Calavera-Ceuta en Heliópolis. Liga 1948
Ya tuvimos ocasión de ver aquí la tremenda riada que a finales de 1948 inundó gran parte de Sevilla y que cubrió Heliópolis, obligando al Betis a suspender su partido de Liga contra el Chamberí madrileño, un encuentro previsto para el domingo 1 de febrero y que se disputó el 14 de marzo, como ya vimos aquí.
Pero no fue sólo el Betis el único equipo sevillano afectado por esta gran inundación. También el Calavera, que por entonces militaba en la misma categoría que el equipo bético, en Tercera División pero en el grupo 8º, mientras que el Betis lo hacía en el 6º, vio su terreno de juego cubierto por las aguas. Su campo, conocido como la Residencia, se ubicaba en la zona de la Ronda cercana a la Trinidad, y había sido renovado profundamente para el debut del equipo negro en la Tercera División en la temporada 1946-47.
La información de la prensa de la época es bien elocuente, como se manifiesta, por ejemplo, en este texto publicado en FE el 5 de febrero de 1948:
«A consecuencia de la pasada inundación que ha sufrido Sevilla, el campo del Calavera ha quedado completamente destruido y en mucho tiempo no podrán celebrarse partidos en él.
El ímpetu del agua arrastró con suma facilidad el paredón que había sido construido recientemente y en el que estaba instalado el marcador. Bien pronto el agua alcanzó una altura considerable, llegando a cubrir el larguero de las porterías. Al descender, pudo observarse cómo había desaparecido por completo la valla del banco de pista, la rampa que habían construido en la general y buena parte de la tribuna de preferencia. En los vestuarios se perdió por completo cuanto en ellos había.
El campo de juego ha quedado cubierto por una espesa capa de barro.
La Directiva solicitó y ha sido autorizada para celebrar el próximo partido contra el San Fernando en el campo del Subcomité. Es de presumir que en él se celebren otros encuentros hasta que se restaura el campo antiguo.»
Pero no todos los partidos del Calavera se jugaron en el terrero federativo del Subcomité, radicado en las cercanías del campo sevillista de Nervión. El encuentro que se disputó el 22 de febrero contra la Sociedad Deportiva Ceuta, uno de los gallitos del grupo, se jugó en Heliópolis y terminó con victoria ceutí por 0-4.
Los motivos de este traslado aparecen en la crónica que el periódico FE se hace del partido: «Heliópolis se vio sorprendido por un partido que no esperaba. Sevillanos y ceutís pisaban la resbaladiza hierba y luchaban por desprenderse de las botas el pegajoso barro. ¿Qué motivaba jugarse aquí este partido? Decían que en Triana se pidió demasiado. La Residencia estaba inundada. El Subcomité, ocupado.»
Se nos mencionan aquí las instalaciones, escasas, con las que contaba la ciudad para la disputa de los encuentros de las competiciones locales. Ante la demanda económica que se hace en Triana y la ocupación del Subcomité el Calavera decidió disputar este encuentro en Heliópolis. Sin duda las buenas relaciones que Calavera y Betis mantuvieron en la década de los años 40 influyeron en esta decisión, acrecentada además por el hecho de que ese fin de semana el Betis jugaba su partido de Liga en Madrid contra la Ferroviaria.
En la crónica del encuentro se nos dan también detalles de la afición calaverista: «Las tribunas béticas albergaron, a pesar del frío, la distancia del campo con la capital y de jugarse en Nervión un gran partido (?), a unos cientos de aficionados, heroicos, sufridos deportistas. Más de los que se esperaban acudieron. Esto evidenció que el Calavera cuenta con un compacto grupo de seguidores.»
Como acotación decir que ese día en Nervión jugaban Sevilla y Real Madrid, con victoria madridista 2-3, y también cómo se señala la lejanía que el campo de Heliópolis suponía («la distancia del campo con la capital»), agravada por los escasos medios de transporte que lo comunicaban con el centro de la ciudad.
Y también señalar que el Calavera, acostumbrado a su terreno de juego, extrañó las dimensiones de Heliópolis y el jugar en campo de hierba, tal y como se nos relata en la crónica del partido: «La Residencia ha sido calificada con frecuencia de «campo chico». Y en él el Calavera se desenvuelve con regularidad. El terreno de Heliópolis fue un hándicap para los «negros», y en cambio favoreció al Ceuta, acostumbrado a jugar en campos de hierba y de fango.»
Como curiosidad la alineación que el Calavera presentó ese día: Julio; Tejada, Rafaelito, Genaro; Biedma, Caso; Balderas, Palma, Nogales, Angulo y Mateo.
La campaña del Calavera no fue buena, finalizando en la última posición del grupo con 11 puntos (5 victorias, 1 empate y 20 derrotas), con 30 goles a favor y 93 en contra.