Entrevista Luis Carriega 1980
Esta entrevista se publicó en noviembre de 1980. Era la segunda temporada de Luis Carriega al frente del equipo bético y, después de la brillante campaña anterior, la exigencia era superior. Y lo era, entre otras cosas, porque el Betis tenía un muy buen equipo, en el que se conjugaban jugadores ya veteranos ( Esnaola, Cardeñosa, Biosca, López, Bizcocho o Benítez) con otrs que habían renovado la plantilla pero con una alta calidad ( Morán, Diarte, Ortega o Peruena).
Un Betis que hizo a lo largo de la temporada un fútbol brillante que le llevó a codearse con la parte alta de la clasificación, pero que dio la de arena en partidos fáciles teóricamente, como el perdido en La Romareda al que en la entrevista se alude.
Carriega había sido anteriormente entrenador del Sevilla, a lo que también se hace mención en la entrevista.
No ha cambiado ni su talante ni su predisposición al optimismo, ni la seguridad en sí mismo que le caracterizó siempre. Pero a Luis Cid Carriega no le sentó nada bien esa derrota del domingo pasado en La Romareda, esa especie de parón que le ha dado a un Betis, que subía como la espuma, el recuperado Zaragoza.
– Un resultado positivo hubiera sido importante, hablando de la clasificación, pero habría resultado apoteósico para la visita que tendremos el domingo, nada menos que el Real Madrid
Así se lamentaba el “gallego sabio” después del frenazo. Necesariamente había que recordarle que se pusieron muchas ilusiones en que el equipo regresara victorioso. Los aficionados estaban ya haciendo cálculos… Me interrumpe Carriega
– Mira. Creo que ya conozco a la afición bética. Es una condición que la hace peculiar. Su optimismo de siempre. Si pierde el equipo dicen: “Bueno, pues el Betis es el mejor del mundo”. Es una afición explosiva, entregada a su club, que no ve nada más que lo bueno. La victoria en el campo del Barcelona y los cinco goles de la jornada última en el Villamarín hicieron que ya vieran muchos aficionados al Betis campeón…
– ¿Y Carriega no lo ve así?
– Yo tengo los pies sobre la tierra. Claro que veo al Betis campeón. Pero no se puede vivir sólo de deseos e ilusiones. Mi obligación es sumar puntos y llegar lo más lejos posible. Subir lo más posible en la clasificación. Imagínate si es al primer puesto…Pero yo pienso en los resultados y en el Betis. Por eso, me ha decepcionado tanto el registrado en Zaragoza, donde dimos la de arena. Nos salió un mal partido y, claro, no es lo mismo recibir al Real Madrid con cuatro o cinco positivos…
– ¿Acaso piensas que el Real Madrid se llevará alguno?
– Eso no puedo ni pensarlo. ¿No fui a Zaragoza creyendo y convencido de que allí se iba a ganar? Siempre pienso en ganar. Pero es que, además, te digo con el corazón en la mano que el Betis está en condiciones de ganarle al Madrid. Creo, de verdad, que se le puede ganar. Otra cosa aparte es mi admiración por el Real Madrid, como club, como equipo, por su estilo y dirección… Si el Betis juega como venía haciéndolo antes del partido de Zaragoza, ganamos seguro. Por eso creo que se va a ganar. Luego, llegará la hora, comenzará a rodar el balón… y ya se sabe
– ¿Qué quiere Carriega del Betis? ¿Vino con afán de revancha para vengarse de cómo pudieron tratarle en el Sevilla?
– De eso nada. Me agrada que me preguntes por esto, por si alguien ha podido pensar de alguna manera… Cuando me fui de Sevilla no soñaba volver. Pero los del Betis, algunos amigos, me llamaron en un momento psicológico importante. No me trajo ninguna revancha. Sencillamente, el amor propio. Tenía que demostrar muchas cosas que no pude conseguir con el Sevilla, por cosas que ahora sería muy largo de enumerar y que ahora espero alcanzar con el Betis. Pero de venganza o revancha, nada. Tengo que decir que respeto y admiro a la afición sevillista. Y los respeto porque yo también he sido respetado cuando he venido al Betis.
– ¿El partido de Copa con el Sevilla, Luis?
– Algo lamentable. La Copa nos ha jugado una mala pasada a los dos. Uno de ellos tienen que quedar, necesariamente, apeado. Yo pienso que pudo evitarse, si los dos eran cabeza de serie, y había otros equipos en la región. No se ha tenido en cuenta la rivalidad… En fin, ya no tiene remedio y hay que afrontar el lance. Pero la verdad, tener que jugar tres veces, los dos de Copa y el de Liga, en menos de un mes los dos eternos rivales es demasiado
No hay alineación para el domingo. Es lógico.
– Déjeme pensarlo un poco. Trabajar con los chicos, saber algo más de los planes del Real Madrid. Hasta el viernes o el sábado no habrá ni concentración ni equipo
– ¿La baja de Lobo Diarte, si es sancionado?
– Es importante. No hay que decirlo. Es un hombre que ha ido entrando en el juego, que se ha ido recuperando y que iba a más. Quiera Dios que esto no sea un parón, porque nos venía ya dando un resultado espléndido. Pero sí, es una baja sensible ante un rival como el Madrid. Habrá que compensarlo con otro sistema de juego. Ya se verá…
– Desde alguna dirección se ha asegurado que la plantilla del Betis es mayor, vamos, algo vieja, muy madura, que hay que renovarla…
– La palabra viejo no la admito. Ya sabes que en la vida hay jóvenes viejos y viejos que son siempre jóvenes. En el Betis hay una madurez, eso sí, a la que se le podría poner reparos. Pero observarán cómo están rindiendo los más veteranos. Todo es cuestión de saber trabajar con ellos. Algunos tenían psicosis de que estaban acabados, y con nuestro métodos han salido a flote y se comportan como chavales de dieciocho años. Ciertamente el Betis tiene que pensar en el futuro y con ello está trabajando, pero, hoy por hoy, tiene un presente, para mí, espléndido.
– ¿Tus relaciones con los jugadores, con los directivos, con los aficionados?
– No te vas a creer si te digo que el trato que estoy recibiendo en el Betis supera todo lo que me ha ocurrido en mi vida deportiva. Es algo que me emociona. En ese aspecto funciona de maravilla. La afición es, como todos sabemos, muy suya. Y en cuanto a los jugadores, tengo que decir que la calidad humana de la plantilla es extraordinaria. Sí, es un grupo de jugadores con calidad contrastada, es un colectivo humano de una gran categoría y quizás de más calidad.
Por todo cuanto nos ha dicho Luis Cid Carriega, — “Ahora estoy en la gloria, porque tengo aquí, en Sevilla, en mi casa, reunidos a mi esposa y a todos mis hijo”—se le ve satisfecho, contento, orgulloso de su trabajo y del rendimiento del equipo y, sobre todo, esperanzado. El mejor capital de un hombre es “tener” esperanzas. Carriega, ojos iluminados, respuesta pronta, sincera, amable y caballerosa, tiene muchos amigos en Sevilla…
Fuente: Justo Andrés en AS 12 de noviembre de 1980