Entrevista Vicente Montiel 1958
Con ocasión del ascenso del Betis a Primera División en 1958 el semanario Africa Deportiva publica un número especial dedicado al club verdiblanco el 9 de Junio de 1958 y en el que se entrevista a numerosas personas ligadas al Betis.
Una de ellos es Vicente Montiel Cortés, quien en esa temporada 1957-58 había entrado en el club como practicante masajista con tan solo 25 años. Nacido en Trigueros en 1932, falleció en Sevilla en 1999, después de toda una vida dedicada al Betis y al deporte, llegando incluso a ser el masajista de la selección española.
He aquí una de esas personalidades en las que no suele reparar el aficionado. La menos espectacular acaso de un equipo, pero valiosísima a la hora de inspirar confianza lo mismo al jugador que al entrenador. Se trata de Vicente Montiel Cortés, practicante-masajista del Real Betis. Es muy reciente en el equipo, un año justo de antigüedad, pero su labor ha estado llena de efectividad. Vulgarmente se conoce a los que ejercen su profesión como los del «agua milagrosa». Sin embargo, el cometido tiene mucha mayor complejidad.
– Cualquier masajista que aplicase igual procedimiento a todos los jugadores fracasaría. Incluso para esto, aparentemente tan sencillo, es también obligatorio desarrollar algo de psicología. Con dos sesiones semanales a cada jugador no está bien cubierta la papeleta. Al principio sí. Después no. A medida que avanza la temporada hay que ir dosificando la intensidad a unos más y a otros menos. Es una forma externa de la Medicina, pero que también repercute en el interior. Como todo. Por eso he de estar en constante relación con el médico del equipo, que es quien nos aconseja el tratamiento adecuado.
– Hablemos de la ficha médica de los jugadores, si le parece
– Está formada por la recopilación de datos obtenidos de la revisión general que el médico de la entidad hace a todo el mundo al comenzar la temporada. Tiene por objeto orientar al entrenador para que obre en consecuencia y pueda dar a cada uno el entrenamiento adecuado a sus condiciones. En tal ficha se hace constar antecedentes familiares y personales, años del futbolista, peso, talla, perímetros y, en fin, todas las características constitucionales de cada uno.
-¿Cuál es el que posee mejores cualidades físicas?
-En la plantilla actual del Betis existen verdaderos atletas. No puedo destacar a ninguno, pues todos los que han intervenido no sólo han mantenido el ritmo de velocidad y fondo de principios de temporada, sino que han ido a más partido tras partido.
– Alguno habrá necesitado una más intensa vigilancia médica ¿no?
– Todos al mismo nivel. Periódicamente el médico internista de la Sociedad los ha sometido a revisión médica. Es de destacar el servicio del doctor don José María Cortés como traumatólogo y del doctor don José Antonio del Barco Calzadilla como internista.
– ¿Sinsabores de la profesión?
– Muchos. Un masajista de equipo está en constante tarea. Vigilar a sus muchachos exige una verdadera tensión, porque a veces depende de un masaje mal practicado el escaso rendimiento en el campo. Después hay un factor que no puede ser pasado por alto y es que un masajista es también un «hincha». En la banda el sufrimiento es constante. Sin embargo, no se deben perder los nervios.
– ¿Y ahora?
– He olvidado todas las preocupaciones anteriores. El caso no es para menos. Estamos en Primera División y, si Dios quiere, permaneceré junto al Betis. Esta satisfacción no debe ser agradecida más que a don Benito Villamarín y al señor Barrios, que han brindado a la afición sevillana el sueño hecho realidad de muchos años. En la nueva División todo el mundo habrá de extremar sus esfuerzos, si es que se desea hacer un papel digno como corresponde a su historial.