¡ Aupa, Betis¡, de Emilio Vara
Ya hemos visto, hasta en tres ocasiones, artículos con este mismo título firmados por el periodista Emilio Vara en la década de los 50 del pasado siglo.
En ellos Emilio Vara se situaba ante el inicio de una temporada en 1954, de una promoción de ascenso en 1956 o del partido en el que el Betis en 1958 iba a dejar atrás los 15 años alejado de la División de Honor.
El que hoy traemos es aún anterior, pues es de septiembre de 1953, concretamente del sábado 12, el día inmediato al comienzo de la Liga. Era la séptima temporada consecutiva en Tercera División y una vez más las esperanzas para salir del pozo se ponían en marcha.
Como curiosidad esa fecha del 12 de septiembre, que hoy en día tanto se celebra como fecha fundacional del club, ni siquiera era comentada en esta época, ni en otras anteriores, demostrando que es una celebración bastante más reciente en el tiempo, además de que es más que matizable el carácter de fecha fundacional con la que hoy en día se quiere revestir.
Volviendo al artículo de Emilio Vara, aparte de el aviso con que comienza sobre la dificultad del primer encuentro en casa contra el Martos, un equipo recién ascendido que puso las cosas más que difíciles (victoria bética 5-4), el resto del artículo se centra en las esperanzas depositadas en una plantilla profundamente renovada, gracias al esfuerzo una vez más de la directiva, y que contaría, como siempre, con el fiel e incondicional apoyo de la hinchada bética.
El artículo se abre y se cierra con el ¡Aupa, Betis¡, el tradicional grito de apoyo con el que la afición por esos años animaba al equipo bético.
Llegó el momento. Mañana comienza la Liga; mañana se inicia la nueva temporada oficial que, como todos los años, se abre esperanzadora y llena de ilusiones para los clubs y las masas de aficionados que apoyan y ayudan a esos clubs.
En nuestra ciudad tenemos dos equipos en categoría nacional, y de los dos es el Real Betis Balompié el que abrirá marcha en casa, recibiendo en Heliópolis la visita del Martos.
El Martos es un equipo joven recién ascendido, que debutará mañana en categoría nacional. Quizá por esto, por su condición de novel, algunos lo consideran enemigo fácil, y la verdad es que en fútbol todos los adversarios son difíciles y peligrosos. El partido de mañana no tiene nada de fácil, y el Betis debe salir al campo bien prevenido para no dejarse sorprender por un contrario que seguramente destacará por el entusiasmo, la codicia y los bríos que pondrá en la lucha.
Pero dejemos un poco al margen el comentario concreto sobre el primer encuentro y hablemos de las posibilidades del Betis ante la nueva temporada.
Desde hace años, el Club blanquiverde viene luchando por salir de la Tercera División. Ese no es su sitio, no es lugar que le corresponde en el fútbol español por su historial y por la importancia de la ciudad que representa, y batalla con todas sus fuerzas para recuperar su puesto en la División de Honor, que es donde tiene que estar. Las distintas Directivas que han estado al frente de la Sociedad, contando en todo momento con el apoyo de una afición que es una de las mejores de España, han reforzado cada año el equipo buscando el ascenso, pero el Betis no ha tenido suerte, y han pasado las temporadas sin que el esfuerzo ni los sacrificios de los directivos y los aficionados dieran el fruto apetecido.
Sin embargo—y es aquí donde está el mérito del Betis y el gran valor de la afición que lo apoya—esos reveses no han hundido al Club en un desconcierto general, ni han mermado el entusiasmo de sus seguidores, sino que cada año, cada nueva temporada, el equipo ha surgido con bríos y con nervio, con savia nueva, dispuesto a conseguir el triunfo, apoyado por una hinchada maravillosa, admirable, que jamás dejó de prestar su ayuda y su aliento y que nunca lo abandonará. Por esto, naturalmente, aunque el Betis esté todavía en Tercera División, donde quiera que vaya, juegue donde juegue, es el Real Betis Balompié.
Este año el Club bético va a participar en la Liga con un equipo totalmente renovado, con un equipo nuevo por completo. La Directiva no regateó para adquirir a los jugadores que estaban a su alcance y, uno tras otro, ficharon hasta doce. Se espera que estos hombres, recién llegados al Betis, pero sintiendo ya la camiseta verdiblanca, sean capaces de conseguir la gran victoria, preparados y dirigidos por Gómez.
¿Lo lograrán?… ¿Conseguirá el Betis esta temporada el ansiado ascenso a la Segunda División, primer peldaño para volver a la División de Honor? La respuesta nos la darán los propios jugadores con sus actuaciones a lo largo del torneo. Nosotros, en estos momentos, no podemos formular un pronóstico concreto, porque no se pude juzgar a priori las posibilidades de un equipo que es nuevo en su totalidad. Sabemos, eso sí, que los jugadores que han venido llegaron precedidos de buenas referencias, algunos de magníficas referencias, y esto, naturalmente, nos permite conceder al conjunto un margen de confianza. Y lo que deseamos es que esta confianza inicial vaya a más y veamos el triunfo claro, al confirmar esos jugadores en el campo las referencias que sobre el papel pregonan que el Betis tiene un buen equipo.
Desde luego esos jugadores pueden tener la seguridad de que contarán con el apoyo de la afición, que premiará el esfuerzo de cada uno con esos aplausos cariñosos y entusiastas que llegan al corazón de la persona y elevan su moral de victoria. Y también pueden estar seguros de que en las tribunas de Heliópolis tampoco faltarán los gritos de aliento de una hinchada que tiene la virtud de saber sacrificarse por su equipo.
Ahora, lo que es preciso es que esos muchachos que van a vestir la camiseta blanquiverde la defiendan siempre con la inteligencia y el corazón; que el nuevo equipo del Betis no lo confíe todo a su técnica, sino que veamos además en su juego esas armas tan necesarias en el fútbol como el ímpetu, el tesón, el entusiasmo y la furia, que hacen que un conjunto se crezca ante su enemigo.
Tenemos confianza en los nuevos jugadores del Betis, creemos que pueden llevar al equipo a la meta y recibirán en todo momento la ayuda que precisen para conseguirlo.
A ellos les corresponde ahora, en la medida que puedan, no defraudar a un club ni a una afición que vienen luchando por un ascenso que, en verdad, merecen con creces.
¡Aupa, Betis¡