¿Evolución o simple cambio? Los dos caminos de Velázquez
No es ningún secreto que entre el espectáculo que pudimos ver sobre el césped del Benito Villamarín este sábado y el que nos dejó la escuadra verdiblanca en el Estadio Municipal de Butarque hace una semana hay algunos cambios importantes. Hay algunos que se empeñan en no verlo y otros que ven en ese «cambio de estilo» una luz de esperanza en la búsqueda del ansiado ascenso o al menos, del camino que lleve a la consecución del objetivo.
Ante el Recreativo de Huelva se vio un equipo más alegre en ataque, que originó más ocasiones, dominó la posesión, vio menos cartulinas, hizo menos faltas y tiró más bajo los tres palos que el rival. Esto es un hecho basado en los números. ¿Es esta la evolución del trabajo que se ha venido realizando en lo que va de temporada y ahora da sus frutos? No lo parece.
Y no lo parece porque este Betis, que sin duda tiene equipo para pelear por el ascenso y ascender, también tiene ciertas carencias innegables y entre ellas destacaría dos principalmente. Una es la defensa, especialmente la pareja de centrales, con jugadores inseguros (aunque su confianza ha ido a mejor con respecto al inicio de campaña y la temporada anterior) y con un perfil muy parecido entre sus miembros. Y la segunda carencia grave es claramente la creación de juego en el centro del campo.
Asumiendo esto como una realidad que parece bastante clara, las opciones de Julio Velázquez es y siempre han sido dos. Cerrar al equipo, acumular jugadores, juntar las líneas y achicar espacios para que el rival no disponga de ellos y buscar el contragolpe o asumir esas deficiencias y los riesgos propios de las carencias citadas para resignarte a un intercambio de goles y esperar que esa superioridad ofensiva con respecto a otros equipos de la categoría haga el resto. Dentro de ambos estilos, lógicamente hay muchas cosas a mejorar y es obvio que el técnico salmantino aún no ha dado con la tecla de ninguno de los dos, pero parece que finalmente se ha decidido por el segundo.
Tras su llegada, ya en pretemporada, este cambio que algunos vislumbran como una gran novedad del pasado domingo fue realmente una de sus ideas iniciales de juego. Quizás no en el esquema, pero si la intención de jugar más ofensivo. Planteó un 4-4-2 con una pareja de mediocentros, dos extremos (que antes de la llegada de Cejudo o Kadir solían ser Cedrick y Pacheco) y Rubén Castro acompañado arriba por otro punta. Algunos partidos como ante Cartagena o Marbella, a pesar de su carácter amistoso dejó a las claras las evidentes deficiencias defensivas del Betis e hizo replantearse al técnico el esquema. No era fácil ganar encajando tanto, por lo que pasó el Betis a jugar con un 4-2-3-1.
Así comenzó la liga, ganando en Sabadell con una actitud ofensiva, mostrando cierta superioridad pero encajando con suma facilidad e incluso haciendo peligrar el marcador al final. Igualmente jugó a este intercambio de golpes ante el Numancia, partido que se ganó pero en el que los sorianos pusieron a prueba con asiduidad a Adán y se volvió a encajar. La derrota en Ponferrada fue un punto de inflexión para el técnico. La facilidad con la que el equipo cayó y con la que le hicieron goles acabó con un planteamiento mucho más reservado del entrenador verdiblanco que le vio las orejas al lobo. Se dejó de buscar el equilibrio y comenzó a primar la defensa sobre el ataque. Prueba de ello es que en el encuentro siguiente, ante el Albacete, apenas se remató a portería y no se creo peligro, dando la sensación de no ir a por el partido.
Desde entonces, con el Llagostera en copa como línea de salida y espoleado por el éxito en los contragolpes ante el Girona, Julio Velázquez ha incidido en esa búsqueda de solidez defensiva que los resultados han podido mostrar dejando la puerta a cero aunque por sensaciones nunca se ha conseguido. Empates ante Las Palmas, Valladolid o Lugo mostraron un Betis al que era algo más difícil hacerle gol, si bien seguían generándole ocasiones de todos los colores. No obstante, en esa búsqueda de la solidez defensiva se olvidó que la esencia del fútbol es precisamente otra búsqueda, la del gol. Y es que ahí volvemos a ver una de las grandes carencias de esta plantilla, pues si acumulas jugadores para solucionar la defensa, haces más palpable el problema de no tener futbolistas con salida del balón para hacerlo llegar al área rival.
Tras tres empates y caer ante el Leganés, parece que la charla con la plantilla dejó varias cosas claras y una de ellas es que entre jugar para no encajar o para marcar, todos prefieren hacerlo con el segundo objetivo en mente. Porque que nadie se engañe, el resultado es igual de imprevisible con un planteamiento que con otro, pero si es más divertido para una afición harta de aburrirse en cada visita al templo bético. El Betis volvió a su idea original, la que practicaba en sus inicios. Y volvió a encajar goles a pares con suma facilidad al adelantar la defensa, pero eso de tener un equipo equilibrado que defienda bien y ataque mejor, aunque es el objetivo de todo técnico, casi suena a utopía hoy por hoy por estos lares.
Es por esto que no parece una evolución al juego y si un simple cambio entre los dos caminos por los que Julio Velázquez parece poder llevar a este equipo, la vuelta al intercambio de golpes y esperar que una supuesta superioridad técnica decante el partido a tu favor. Lo que si es cierto es que se mostró cierta mejoría, y que entre los defectos se dejaron ver algunas virtudes y retoques. Retoques como evitar el balón largo una y otra vez para evitar el sopor y la previsibilidad, la bajada a recibir de Matilla y Lolo Reyes para iniciar la jugada, el intento de combinar y buscar trenzar más jugadas, la movilidad en ataque. Pequeños detalles que nos hace querer ver si se ratifica todo el próximo partido o volvemos el equipo se vuelve a tambalear. No es que el equipo mostrase otra cara, simplemente la sensación de querer dominar y atacar. Al menos, aunque no parece que el bético dejará de sufrir, si evitaremos el tedio. Esperemos que sea el buen camino y se comience a sumar de tres en tres.

Noticia por Jorge M. González
Apasionado del fútbol internacional y Social Media Manager. Me gusta seguir ligas extranjeras y a las jóvenes promesas de todo el mundo. Sígueme en twitter para compartir afición: @jorgegonex