50 años del fallecimiento de Benito Villamarín
El lunes 15 de agosto de 1966 falleció en Sevilla Benito Villamarín Prieto, quien fuera presidente del Real Betis Balompié desde el 21 de mayo de 1955 al 7 de diciembre de 1965.
El cáncer que padecía desde 1961 le hizo retirarse definitivamente de la presidencia bética ocho meses antes del fatal desenlace. Ya vimos aquí las circunstancias concretas de ese momento y el mensaje de despedida que dedicó a todo el beticismo.
Su fallecimiento cerró indudablemente una época en la que el club recuperó su puesto en la primera fila del fútbol, en la que la base social del beticismo se ensanchó hasta límites desconocidos y en la que se pusieron los cimientos para futuras expansiones.
Pero su desaparición también supuso el volver a poner en primera línea determinadas carencias que lastraron ese crecimiento y lo ralentizaron.
La prensa sevillana de la época (ABC, El Correo de Andalucía, Sevilla) trató el luctuoso acontecimiento de forma muy parecida. La información sobre las circunstancias concretas del luctuoso episodio es escasa, y se centró en el relato del sepelio efectuado el 16 de agosto. Como muestra de ello valga este ejemplo, procedente de la edición del diario vespertino SEVILLA del 17 de agosto:
«En la tarde de ayer recibió cristiana sepultura en el cementerio de San Fernando el cadáver de don Benito Villamarín Prieto, ex presidente del Real Betis Balompié, fallecido el día anterior tras penosa enfermedad, llevada con ejemplar entereza. Por la popularidad de que gozaba, el acto del sepelio constituyó una gran y sentida manifestación de duelo. Durante toda la mañana desfilaron incesantemente por la casa mortuoria numerosísimas personas, recibiéndose, asimismo, gran cantidad de telegramas y llamadas telefónicas de condolencia de todos los puntos de España y de muchos del extranjero, donde el finado gozaba de sinceras amistades.
El traslado, a hombros, del féretro partió del domicilio del finado hasta la parroquia, donde se ofició misa de corpore insepulto. En la presidencia figuraban sus hermanos, don Avelino y don Enrique Villamarín Prieto, hijos, hijos políticos y otros familiares. También figuraban en el cortejo fúnebre el cura párroco de Los Remedios, don Otilio Ruiz; el reverendo don Miguel Bermúdez, canónigo de la Santa Iglesia Catedral, la Junta Directiva del Real Betis Balompié, el secretario técnico y entrenador del club, señores Valera y Belló, futbolistas y directivos del Triana Balompié.
La representación del Sevilla Club de Fútbol iba encabezada por su presidente, don Manuel Zafra, y el secretario general, don Angel Díaz. Figuraban, asimismo, en el cortejo miembros de la Federación Andaluza de Fútbol, de las peñas béticas y entidades deportivas, así como otras representaciones.
Desde la parroquia de Los Remedios hasta su última morada, fueron numerosísimas las personas que acompañaron los restos mortales de don Benito, en un testimonio emocionado de afecto y de respeto en el que tomaron parte representaciones de todas las clases sociales y de las fuerzas vivas de la ciudad.
Parte de este testimonio fueron las numerosas coronas de empleados, trabajadores y amigos, así como de los clubs deportivos, y que lucieron sobre el féretro en postrer homenaje a quien tan amplia y merecidamente gozó del fervor popular.
SEVILLA se asocia una vez más al dolor de pérdida tan unánimemente sentida, enviando su más sincera condolencia a su viuda doña Angeles Guillén de Villamarín, hijos, padres y demás parientes y afectos. «
En el primer partido que el Betis jugó tras la triste noticia, el sábado 20 de agosto un amistoso en El Palmar frente al Atlético Sanluqueño, se guardó un respetuoso minuto de silencio. El miércoles 24 de agosto en la iglesia del Salvador se celebró un funeral encargado por la directiva bética.
Benito Villamarín fue, sin lugar a dudas, uno de los grandes presidentes de nuestra historia.