Aquí jugamos. Campos de Sport del Sardinero. Santander.
Inaugurados el 16 de febrero de 1913 en un encuentro entre los santanderinos equipos del Strong y Nueva España, serían siempre la casa del viejo e histórico Racing. De hecho, aquel primer partido fue la máxima motivación para que 19 jóvenes habituales de una de las más conocidas plazas de la ciudad, la de Pombo, decidieran lanzarse a la aventura fundando el entonces Santander Racing Club. Jugarían su primer encuentro el 23 de febrero ante el citado Strong. Desde entonces, 75 largos años, con miles de partidos de ese sabor especial del fútbol de antaño, han respirado los aires de este mítico estadio.
La selección española disputó un amistoso ante Suiza el 17 de abril de 1927, ganando los españoles con un solitario tanto del racinguista Óscar, padre de quien fuera jugador bético en el ascenso de 1954.
El siguiente año, el recinto santanderino vivió la final de Copa, única que se ha celebrado en Cantabria. El destino quiso que se repitiera dos veces tras los empates cosechados por los finalistas, Real Sociedad y F. C. Barcelona en los dos primeros encuentros. Finalmente, los azulgranas se impondrían por tres a uno en el último encuentro. Por entonces, su capacidad aproximada era de 17.000 espectadores.
Los Campos de Sport fueron uno de los 10 estadios que tuvieron el privilegio de ser testigos de la primera edición de la historia de la Liga en Primera División, durante la campaña 1928-29. Por si fuera poco, era además el más antiguo de todos ellos.
El 14 de mayo de 1922 fue la primera ocasión en la que el Betis jugó en los Campos de Sport santanderinos con una contundente derrota por 6 a 1. En junio de 1927 dos nuevos amistosos con sendas derrotas por 5-1 y 2-1. El 1 de enero de 1933, en partido de Liga de Primera División, es la primera visita oficial, con empate a 2, siendo Juan Rocasolano el autor del primer tanto oficial en los Campos de Sport.
Dos años después, el 28 de abril de 1935, los campos de Sport fueron testigos del día más importante en la historia del club bético. Una rotunda victoria 0-5, con tantos de Lecue, Unamuno (3) y Caballero, certificaba el Campeonato de Liga.
Una estúpida guerra civil quiso que un estadio creado para vivir acontecimientos deportivos, viviera momentos radicalmente opuestos cuando fue convertido en campo de concentración de prisioneros.
Durante los años 30 y 40 el Betis jugó en 8 ocasiones encuentros oficiales en El Sardinero, con un balance malo, pues sólo ganó el partido con el que conquistó la Liga en 1935, y sólo empató el inicial de 1933, mientras que fue derrotado en los seis restantes. Entre ellos el que el 13 de abril de 1947, con una derrota por 4 a 1, certificó el descenso a la Tercera División.
Poco a poco, los Campos de Sport, ante el interés de los aficionados, fueron mejorados y ampliados para dar ubicación a más gente, llegando a 25.000 espectadores en encuentros de máximo interés, aunque su aforo oficial obviamente era más reducido.
No fue hasta 1961 cuando el Betis volvió a jugar en los Campos de Sport, al coincidir ambos clubs en Primera División, con una victoria bética el 12 de febrero, gol obra de Gargallo.
Ese mismo año de 1961 se llevó a cabo la construcción de la nueva tribuna de cemento, que sustituiría a la de madera original.
Racinguistas y béticos se enfrentaron por última vez en los antiguos Campos de Sport el 23 de noviembre de 1986 con victoria local por dos a cero, con tantos de Álvaro y Buckley. Curiosamente, antes del partido, se rezó un padrenuestro por el fallecimiento del último fundador racinguista que quedaba en vida, Antonio Lavín, que jugara todos y cada uno de los partidos oficiales que se jugaron hasta su retirada en 1922.
19 veces se enfrentaron oficialmente Real Racing Club y Real Betis Balompié en este estadio, 15 de ellas en Primera División, mientras que el resto fueron en Segunda. En 11 de ellas, ganaron los locales, mientras que los béticos lo hicieron en tres ocasiones, produciéndose 5 empates.
En 1988, tras 75 años de vida, fue demolido para dar paso al actual recinto.
En el terreno sobre el que estuvieron originalmente los Campos de Sport del Sardinero se ubica hoy en día un parque. Allí, escondido dentro de un seto, se conserva uno de los corners del estadio original. Un lugar de peregrinación para los béticos que pasan por la capital cántabra. El estadio donde el Real Betis Balompié logró su mayor hazaña deportiva.
Agradecer a José Manuel Holgado y a la Fundación Real Racing Club la valiosa colaboración prestada para este artículo.