Por fin dos victorias, más vale tarde que nunca
Mucho tuvimos que esperar los béticos para ver dos victorias seguidas, pero más vale tarde que nunca y además fue más que merecido. Que sí, que el Celta tenía muchos suplentes, pero eso no quita para que el Betis saliera muy bien plantado y si no fuera por su falta absoluta de gol, hubiera dejado el partido sentenciado en los primeros 30 minutos.
El Betis nota mucho para bien que jueguen juntos Rubén Pardo, Ceballos y Joaquín en cuanto a creación, pero por desgracia esa creación no se traduce en goles. Y no quiere decir eso que Álex Alegría lo esté haciendo mal, pero hay mucha diferencia a día de hoy entre la capacidad goleadora del canterano y la de Rubén Castro. Con solo dos delanteros, debido al esquema de juego y con jugadores tan diferentes como Joaquín, Alegría y Rubén Castro, quedas cojo en algún apartado del juego.
No es que ahora tengamos que pasar al optimismo, pero al menos el equipo dio buena imagen fuera del Villamarín y consiguió dos victorias consecutivas, que ya tocaba. Pese a ello no podemos dejar a un lado la cantidad de lagunas que tiene el equipo, que se traduce en una gran falta de recambios de garantías. Si a eso añadimos que Rubén Castro y Joaquín no son eternos, que Rubén Pardo es cedido, y que Ceballos como siga así se lo llevan, el futuro se antoja sombrío.
Entre lo bueno destacar dos nombres, Rafa Navarro, que es cumplidor siempre y sobre todo Brasanac. El balcánico es incansable y además siempre intenta llegar arriba, y por fin tuvo el premio del gol.
El Betis debe seguir intentando acabar dignamente la temporada, contra más puntos mejor, pero eso no puede ni debe tapar las numerosas carencias de esta plantilla y este entrenador si se quiere competir por algo más que la salvación.