Entrevista José Ramón Esnaola 1974
La pasada semana iniciamos una serie de artículos relacionados con José Ramón Esnaola. En esta semana también le dedicaremos varios a uno de los grandes referentes en la historia del Real Betis Balompié.
Vimos el pasado viernes el penalti que detuvo a Angel Villar en San Mamés en diciembre de 1974.
En esa misma semana de hace cai 40 años José Ramón Esnaola fue entrevistado en las páginas de AS por Justo Andrés, el corresponsal en Sevilla del diario deportivo madrileño.
La entrevista se centra en el penalty detenido en San Mamés, así como la trascendencia de los puntos obtenidos ante la visita del Barcelona de Johan Cruyff a Heliópolis días después.
José Ramón Esnaola no necesita detener un penalty para consagrarse como uno de los mejores guardametas españoles. Aunque sea en ocasión de haberlo detenido el pasado domingo a Villar en San Mamés una máxima pena, y por las circunstancias que concurrían en el partido, por lo que salte al primer plano de la actualidad.
Desde su incorporación a la plantilla del Real Betis, Esnaola es pieza clave en el conjunto sevillano. La rentabilidad de su fichaje está ya más que garantizada y amortizada, y pese a que fue unos de los traspasos más caros del fútbol español, de jugadores españoles de hace dos temporadas, ha sido ya para el Betis un jugador barato.
– ¿Faltaste muchos partidos?
– Alguno, quizás, pero muy pocos. No recuerdo exactamente, pero, por fortuna, no he tenido lesiones y he podido rendir.
– Con ocasión del penalty que detuviste el domingo en Bilbao se habla ahora de lo fácil o difícil que esto resulta
– Siempre es difícil. Un penalty es muy difícil detenerlo. Influye en ello la suerte, en intuir la dirección del balón, en que uno llegue a tiempo aunque lo haya intuido, en que si se rechaza pueda recuperar la pelota… En fin, muchas causas
– ¿Detuviste muchos en tu vida?
– Algunos. No recuerdo exactamente el número. Hubo alguno que detuve a jugadores que no solían fallarlos, como Luis, Irureta, etc Pero tengo que decir que la verdad es que fueron más los penalties que entraron que los que detuve en mi vida profesional
– Este verano, sin embargo, en el Trofeo Ciudad de Sevilla…
– Es verdad. Tuve mucha suerte. Creo que detuve casi una serie completa de cinco, pero insisto en que es la suerte
– Volviendo al penalty de San Mamés, ¿sabías que lo iba a tirar Villar al sitio donde fue?
– No. Ni siquiera sabía quién lo había tirado. Creí que iba a ser Carlos. Después de haberlo detenido me enteré que había sido Villar. Yo pensé que iba a lanzarlo por mi derecha y me lancé, quedándome con el balón.
– ¿Qué sentiste entonces?
– Una tremenda emoción. Yo, en cierto modo, estaba tranquilo, porque faltaban muy pocos minutos para el final y ganábamos por uno a cero. Pensé que si entraba, conseguíamos de todos modos el empate, que era un buen resultado. Por eso estaba tranquilo.
– ¿Qué te dijeron el entrenador y tus compañeros?
– Todos me abrazaron. Para nosotros era muy importante. Yo pensé, eso sí, que si conseguíamos los dos puntos ya no era tan preocupante para nosotros la visita del próximo domingo, que juega en el Villamarín el Barcelona. Jugar con un positivo es muy diferente a hacerlo con un negativo. Por ello para el equipo han sido importantísimos estos dos puntos. Ya lo era el empate, mucho más la victoria.
Lógico es que preguntemos ahora a Esnaola por ese partido del próximo domingo en que juega frente al Barcelona.
– ¿Frenará el Betis al conjunto azulgrana?
– El Barcelona es un adversario peligroso. No hace falta que lo diga yo ahora. Además, está metiendo goles dentro y fuera. Y en el partido del domingo pasado, frente al Celta, reestructuró su línea defensiva. Pero precisamente esta última victoria nuestra en Bilbao nos da otra perspectiva, y estoy seguro de que vamos a dar guerra al Barcelona, porque todo el equipo está con una gran moral. Y en cuanto a juego, vamos a más, como se demuestra por los resultados.
El héroe de San Mamés, el artífice de la victoria en Bilbao, está contento y satisfecho de su hazaña y del comportamiento del equipo. El empate estaba ya asegurado. Y la victoria se produjo porque el guipuzcoano intuyó la dirección del balón que impulsaba Villar…
Fuente: Justo Andrés en AS 5 de diciembre de 1974