Fallece Timimi 1960
El 26 de Enero de 1960 fallecía en su ciudad natal de Las Palmas Pedro González Suárez, Timimi, a la edad de 49 años.
Sus últimos años de vida no fueron fáciles, pues prácticamente vivía de la caridad pública. Su carácter difícil y su genialidad se mezclaron a lo largo de toda su carrera deportiva a través de los diversos equipo en los que estuvo: Real Victoria, Betis, Real Madrid y Recreativo de Granada, aunque fue en el equipo bético donde se consagró para toda la vida.
ABC de Sevilla daba cuenta de la triste noticia en sus ediciones del 28 y 29 de Enero.
De la prensa canaria valga este testimonio de Antonio Lemus en Diario de Las Palmas el 28 de Enero de 1960, en el que rinde homenaje a uno de los grandes futbolistas canarios de la historia. Por otra parte, su nombre siempre irá ligado a la época más esplendorosa en la historia del Real Betis Balompié.
Ha muerto un maravilloso jugador de antaño
Timimi, el que fue maravilloso jugador, acaba de morir olvidado y en la indigencia. Hace ya bastantes años que vivía prácticamente de la caridad pública. Daba pena verle, si se evocaba siquiera por un momento la gloria de su pasado, en el que fue, en los tiempos anteriores a la guerra, ídolo de miles de aficionados sevillanos y uno de los grandes extremos españoles de aquel entonces.
Era el de Timimi un caso desgraciado y sin arreglo posible. Olvidó a su tiempo que la juventud también termina y con ella el fútbol, apto sólo para hombres jóvenes. Es cierto que Timimi no vivió la época dorada del profesionalismo, de grandes fichas, pero pudo ser otra cosa, incluso en la misma Sevilla, donde aún le recordaban y hasta le propusieron volver con un empleo. Su imagen derrotada era toda una lección, desagradable desde luego, para todos nuestros actuales futbolistas, para los excesivamente alegres e irreflexivos, llevados casi siempre a un final malo aunque estos sean ya los menos, como bien señala Escartín en un reciente artículo. Y es que hoy la mayoría hallan en el fútbol los cimientos del futuro de su vida.
Con Timimi desaparece uno de los jugadores canarios más brillantes de inolvidable época. En estos días, curioseando en las viejas colecciones de ABC que tiene la biblioteca de nuestro periódico, hallamos multitud de estampas gráficas, en espacio de honor, del que fue sensacional extremo, en el que brillaba su endiablada velocidad, su temperamento y su gran técnica. El de los goles a Zamora, algunos prodigiosos, y que aún en Sevilla se rememoran, el que no podía anular Quincoces, el que le dio los más importantes triunfos al Betis en su época de campeón de la Liga, en la temporada 1935-36… Fue la última temporada antes de la guerra. La de la gran delantera bética en el viejo campo del Patronato, con Timimi, Adolfo (o Rancel), Unamuno, Lecue y Saro. Y la última gran campaña de Timimi.
En la memoria de los aficionados béticos de entonces, Timimi siempre será recordado porque fue un jugador privilegiado, uno de los hombres más representativos en etapas de gloria de aquel club, una pieza maestra en su ataque, extraída de la fantástica cantera canaria de entonces. Un jugador que estuvo en la cumbre de la admiración y de la gloria y al que han llevado al cementerio de Las Palmas, en una de estas tardes frías de enero, apenas sin acompañamiento.
Antonio Lemus en Diario de Las Palmas 28 de Enero de 1960