Un buen fichaje, de José Angel Bonachera
En el verano de 1973 el Betis va a renovar totalmente el puesto de guardameta de su primera plantilla. Manolo Campos es cedido al Mallorca, José Manuel Pesudo se va al Nastic de Tarragona y sólo el tercer portero, Santiago Chicharro, permanece en el club, que ficha a Eduardo García Fernández desde el Calvo Sotelo a comienzos de julio. Pero el gran fichaje para la portería verdiblanca será el de José Ramón Esnaola, un guardameta consolidado con 27 años y 8 temporadas de titular en la Real Sociedad.
Su traspaso al Betis será la comidilla de la prensa deportiva durante el mes de julio hasta que al final el día 23 se alcanza un acuerdo con la Real Sociedad y el jugador, con la presencia en la ciudad donostiarra del secretario técnico del club José María De la Concha.
El traspaso de Esnaola al Betis se convierte en ese momento en el más importante de la historia verdiblanca; 12 millones de pesetas. La buena economía bética, pese al descenso a la Segunda División, permite esa inversión. Porque, a tenor del rendimiento deportivo que José Ramón Esnaola va a dar durante sus 12 años en Heliópolis no cabe la más mínima duda de que fue una magnífica inversión.
En un artículo publicado el 24 de julio de 1973 en el diario vespertino Sevilla por el periodista José Angel Bonachera ya se avanzaba la calidad del fichaje realizado por el Betis, que ligaba a Esnaola por 3 años con el club, pero que se iría prolongando hasta los 12 años, para continuar vinculado al Real Betis Balompié durante otros 30 años más.
Por cierto hoy José Ramón Esnaola cumple 73 años. Desde aquí felicitamos al mejor portero de nuestra historia.
Muchas veces el aficionado, que normalmente es apasionado, no estima convenientemente ni valora lo suficiente la labor que hace cada junta directiva. En estos últimos tiempos, en los que fichar a cualquier jugador era trabajo de héroes al estar el mercado cerrado casi siempre, se pedía invariablemente la contratación de jugadores, cuyos precios estaban por las nubes o que tenían el cartel anticipado de intransferibles.
Ahora, con la veda de extranjeros abierta, se ha clareado el mercado nacional y se producen traspasos, que en muchos casos son ciertamente sorprendentes. Posiblemente el más curioso haya sido el de Reina al Atlético de Madrid. Pero no es de éste de quien intentamos escribir en la jornada de hoy.
Después de muchos tiras y aflojas, Esnaola firmó ayer por el Betis. Tres años y un porrón de millones de pesetas. La mayor parte, como es lógico, para el club, pero él parece ser que ha doblado las seiscientas mil pesetas que venía cobrando en el curso de cada temporada. El dinero ha podido más que las posibles aspiraciones de este buen guardameta español de 27 años recién cumplidos. Ha salido del club donostiarra cuando ha cubierto la más importante fase de su vida futbolística. Ahora piensa más en las finanzas que en la aureola que pudiera proporcionarle un equipo de los denominados “grandes” y de Primera División de nuestro balompié.
Hablar de Esnaola sería repetir adjetivos laudatorios: ágil, colocado, fácil por alto, menos bueno por bajo, decidido en las salidas, con eficaces despejes de puño, sabiendo colocar a sus compañeros, y con años de experiencia, precisamente en un club en el que el trabajo defensivo es mucho más intenso que en otros. Un buen fichaje, de verdad.
El Betis, y esto lo hemos dicho en otras ocasiones, está lanzado y dispuesto a que el año próximo regrese a la División de los mejores. Está acorazando su cobertura: Esnaola, Bizcocho, Sabaté, Biosca o Cobo, y como medio de cierre Iglesias. ¿Y arriba quién? En el centro del campo hace falta que mande alguien con autoridad, o que siga haciéndolo Luis Del Sol. ¿Se piensa aún en el traspaso de González? ¿Quiénes van a marcar los goles?
El cuerpo técnico del Betis trabaja y seguro, pero hay que pensar concienzudamente en el ataque, línea para la que hay muchos menos jugadores, pero que precisa la integración de hombres con cualidades suficientes para hacer bueno el gran servicio que puede hacer al Betis su excepcional cobertura.
El fichaje de Esnaola, un acierto, aunque los millones hayan tenido que llover en la tesorería de la Real Sociedad