El indulto de García.
El 12 de octubre de 1932 el Betis juega en el campo de El Parral madrileño contra el Deportivo Nacional, en partido de la jornada 4 del Campeonato Mancomunado Centro-Sur.
Un partido que concluyó con empate a 1 y que estuvo rodeado de muchos incidentes, cuando en la primera parte se señaló un penalti por falta de Jesusín a Cuesta y que fue detenido por el guardameta verdiblanco Urquiaga. Unos minutos después el colegido castellano Ontañón volvió a pitar penalti contra el Betis por unas manos de Jesusín, con las correspondientes protestas de los jugadores béticos. El extremo bético Mariano García de la Puerta no se quedó en la mera protesta, sino que directamente agredió al árbitro, por lo que éste le expulsó. Ante su rechazo a salir del terreno de juego tuvo que ser la fuerza pública, en esta caso los guardias de asalto, tal como vemos en la imagen que encabeza la publicación de hoy, los que obligaron a García de la Puerta a salir.
La Federación castigó al jugador con la pena máxima posible, es decir, una inhabilitación de 6 meses. El Betis intentó, sin éxito, reducir la duración del castigo, para lo que el jugador públicamente pidió perdón, e incluso el árbitro Ontañón escribió una carta a la Federación recomendando la reducción de la pena, pues «comprendía la actitud del jugador por la ofuscación del momento». La intención era reducir el castigo a dos meses, y que así García de la Puerta pudiera alinearse en el Campeonato de Liga de Primera División en el que el Betis iba a debutar.
Incluso las peñas béticas de la capital y de los pueblos iniciaron un envío de cartas a la Federación nacional solicitando el indulto para el jugador catalán.
La Federación demoró el asunto bastante, y todavía en enero de 1933 andaba pidiendo aclaraciones al árbitro Ontañón sobre la polémica. Finalmente no hubo levantamiento del castigo y hasta el 12 de abril García de la Puerta no pudo volver a jugar, lo que hizo ya en 4 partidos de Copa, pues la Liga finalizó el 27 de marzo.
Esta publicación que hoy traemos se publicó en la revista deportiva madrileña Tararí en febrero de 1933, y en este artículo se escribía sobre el caso García y el posible indulto que, como hemos visto, nunca llegó.
Todavía parece que lo estoy viendo.
Escenario: campo de El Parral. Principales intérpretes: García de la Puerta y Ontañón. Argumento: partido Deportivo-Betis. Actos: dos. Primero: Ontañón concede un penalty al Deportivo, y por esta causa García le sacude una sonora bofetada. Segundo acto: García, “condenado” a seis meses de inhabilitación.
Y aquí pareció acabar la comedia, y digo pareció acabar, porque ahora se tramita el indulto del “preso”.
García de la Puerta no se resigna a dejar que transcurran los seis meses de la pena, y ha solicitado se le condone el castigo, pues ha prometido solemnemente atarse las manos durante la celebración de los partidos en que actúe.
Ontañón, que alberga un corazón de oro, creemos no se negará a conceder su perdón, y de esta forma, con la anuencia de la Federación Española, García de la Puerta saltará de nuevo a los campos de fútbol a continuar dando patadas y más patadas a los balones que le pongan al alcance de sus botas.
El Betis sabrá agradecerlo, y Mariano, que, al fin y al cabo, es un buen “chico”, algo impulsivo, no volverá a repetir la “faena” en vista de cuanto le ha acontecido.
Además, todos sabemos que “de los arrepentidos”, y García de la Puerta ha hecho ferviente acto de contrición.
“¡Perdónalo, Ontañón, que no supo lo que se hizo!”