Entrevista Jaume Sabaté 1977
De octubre de 1977 es la entrevista que traemos hoy publicada en el diario Suroeste por el periodista Manuel Ramírez Fernández de Córdoba y en la que el entrevistado es el jugador bético Jaume Sabaté.
En ella se repasan diversas circunstancias de la actualidad del momento que vivía en ese inicio de temporada el conjunto verdiblanco: cierta relajación y suficiencia en la competición liguera, que sería determinante en el balance final de la campaña, las esperanzas puestas en la competición europea de la Recopa, los arbitrajes, la lesión grave de rodilla que había sufrido tiempo antes, etc
Una interesante entrevista a cargo de Manuel Ramírez a un jugador que en sus 6 temporadas en el club se caracterizó por su entrega y rendimiento.
Unas veces le soplaron los vientos de cara y otras le dieron la espalda. Unas veces se vio insustituible y otras casi le colgaron a su dorsal el cartelito de “traspasable”. Nunca fu un divo y casi estuvo a punto de ser un “maldito” para una parte de la afición que le ponía cien ojos a sus fallos—que los tenía—y se quitaba las gafas ante unos aciertos—que también los tenía—como no queriéndolos ver. Pero las aguas volvieron a su cauce y, poquito a poco, olvidando una grave lesión y recogiendo un buen puñado de moral, este hombre se ha encontrado a sí mismo y ha trocado—por derecho más que propio—el cartel de “traspasable” por el número del líbero en un equipo que pisa fuerte desde una noche—“no podré olvidarla nunca”—en que la Copa grande se vino a casa. Jaime Sabaté, escalón a escalón, partido a partido, seriedad en fútbol serio, está—ahora mismito—en la punta del ranking que determina, y números cantan, quién es y quién no es dentro de todo un equipo.
Si no fuera por manido tópico podría hablarse de “jugador de club”; pero vamos al grano: el catalán anda en forma y lejos están los nubarrones y las miradas de cien ojos que buscan fallos, lejos también los aires de un divismo que no le cuadran a su forma de ser. Lo dejo en un punto medio: un profesional—y no creo que nadie lo discuta—como la copa de un pino…
– Estoy en un buen momento. Es cierto. Esto se resalta porque el equipo está bien, muy bien
– Equipo aparte, pregunto por Jaime Sabaté…
– Mira, después de la Copa, después de superar la lesión, comencé con buen pie. Se coge moral, los ánimos vuelven; actualmente me encuentro en un momento óptimo tanto físico como síquico.
– ¿Tu mejor momento en los verdes?
– No creo. Excepto hace dos años que tuve una temporada desastrosa, ésta ha sido mi línea en el Betis. Esta es mi forma
– ¿Hasta qué punto influye el banquillo?
– Con Iriondo se ha recobrado la tranquilidad y la confianza en el campo. No hay miedo al fallo o, por lo menos, no hay miedo a que un fallo sea determinante en un partido. Antes, un fallo determinaba más y se salía al campo con–¿cómo te podría decir?—un exceso de responsabilidad
– Con exceso de responsabilidad y con exceso de respeto a los equipos grandes. Los equipos grandes eran impasables por el Betis del tito Ferenc…
– A los grandes siempre se les respeta. Lo que ocurría era que se jugaba con otro sistema; más pensando en cómo quedar que en ganar. Ahora lo hacemos amarrando más, con más fe en nuestras posibilidades
– ¿Se jugaba con Szusza, en cuanto a los grandes, con demasiado miedo?
– Había temor, mucho temor. Un temor que, muchas veces, era injustificado…
– ¿Un temor que ahora no existe?
– Es distinto. Iriondo conoce muy bien la idiosincrasia y el temperamento español, así como los detalles del juego del contrario a nivel individual. Cada maestrillo tiene, en esto, su librillo. Yo me quedo con Rafa Iriondo a la hora de cómo plantear los partidos
– Y el asunto marcha…
– Toso es producto de la confianza de todos, no sólo mía. Otros jugadores también estaban nerviosos e intranquilos. Ahora salimos con una moral que parece como un “maná” que hubiese caído de la noche a la mañana
– De la confianza, Jaime, se puede pasar a la suficiencia. En Santander,,,
– Tal como se presentó la cosa nos faltó un poco de ambición, pero ten en cuenta que influyó bastante el partido de Milán y los viajes. Nos están jugando muy serio y eso se refleja en la colectividad
– Se habla de cansancio en el equipo
– ¿Cansados? No. Lo estuvimos un poco en Santander, pero no podemos estar cansados, ni lo estamos, a principio de temporada
– Me refiero más al aspecto síquico que al físico
– No es cansancio. Sí puede haber, y lo ha habido, relajamiento. Esto es normal que ocurra después de una eliminatoria difícil. Le pasa a todos los equipos
– Pero este relajamiento os costó un punto el domingo
– No fue por suficiencia. Nos faltó nervio para terminar las jugadas. En el primer tiempo pudimos resolver. Aparte de esto, el Hércules jugó bastante. Pienso que es la primera vez que ha venido a Sevilla a jugar y no a encerrarse. Acertaron en un gol y…Pero no creas, nosotros no salimos al campo a menospreciar a nadie. Ni mucho menos
– Hasta ahora imbatidos…
– A ver si dura y batimos algún récord, ¿no?
