Historia de la Liga 1934-35 (II), de Martínez de León
Ya vimos hace dos semanas la primera entrega de los dibujos que Andrés Martínez de León publicó en AS con motivo de la conquista del título de Liga por el Betis.
Vamos ahora con la segunda, que se publicó el 3 de junio de 1935.
En esta ocasión el terrible adversario es el Athletic de Bilbao, caracterizado, en clave de humor, como el terrible monstruo de la ría bilbaína, una reminiscencia del monstruo escocés del Lago Ness.
I. En la ría de Bilbao existía, de mucho tiempo ha, un monstruo famoso, mucho más monstruo y mucho más famoso que el de Loch Nes. Los bilbaínos estaban locos con su monstruo, y se pasaban las horas muertas contemplándole.
II. Una noche, oscura como boca de lobo, llegaron unos hombres a la orilla de la ría, y bien pronto un silbido penetrante llenó de inquietud las tranquilas aguas, que se abrieron para dar paso a la espantable fiera: «¿Qué me queréis?», preguntó. «Que mates «ar Beti». «¡Voy¡», fue la única contestación del monstruo
III. Pero como no era cosa de presentarse en Sevilla, que se ríe por «ná», tal y como estaba el dueño de la ría bilbaína, se acordó disfrazarle. Dicho y hecho. Un bigote, un paraguas, la gorra regional y un pato fue todo su indumento ¡ A Sevilla ¡
IV. España, de punta a punta, se conmovio de terror, y las gentes, en tropel, buscaron a Oselito: «¡Osé» de mi «arma», quítate «der » medio¡ ¡ «Ná meno» que el Athletic de «Birbao» ha «jurao matá ar Beti»¡ ¡Escóndete en donde «pueas»; pero pronto, que te come a tí también ¡ ¡ «Sárvate» ¡
V. Hay que confesar, en honor de la verdad histórica, que el simpático «Osé» tembló de pies a cabeza; pero… «er Beti», no. «Er Beti», que nunca había vencido «ar» monstruo, lo venció esta vez. ¡ Alguna vez habría de ser la primera ¡ Después lo persiguió hasta la misma ría y le habló de tú.
VI. Hizo más. Le quitó el bigote y regresó con él a Sevilla, entrando en ella rodeado de chiquillos, y con Oselito gritando detrás: ¡ Vengan más «monstruo» ¡ ¡ Viva mi «Beti», que «e er» más feo, pero «er» que tiene más salero «der» mundo ¡ ¡ Vivaaaa ¡