalitos” fueron regalados para los automóviles particulares de los brasileños.
- Nos agradaría mucho que nos acompañasen en nuestra comida…
Unas copas en la barra. La recepción emocionaba a los sudamericanos. Hablaron de la hidalguía española, de un gesto que jamás olvidarían, de la gentil atención del Betis, del generoso reparto de presentes…
- Si necesitan ustedes autobús, el Betis se encargará de que venga en seguida
- No, no… Nosotros viajamos en avión
Extrañeza, dudas lógicas. Cercano al lugar, un enorme embalaje de madera. Y, señalando a éste, el presidente dijo:
- Es nuestro gran triunfo, la más bella conquista de la gira…
Eran los del Palmeiras, ganadores del gigantesco Carranza, que, en ruta hacia Madrid, aguardaban la llegada del avión. En este mismo que en aquellos momentos sobrevolaba el aeropuerto preparando su entrada en pista, viajaban los integrantes de la Portuguesa, que venían a protagonizar, frente al Betis, el partido homenaje a Quico Grau.