1934-Diciembre 23.-«Viejos en el fútbol»
«Hace algunos años en Sevilla, que es en la actualidad la capital de Andalucía que cuenta con mayor número de adictos al fútbol, le hablaba usted a una persona de edad de este deporte, y lo mandaba poco menos que a freir espárragos.
En cambio hoy, son precisamente los viejos quienes más se ocupan de él.
Jugando el Betis Balompié, ese día todas las conversaciones giran alrededor del partido:
«Que si hoy se le gana al Madrid, que si Aedo es mucho Aedo, que si Unamuno ha de marcar lo menos dos tantos».
Y así por el estilo.
Y después del partido, sucede lo propio en las tertulias del «Café Madrid» de la calle Sierpes.
Allí se concentran los individuos achacosos, que maltrechos por la mucha edad, se ven imposibilitados para ir de «tasca en tasca» discutiendo apasionadamente las jugadas.
Así y todo, se les ve a algunos de ellos en la «Puerta Carmona», en el lugar conocido por las «Cuatro Calles», apoyados sobre un bastón, departiendo con los jóvenes sus opiniones.
Y llegan momentos en que se juntan partidarios, unos del Betis Balompié y otros del Sevilla CF y discuten cada bando como es lógico, a favor de su Club, llegando incluso a darse palos, igual que si fuesen chaveitas.
Un día en que iba yo acompañado de un amigo camino de «La Campana» después de haber presenciado el partido Betis Balompié vs. Valencia CF, en el que el primero venció a los levantinos, se me acercó un señor como de unos ochenta años y me interrogó:
–Oiga, joven ¿Quién ha vencido hoy, el Betis? (*)
–Sí señor–repuse–por 3-0.
Y poco faltó para que el buen señor me diese un abrazo al conocer la noticia.
–Vengan pronto, corran, pues este triunfo hay que celebrarlo en «Casa de la Viuda», bebiéndonos unas medias cañas.
Y que quieras, que no quieras, casi en volandas, nos llevó al mencionado establecimiento, donde hubimos de apurar por seis u ocho veces el contenido del cristal, hasta que pudimos escapar de las garras del apasionado bético. ¡¡ Señores, los hay «apretaos» ¡¡
Después de lo acontecido, entramos en una confitería de las más céntricas, con el propósito de tomar unos pastelillos, pero he aquí que después de estar esperando a que nos atendiesen un buen rato, se nos presenta el dependiente, hombre que aparentaba una bien avanzada edad, diciéndonos:
–¿Desean los señores un «Betis»?
–Deseamos irnos cuanto antes, porque la «pasta» que usa usted impacienta a cualquiera, señor–repuse indignado–¿sírvanos dos de sidra?
–¿Son ustedes valencianos, caballeros?
–Ni queremos ¿porqué lo pregunta?
–Hombre, lo digo por el mal humor que he observado en vosotros, y como hoy le hemos «dao» su merecido al Valencia…
–Bueno y a propósito ¿quiere informarnos a que clase de dulce le llama usted un «Betis»?
–¿Llamarle al dulce Betis? no hombre, si lo que yo les daba a entender si querían una orientación acerca del encuentro de esta tarde del Betis Balompié.
Y salimos sin decir adios de la Confitería y creyendo a pies juntillos que aquel pobre hombre estaba loco perdido.
Y así por el estilo, se ven muchos casos.
En cambio, hace dos o tres años, estos mismos señores, como hemos dicho en anterioridad no podían oir hablar del fútbol.
El caso no es solo original en el sexo masculino, sino que también las señoras han querido refinar sus gustos en relación con las diversiones y concurren en gran número a presenciar los encuentros, sin que por los maridos haya oposición alguna, antes al contrario, que estos dan el máximo de facilidades a sus respectivas señoras para que se unan por grupos, las conocidas, y vayan al Stadium.
Después de todo, las mujeres también tienen derecho a no pecar de ignorantes en el hogar, cuando se suscite una discusión de balompié, porque al fin y al cabo el fútbol no está reñido con la moral, sino por el contrario, que proporciona a los espectadores ratos de emoción agradables que vab ayudando a vivir más distraidamente a la humanidad.
Y al cerrar esta breve crónica, habrán notado en ella una cosa nuestros lectores: que nos referimos al cambio brusco que ha dado la vejez; con los años se han convencido de que la juventud está ante todo».
Fachada e interior del «Cafe Madrid», sito en calle de la Sierpes: «Secretaría-varios años, antes de pasar a un bajo en calle Argote de Molina.-Aquí teníamos un local bastante amplio y completamente independiente. En la puerta de entrada campeaba un gran Escudo del Real Betis Balompié, pintado por Eduardo León Sánchez cuando el gran jugador había pasado ya a las filas del Sevilla FbC-1920 á 1928″.
«Casa de la Viuda» calle Albareda nº 2.-Actualmente.
Vistas e interior Confitería «La Campana» fundada en 1885-D. Antonio Hernández, teléfono 774-: plaza de La Campana y calle de la Sierpes nº 1 y 3.
-Fuente: «Córdoba Deportiva».-Córdoba, jueves 21-03-1935.-«Futbolerías».-Sebastián Martín Torralba.
(*) 04ª Jornada-Liga Primera División 1934-1935: Domingo 23 de Diciembre-1934.-Campo de Deportes Patronato Obrero-Casas Baratas-El Porvenir.
Arbitró Pedró Escartín Morán del Colegio Central.
Presidente, don Antonio MORENO Sevillano
(1933-1934 á 1934-1935; 1936-1937 á 1939-1940).
Entrenador Mr. Patrick Joseph O’Connell (1932-1933 á 1934-1935; 1940-1941 á 1941-1942; 1945-1946 (después de Andrés ARANDA Gutiérez) á 1946-1947 (sustituído por PERAL-José Suárez González).
BETIS BALOMPIÉ-3 Goles (1-0: CABALLERO, 31′; 2-0: UNAMUNO, 49′; 3-0: UNAMUNO, 63 Minutos).
Joaquín URQUIAGA Legarburu; Simón LECUE Andrade, Serafín AEDO Renieblas; PERAL-José Suárez González, Rufino Fernández LARRINOA Magunaurrecoetxea, José RANCEL Toledo; TIMIMI-Pedro González Sánchez, ADOLFO II-Adolfo Martín González, Victorio UNAMUNO Ibarzábal, José González CABALLERO y SARO-Ángel Martín Rodríguez.
Vs.
Presidente, don Adolfo Royo Soriano (1933-1935).
Entrenador: Anton Fivbér (Checo).
VALENCIA CF-0 Tanto.
Enrique CANO Sayas; Juan MELENCHÓN Pérez, Luís Casas PASARÍN, Victoriano de los SANTOS Troya; ABDÓN García Martínez, Antonio CONDE Aja; Domingo TORREDEFLOT Solé, Severiano GOIBURU Lopetegui, Gaspar RUBIO Melía, Juan COSTA Font y José RICHART.