El Autoengaño, por Juan Carlos Arias
Hoy estrenamos nueva sección en Manquepierda, Juan Carlos Arias, licenciado en Pedagogía y con estudios de postgrado en psicología, nos traerá aspectos psicológicos de interés para el Real Betis Balompié, hoy nos va a hablar del autoengaño, esperemos que sea de su interés.
Éste, a priori, parece un tema difícil de explicar. Extrapolarlo al Betis resulta, a mi humilde entender necesario, tanto que justo, para entender qué es el Betis de la actualidad; ¿Qué mecanismos activan “su fracaso”? a la hora de experimentar determinadas facetas de su carácter, para asentarse en la profundidad de su compleja existencia. Llegados a este punto, es necesario observar al Betis no como una entidad y sí abordarlo desde un enfoque personalista para poder acercarse más o menos a su psicología.
¿Por qué un sentimiento tan arraigado y extenso como el Betis, se ve siempre deambulando sobre un equilibrio precario? Puede ser una pregunta que cada uno de nosotros sepa contestar de forma eficiente, una respuesta puede ser que es un quiero y no puedo o viceversa si atendemos las trayectorias de muchos que se han anunciado como salvadores de la causa. No quiero aceptar el consuelo de su idiosincrasia, impuesta o verdadera. Goleman, psicólogo emocional, utiliza una paradoja a tal efecto que puede aclarar la opinión:
“Me siento muy querido por los miembros de mi familia, de la gente que me dirige y me quiere, que siempre se han mostrado muy afectuosos conmigo. Cuando desobedecía a mi madre, ella me tiraba lo que tenía más a mano. En cierta ocasión lo único que encontró fue un cuchillo, y tuvieron que darme diez puntos de sutura en una pierna. Pocos años después, mi padre trató de estrangularme cuando descubrió que tenía un novio que a él no le gustaba. Realmente se preocupaban mucho por mí”.
Si nos fijamos en la historia personal del Betis seguro que encontramos alguna similitud en esta metáfora. La negación es uno de los rasgos de las mentiras vitales. La autocomplacencia un pecado capital si lo que se pretende es evolucionar.
En el Betis hasta hace poco, creo que ha habido dos reglas fundamentales para explicar la trayectoria del equipo; una que no había nada que funcionara mal y otra que no había nunca que decírselo a nadie.