Entrevista José Quirante 1947
Para la campaña 1947-48, la primera del Betis en Tercera División, la directiva presidida por Manuel Romero Puerto confió la dirección técnica de la primera plantilla a José Quirante Pineda.
Este no era ningún novato en el mundo del fútbol, pues jugó en la primera década del siglo XX tanto en el FC Barcelona como en el Real Madrid. Tras dejar los terrenos de juego inició una amplia carrera de preparador que le llevó a los banquillos del Unión Sporting, Real Madrid, Sevilla, Murcia, Nacional, Imperio, Hércules, Málaga, Cádiz y Constancia. En la campaña anterior a su llegada al Betis había entrenado al Palencia, con quien se proclamó campeón del grupo segundo de la Tercera División.
Era por lo tanto un técnico con un amplio bagaje y con experiencia en la Tercera División, lo que indudablemente influyó en su contratación. El miércoles 20 de agosto los jugadores béticos iniciaron los entrenamientos en el campo de Heliópolis con el objetivo de ponerse a punto para el estreno de la temporada oficial en Talavera de la Reina el 21 de septiembre.
Antes de eso se iban a disputar amistosos contra la Olímpica Jiennense, entrenada por Andrés Aranda, y el Antequerano. Con esas perspectivas se publicó en el diario Sevilla esta entrevista el 30 de agosto, el día anterior al estreno en Heliópolis contra el equipo jiennense, a cargo del periodista Emilio Vara.
Todos los equipos de fútbol han comenzado ya sus entrenamientos con vistas a la próxima temporada.
Ayer mañana estuve en Heliópolis. Los jugadores béticos hacían ejercicios bajos las órdenes de su entrenador, señor Quirante.
Terminada la clase saludé al preparador en los vestuarios:
- ¿Qué, va mejor la cosa?
- Sí. Ya van adquiriendo agilidad los músculos. Con su poquito de paciencia todo llega.
- ¿No puede aún hacer un juicio sobre los elementos de que dispone?
- No, es demasiado pronto. Todavía no los conozco bien. Hasta después del partido con la Olímpica Giennense no podré hacerme una idea de la valía de cada jugador. Lo que si le puedo asegurar es que el Betis jugará al fútbol en la próxima temporada
- Suponiendo que los jugadores den rendimiento, ¿no?…
- Los jugadores siempre dan rendimiento. Lo importante es saber encontrar ese rendimiento. No me importa que los jugadores que tenga sean buenos o malos. Los voy a enseñar a jugar al fútbol, y jugarán al fútbol. Nada de juego violento ni de escenas en el campo. Son dos cosas que las detesto por completo. Aquí en el Betis, como en los otros clubs que estuve, formaré un equipo conjuntado, bien acoplado y sin “genios”, que dará grandes tardes de fútbol en los campos donde juegue. Al mismo tiempo se conducirá con la máximo corrección dentro y fuera del terreno de juego.
- Observo que es partidario del juego de conjunto y no de las individualidades
- Desde luego. No soy partidario de los fenómenos. Es mucho más importante y más efectivo que todos jueguen para todos
- Tiene mucha confianza en sí mismo, ¿verdad?
- Sí, ¿para qué voy a negarlo?. Durante veinte años que vengo dedicándome a la labor de preparar equipos he empleado siempre la misma táctica, y nunca me falló. No creo que fracase ahora que me he hecho cargo de un club en el momento más crítico de su historia. Tengo muchas ilusiones y mi único deseo es llevar al Betis a la Segunda División. Naturalmente espero que todos nos ayuden a conseguir este propósito. Sobre todo es necesario que la afición no deje de prestar su apoyo al equipo en estos momentos difíciles que es cuando más lo necesita. Y al hablar de la afición no me refiero únicamente a la bética, sino a todos los aficionados de Sevilla. En esta ciudad hay ambiente para tener dos clubs en Primera División, y sería una lástima que no se lograra por una rivalidad mal encauzada. Precisamente al Sevilla es al primero que le debe interesar que el Betis suba a la División de Honor. Habría más afición, como consecuencia de una rivalidad más acentuada. Rivalidad siempre desde el punto de vista deportivo, y no en el terreno particular. Usted me entiende, ¿verdad?
Naturalmente que lo entendí. Seguro que ustedes también sabrán comprenderlo.
Fuente: Emilio Xavier en Sevilla, 30 de agosto de 1947