– Estás jugando. Y lo estás haciendo con un suplente, Muhren, al que todos llamamos un lujo…
– Hay que aclarar que Muhren es centrocampista. Se acopló atrás a raíz de mi lesión y estuvo bien. Después salí yo en la Copa. No me fijo en los suplentes. Yo salgo al campo todos los domingos a examinarme y procuro sacar la mejor nota. Esto es lo interesante.
– Una nota, sobresaliente, que se está repitiendo mucho
– Yo procuraré que al final de la temporada pueda contabilizar un alto rendimiento. Quiero llegar a altas cotas de rendimiento
– Te queda un año de contrato. Parece que la parte de la afición que quería caras nuevas para tu dorsal, piensa menos en ello…
– Mucha gente siempre quiere caras nuevas. Ocurre algunas veces que no se le da importancia a lo que se tiene, y por favor que no se piense que digo esto por mí, y se aprecia más la novedad. Las caras nuevas son siempre una constante, aunque después, muchas veces, se tiene que volver a lo antiguo porque es mejor
– Te oí hace poco decir que influían tres cosas para los éxitos o fracasos de un equipo: lesiones, arbitrajes y suerte. Hablemos de los señores de negro…
– Hasta la fecha estoy contento en general con los arbitrajes que se están haciendo esta temporada. Yo tengo una opinión en este punto: no quiero que me regalen nada en casa, ni que me quiten nada fuera
– ¿Cómo se está arbitrando?
– Creo que más correctamente que en anteriores temporadas. Se está aplicando mejor el reglamento, aunque no se haya conseguido todavía la deseada equidad entre os equipos grandes y los chicos
– Vayamos a casos concretos. ¿Qué prefieres: un De Sosa Martín o un Sainz Elizondo?
– Ni lo uno ni lo otro. Ni contemporizador ni excesivamente autoritario. Si lo primero no es deseable, lo segundo tampoco. El árbitro, en este último caso, está para arbitrar y no para provocar a los jugadores y al público
– Quiero nombres. ¿Cuál es el mejor árbitro para ti?
– Para mí el mejor era siempre Franco Martínez
– ¿Por qué dices “era”?
– Porque me decepcionó en el partido que nos arbitró en Zaragoza el año pasado
– ¿Y ahora?
– Sánchez Arminio y Burgos Núñez
– Pes Pérez tuvo el otro día aplausos en el Nou Camp…
– No lo he visto pitar. No puedo decirte nada
– ¿Y el resto?
– El resto tiene cierta tendencia, más o menos acusada, al caserismo
– Los jugadores tenéis que conocer a los árbitros. Si es así, no me explico qué os pasó con De Sosa. Sabíais, o debíais saber, que este hombre sacaba la tarjeta…
– Hasta por respirar. Es cierto; debemos conocerlos y los conocemos como ellos nos conocen a nosotros. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que son momentos de muchos nervios y hay que saber controlarse. Hay algunos árbitros que juegan con los nervios de los jugadores y eso no debe ser
– Dejemos los árbitros y vayamos a Europa. El Lokomotive Leipzig está a días vista…
– Estoy convencido de que vamos a eliminarle
– ¿Cómo?
– Sí. Creo que vamos a eliminar a esta gente, aunque sé que es un equipo difícil, que tiene buenos y fuertes jugadores y no fácil de combatir
– ¿Y entonces?
– Porque nuestro equipo está responsabilizado y convencido de que vamos a pasar la eliminatoria
– ¿Qué resultado hace falta allí?
– No me meto en el resultado ni de allí ni de aquí. Lo que estoy convencido es de que el Betis seguirá en la Recopa
– ¿Hay la misma moral para la Liga?
– En la Liga vamos a procurar seguir con regularidad y clasificarnos lo más alto posible
– Lo más alto posible, pienso, no puede estar más bajo de los cinco primeros…
– Hay que contar con los demás que también juegan e influyen las circunstancias, pero…
– Y la afición como loca…
– La confianza o desconfianza del jugador se refleja en la grada y al revés
– ¿Se nota abajo?
– Se nota porque te chillan menos. Lo principal es que te chillan menos
– ¿Duelen los chillidos?
– En casa, los chillidos de casa parecen puñales. Fuera no me preocupan lo más mínimo
– ¿Has pasado muchos momentos tristes en el Betis?
– El mayor de todos fue cuando me dijeron lo que tenía en la rodilla; me vine muy abajo porque no había tenido una lesión grave nunca; me vino ésta y me desmoralicé
– ¿Está olvidada?
– Totalmente. Es más, pienso que estoy mejor que cuando la tenía buena
Hay muchos temas y ya poco tiempo. Habrá ocasión de volver a los mismos si sus predicciones—seguir en Europa—y sus deseos—estar arriba en la Liga—se cumplen. Mientras tanto…que la afición no chille mucho. Ya sabe lo que esos chillidos suponen abajo: puñales…