Entrevista Carlos Alarcón 1932
Carlos Alarcón de la Lastra lo fue casi todo en sus años de dedicación al Real Betis Balompié.
Sus hermanos mayores participaron en la fundación del Betis FC, y él pronto empezó a colaborar con el Real Betis Balompié en la captación de jugadores entre los diversos equipos que había en la Sevilla de la segunda década del siglo XX. Más tarde, cuando el fútbol ya se profesionalizó, a partir de 1926, lo encontramos ejerciendo de «patrón de pesca» en tierras norteñas, representando al Betis en diversos fichajes de jugadores de la prolífica cantera norteña.
Fue directivo bético en bastantes ocasiones en los años 20 y 30 y también presidente del Betis en la temporadas1919-20 y 1921-22, e incluso de la Federación Regional Sur, el único bético en una época en que absolutamente todos los demás presidentes pertenecieron a la órbita del eterno rival.
Como decíamos, Carlos Alarcón ejerció de «patrón de pesca» en los fichajes del Betis en diversas ocasiones por tierras del Norte. No fue el único directivo bético que realizó tal actividad, pues también está documentada la de otros, como, por ejemplo, Enrique Pedrós.
En esta ocasión traemos una entrevista que el diario sevillano La Unión realizó a Carlos Alarcón y que se publicó el 31 de julio de 1932. Nos da interesantes detalles sobre el fichaje de 3 jugadores vascos: Roberto Martín y Joaquín Urquiaga, del Baracaldo, y Simón Lecue, del Alavés, además de informarnos sobre intentos que se hicieron en ese momento y que no cuajaron, como el caso del delantero Ildefonso Sañudo, por entonces en la filas del Deportivo Alavés.
– ¿De regreso, querido Carlos?
– Ya usted me ve
– ¿Contento, patrón?
– La pesca no ha sido mala, al parecer. Y sacrificios no se han regateado
– ¿Qué se ha dado por Lecue? Si no es ningún secreto
– Pesetas. Bastantes pesetas. Es una buena adquisición; pero puede usted decir que ha costado 31.000 pesetas. 15.000 al jugador y 16.000 al club
– Ya es dinero
– Y así y todo hemos tenido que madrugar. La captura ha sido más laboriosa de lo que en un principio se creyó. Figúrese que llevaba la misión de traerme a ese jugador, y eso, para un “patrón de pesca”, como le llaman por el Norte al que se dedica a estos viajes de “atrapen” de contratos, es siempre una gran responsabilidad. Además, parece que le olfatean a uno sus propósitos. Con decirle que en Vitoria me negaron en principio que estuviese el jugador… Me enviaron a Bilbao, diciéndome que estaba allí con su padre. Cuál no sería mi sorpresa cuando vi en Bilbao a unos patrones de pesca del Racing de Santander, que tenían los mismos proyectos que yo con respecto a Lecue. Por fin pude cerciorarme de que, en efecto, donde estaba era en Vitoria, y allí regresé. Me senté en un bar, y cuando más desprevenido me encontraba, oigo a un chico que dice “¡Adios, pues, Lecue¡”, y sin poderlo remediar, exclamé: “¡Tierra¡”, como Pinzón en las Américas. Ya las negociaciones entraron en franca cordialidad. Hubo su tira y afloja lógico y natural, y a las pocas horas comuniqué al club el resultado de mi gestión.
– Deben ser pintorescas las gestiones de la “compra” y “trato” del equipier
– Es emocional. Como en todos los negocios a los que se dedica calor y afición en la vida. Ya usted ve, si después de la pasada temporada, no estará uno saturado de emociones favorables para el Betis. Bueno, pues cuando yo ultimé el asunto en principio con Lecue, después de las dificultades que surgieron, porque ya el club había hecho varias concesiones y había nivelado su presupuesto, entre ellos con las ventas al Sevilla, pues puede creerlo, sentí una satisfacción como si hubiéramos conseguido al club uno de los éxitos más resonantes de la temporada. Cada ficha nueva que se une a un club es un caudal de ilusiones para el deportista
– ¿Y Urquiaga y Roberto?
– También firmaron. El primero costó 20.000 pesetas, y el segundo 4.000. También hemos dado algunas pesetas por Conde, el cual nos lo ha cedido el Real Madrid.
– ¿Entonces estarán ustedes de enhorabuena?
– Es para estarlo. Y eso que no da tiempo a alegrarse. ¡Es tanto el trabajo que pesa sobre un club con los preparativos para una temporada¡ Triste sino el de los directivos; mientras el socio de número descansa de los excesos de la temporada, y se encalma en un plácido veraneo, con lógico descanso a su sistema nervioso, nosotros tenemos que asumir la máxima responsabilidad del año. La preparación de un equipo es cosa que, de no hacerse en esta fecha, se pierde la ocasión, y ¡cualquiera aguanta luego a la afición , si por casualidad se ha dormido usted y no ha logrado complacerla con un buen equipo¡
– ¿Dijeron que venía Sañudo de delantero centro?
– También estuvimos en negociaciones. Por cierto, que cuando fui a visitar al padre del jugador, que tiene un comercio, me espetó a quemarropa: “De fútbol no quiero ni oír hablar. ¿Quiere usted creer que recibo más cartas relacionadas con la ficha de mi hijo, que con los negocios que constituyen mi medio de vida?” Y es que ese jugador, hoy por hoy, es una ganga para cualquier equipo. El Oviedo creo que “cargará” con él esta temporada, según lo adelantadas que van las negociaciones.
– Buen dinerito se va a gastar el Betis esta temporada en jugadores
– Pues si no fuese más que eso… Tenemos en estudio una reforma del campo, por unos tres mil duros. Cuartos de ducha en condiciones, arreglo de la entrada general para dar cabida a tres mil espectadores más, reformas en los asientos de pista y en los palcos, agua filtrada para el riego… ¡Qué sé yo por dónde vamos a salir¡
– Pero, según leo, los socios piden en una carta que publicamos en LA UNION que le techen la tribuna del Frontón
– Me parece magnífica la idea. Pero lo que es para este año no sé de dónde íbamos a sacar el dinero. Las fórmulas económicas las tenemos agotadas con exceso. Vamos muy cerca de las cien mil pesetas de gastos para la próxima temporada.
– ¿Vale una propuesta, Don Carlos?
– Usted dirá
– Como quiera que el club no puede hacer más sacrificios, por la capacidad económica como tal directiva, ¿no cree que podría crearse entre los socios, que son los que habrían de beneficiarse de tal reforma, una especie de sociedad dentro del mismo Betis, para acometer por su cuenta la reforma y ser la encargada de recaudar las cuotas extraordinarias, y salir a responder de los contratos que tuviesen a bien hacer, siempre con el visto bueno de la actual Junta directiva?
– Algo complicada la idea; pero no quiero desilusionarlo a usted. Láncela, ¿no le parece?, a ver qué sale de todo ello.
Lanzada está. Los socios tienen la palabra. Y el simpático directivo del Betis, don Carlos Alarcón, reciba nuestra felicitación más sincera por el éxito alcanzado como “patrón de pesca” en el presente año.
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