Rubén Castro. La leyenda
Hoy el Real Betis Balompié rinde homenaje al futbolista canario Rubén Castro Martín, quien perteneciera a la primera plantilla verdiblanca entre los años 2010 y 2018.
Se trata del máximo goleador en partidos oficiales en la historia del Real Betis Balompié. En sus 260 partidos de Liga ha conseguido 136 goles, 10 en 24 partidos de Copa y 2 en 6 encuentros de la Liga Europa. Además de otros 39 goles en 54 partidos amistosos. El 24 verdiblanco es ya toda una leyenda en la historia verdiblanca.
Recuperamos hoy una entrada publicada en el blog Las Tablas Verdes dedicado a Rubén Castro cuando dejó el Betis en el verano pasado para volver a su club de origen, la UD Las Palmas.
Prácticamente no queda ningún bético que viera jugar a Lecue, Saro o Paquirri. Alguno más queda que fuera testigo de Barinaga, Portu o Del Sol. Sí somos más los que vimos a Rogelio, Quino o Cardeñosa.
Pero todos los béticos en la actualidad hemos disfrutado con Rubén Castro, a lo largo de estos últimos 8 años.
Al mismo nivel que los grandes jugadores que han destacado a lo largo de la historia del Real Betis Balompié, hay que situar a este futbolista canario que llegó al Betis en el verano de 2010, cuando el club pasaba por una grave crisis institucional y deportiva con el equipo en la Segunda División.
Sin hacer ruido, no es su estilo, Rubén firmó una magnífica temporada, marcando 27 goles, jugando todos los partidos y contribuyendo de forma decisiva a recuperar la categoría perdida.
Ocho temporadas, 290 partidos oficiales y 148 goles que le convierten en el máximo goleador verdiblanco de todos los tiempos.
Como escribió Federico en su llanto por Ignacio Sánchez Mejías “tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace” alguien que supere ese récord anotador.
Pendiente queda el homenaje que desde el club y desde la afición se ha de tributar a este chico de La Isleta, que después de dar muchos tumbos, 5 cesiones antes de llegar a Heliópolis, alcanzó su plenitud futbolística rodeado de locos de la cabeza.
No se nos ocurre mejor forma de perpetuar su memoria y su recuerdo que bautizar a la puerta número 24 del Villamarín con su nombre, para honrar a un futbolista honesto, comprometido y que es ya para siempre Leyenda del Real Betis Balompié.
Ahora vuelve a sus orígenes, a la Unión Deportiva Las Palmas en donde se inició y le deseamos toda la suerte del mundo.
Aquí siempre le recordaremos, siempre será uno de los nuestros y de nuestras leyendas.
Y dentro de 50 o 60 años alguien podrá decir orgulloso: Yo le vi jugar.