1958-Diciembre 17.-«Discóbolo»-Presidente del Real Betis Balompié-La historia de un sombrero.
«No sabemos a ciencia cierta si esto que aquí veis es un atuendo muy deportivo. Más bien tiene un aire flamenco. Lo que está fuera de dudas es que se trata de una fotografía del año 1921.
Y que ese año fue presidente del Real Betis Balompié, Gil Gómez Bajuelo, más conocido

en los medios deportivos por el seudónimo de «Discóbolo».
Por consiguiente, es una fotografía representativa de la época y que tiene notoria relación con el tema deportivo que estamos tratando en estas columnas.
No es que nosotros, en nuestra juventud, estuviéramos al empleo del sombrero de alas anchas.
En aquellos tiempos, en la Escuela de Medicina de la calle Madre de Dios, solo entraban con tan castizo sombrero un estudiante de Écija, llamado Lasida, y otro de Marchena, apellidado Morales, que hoy es médico de Villanueva de las Minas.
Lo nuestro fue una determinación esporádica. Nos hubiera parecido una profanación entrar con él en aquel recinto, tristón, de perfil romántico, con un surtidor de taza en el jardín y por cuyas altas galerías pasaba, zorrillesco, con su capa bien terciada y su blanca perilla el catedrático de Terapéutica.
De todas maneras, con sombrero o sin él, nosotros entrábamos poco por la Escuela, con lo que eliminamos una molestia que llegó a obsersionarnos, la de quitar y ponerse el sombrero a cada paso.
Y, de paso, matábamos la tarde, yéndonos al Prado a ver jugar el balón.
Porque la mañana estaba definitivamente matada, en aquella venta frontera al Departamento Anatómico, donde los estudiantes que estábamos en la carretera nos zambullíamos como las ranas, cuando por el horizonte, cabe la tapia del hospital, divisábamos al catedrático de Anatomía leyendo «El Liberal».
En aquella venta, con tragos de aguardiente y posturas a las siete y media, se pasaba la mañana bastante mejor que en el sucio departamento, tropezando a cada paso con los recipientes ensangrentados de miembros humanos.
De aquellas tardes de ver jugar a Mr. Jones, a Manolo Ramos Asensio y a Andrés Hermosa, nos vino el conocimiento con el medio ambiente. Al principio sólo era aficionado a ver jugar. Después vendría la «definición». En los principales clubes tenía amigos.
En el Sevilla FbC, a Juanito Fernández. En el Club Español de Sevilla, a Manolo Cossío y en el Balompié, a Carlos Alarcón. Las tres amistades del colegio de Utrera.
Pudo más Carlos Alarcón De la Lastra [Natural de Sevilla, martes 19 de Enero de 1897.-Ídem, viernes 6 de Junio de 1958 (68 Años+5 meses menos013 días) D. E. P.], y me afilió al equipo verde.
Entonces nadie decía «Betis» sino «Balompié», y balompedistas y no béticos, eran los partidarios del equipo. Lo del Betis cobró vuelo en la fonética popular cuando pasamos las fronteras de Despeñaperros.
De Madrid, concretamente, vino aquello de «los chicos del Betis», y la frase tuvo fortuna, tanta que se apoderó por completo de la situación y ya hoy es al revés, nadie habla del «Balompié» y sí todo el mundo del «Betis».
Pues bien, por Carlos Alarcón De la Lastra conocimos a Julio De Iriso Pacheco [Natural de Benamejí (Córdoba) 1890.-Obituario en Sevilla, jueves 6 de Noviembre de 1930.-D. E. P.], y por aquí vino lo del sombrero de alas anchas, porque Julio tenía negocio de sombrería.
¡¡ Gran figura la de Iriso ¡¡ Pocos, muy pocos béticos, le recordarán.

Era un trabajador infatigable, un entusiasta contagioso, un hombre todo corazón. Llegó a ser muy popular en el ambiente futbolístico, por su poder de captación para los jugadores.
Cuando mister Herbert Richard Jones Vengouzel se ausentó de Sevilla, el Real Betis Balompié encontró en Julio De Iriso el hombre que necesitaba.
Pasaron algunos años. Vinieron tiempos difíciles para el Club. Aquello no tenía solución.
Un nombre prestigioso de presidente, el de don Jerónimo Domínguez y Pérez de Vargas [Natural de Sevilla, sábado 24 de Julio de 1897.-Ídem, sábado 24 de Septiembre de 1966 (69 Años+2 meses) D. E. P.], había dimitido.
Y yo fuí elegido presidente. Fue entonces cuando Julio De Iriso Pacheco me dijo aquellas palabras que nunca más se me olvidará: «Me alegro por el Betis Balompié y lo siento por ti».
Efectivamente, el Real Betis Balompié siguió adelante.
Atrás quedaron, inéditos para mi, los tomos de Cajal y de Letamendi. Tal vez se liberó de mí una humanidad que hubiera sido dolente y paciente, pero es que al seguir el Betis, ¿no ha habido también una humanidad sufridora?… Váyase lo uno por lo otro…
Esta es la historia del sombrero, adminículo que no llegar a usar mucho. Lo suficiente para hacerme una fotografía y de asistir a las clases de guitarra que el maestro Giráldez me daba en la taberna de «Salvaor» con una cañera por delante. No llegué a tocarla. Pero el tiempo, ¡¡ oh, qué bien se mataba el tiempo con veinte años ¡¡…
Gil Gómez Bajuelo (Sevilla 1898.-Ídem martes 13 de Septiembre de
1960) D. E. P.
«Días tras días asistían a los encuentros en inferior categoría con la esperanza siempre renovada y al fin conseguida. He aquí en este grupo al coronel y famoso ex-jugador Andrés Hermosa ó «Discibre»; al gran ex-presidente Eduardo Benjumea; al coronel y antiguo jugador Enrique Añino, y al veterano jugador Emilio Muñoz».-ABC-Bodas de Oro-Sevilla 19581217-Miércoles».
De izquierda a derecha de la imagen anterior: Emilio Muñoz Álvarez-Andrés Hermosa Gutiérrez-Gil Gómez Bajuelo (a) «Discóbolo» y delante de él el que escribe las presentes líneas, Enrique Añino Cañal con 14 años+5 meses menos 7 días; Eduardo Benjumea Vázquez y Armero-mi padre con gabardina en su brazo izquierdo-Enrique Añino Ilzarbe de Andueza.
Fuente.-«La Voz» de Córdoba, jueves 03 de Junio de 1926.