Un bético de la 9ª provincia: Poyet no puede seguir un segundo más
Por escribir en una web tan importante y seria como manquepierda tienes una responsabilidad. No es adecuado mandar mensajes catastrofistas que puedan añadir gasolina al fuego de una opinión pública afectada por los malos resultados. Hay que intentar mantener una opinión crítica equilibrada y argumentada, y no dejarse llevar en exceso con los colores. Pero ya se ha acabado el tiempo de la mesura y el equilibrio, que no quiere decir que se haya acabado el de la razón.
Gustavo Poyet vino con escaso currículo, pero muchos teníamos la esperanza que además de ser un buen entrenador, se pareciera en algo al muy buen jugador que se fue, aunando calidad y garra. Pues ni está siendo un buen entrenador, ni desde luego está transmitiendo su espíritu como jugador.
Salvo alguna excepción, Poyet nunca ha sabido mejorar un partido desde el banquillo, no ha sabido entender a la afición con sus mensajes, y cada partido que pasa, más está cuestionando a lo único intocable de este club: la afición. No soy amante de no dar a los profesionales un tiempo mínimo para desarrollar su trabajo, pero hay dos temas que para mí, han hecho que Poyet no puede seguir ni un segundo más: Ceballos y su cobardía.
No hay ningún jugador en el Betis que tenga más capacidad que Ceballos para meter pases entre líneas, y eso lo necesita el Betis como el comer. Si la razón por la que no cuenta con él es extradeportiva, ya es momento de explicarla, y si es deportiva, demuestra su poco conocimiento futbolístico.
Pero de verdad, lo que ha colmado mi paciencia es la actitud de Poyet durante el partido, no atreviéndose a salir del banquillo para evitar que la gente le pitara, y después en la rueda de prensa. Poco más o menos que ha venido a decir que es injusto que la afición del Betis haga tan incómodos los partidos en casa. ¿Acaso cree Poyet que no es la única ilusión del bético romperse las manos por sus colores? Llevamos muchos años deseando ovacionar, corear con olés, tirarle sombreros a los goleadores, sacar a hombros a los jugadores, pero no podemos, porque el equipo no nos lo permite.
Desde que se fue Serra Ferrer el Betis no ha tenido un entrenador como Dios manda, ya es hora que el club se gaste el dinero con fundamento y fiche a alguien que sea una garantía, porque de nada sirve fichar jugadores aceptables, si no hay nadie que los comande desde el banquillo.
Mi último párrafo va dirigido a Miguel Torrecilla. Creo que es un buen profesional, pero ni puede dejar continuar un partido más a Poyet, ni puede racanear en el fichaje de su sucesor. El Betis, sus mandatarios, tienen que dar ya un paso adelante, y ese paso es destituir a Poyet y apostar por un entrenador contrastado, ni canteranos que apelen al escudo, ni entrenadores dedicados a la literatura en sus ratos libres, ni aspirantes a entrenador, necesitamos un ENTRENADOR de verdad, y el bético ya no tolerará más experimentos.
Deberían a Berlín dado una oportunidad a merino que dejó al equipo 10 con un equipo ello para PEPE mel porque no lean ello un equipo para el e vez de traer a este papa frita de poyet que Noa entrenado a un equipo grande en su vida