La doble suspensión del Celta-Betis en 1977

«Aquí se vive en la incertidumbre y si se jugará o no el encuentro entre el Betis y el Celta. Desde ya podemos asegurar que si esta madrugada continúa lloviendo como lo hizo en la anterior, el partido será suspendido por el colegiado Antonio Borrás Del Barrio. Este mediodía continuaban los bomberos achicando agua. Los aledaños del Estadio estaban completamente anegados, lo que sólo permite el acceso a las gradas de preferencia, tribuna, marcador general y, por la parte izquierda, al sector de las gradas de río. Las gradas de sol estaban completamente neutralizadas en sus accesos. Por lo tanto, la Junta Directiva del Real Club Celta estaba pensando qué solución darle al problema. Porque continúa lloviendo, no con la intensidad con que lo hizo durante la madrugada, pero hace prever que continuará durante toda la noche. Por lo tanto, ni el más optimista confía en que el partido pueda celebrarse. No obstante, la última palabra queda a criterio del colegiado Antonio Borrás Del Barrio».
Con esta claridad se manifestaba el domingo 20 de febrero de 1977 el corresponsal del diario Marca en Vigo Marcelo Otero, sobre la más que probable suspensión del partido que ese día, a partir de las 16,30 horas, debían de disputar en Balaídos Celta y Betis ante el desbordamiento del río Lagares.
Y a continuación daba las claves de lo que estaba sucediendo: «Hace cinco meses que llueve en Vigo. Tal vez se registre la máxima del siglo en cuanto a precipitación, pero esto, lógicamente, no es un paliativo. Se construyó una nueva carretera Vigo-Bayona. Se dejó el antiguo puente y la carretera debajo del nuevo puente, lo que provoca por lógica consecuencia, como en su día denunció Marca, un estancamiento del río y de esta forma no puede desembocar en el mar, provocando los desbordamientos. También, como en su día puntualizamos, infinidad de industrias que en los últimos años fueron creciendo a la vera del río, depositan todo tipo de desperdicios achicando el cauce del mismo y creando el problema de los desbordamientos. Han pasado cinco meses y todo continúa igual.»
A las 14,45 el colegiado tomaba la decisión de suspender el partido, después de comprobar que en el terreno de juego había exactamente un metro y medio de agua que cubría todo el terreno de juego, a excepción de las zonas del área que daba a la grada de marcador. A las cinco de la tarde se reunieron los delegados de ambos partidos, Jesús Puerto Gómez por el Betis y Joaquín Fernández Santomé «Quinocho» por el Celta, junto con el colegiado, dando por aplazado el encuentro hasta el próximo martes a las cuatro y media de la tarde.
El lunes 21 se intensificaron las tareas de achique del agua acumulada en el recinto deportivo. Un grupo de 6 bomberos municipales, más 8 de la Escuela Naval Militar, con la ayuda de los empleados del Celta, trabajaron hasta sacar todo el agua acumulada. Por otra parte, en la margen del río Lagares se había hecho durante la mañana un enorme muro de contención, de 2 metros de espesor, con tierra y piedras.

Con media entrada en el campo de Balaídos y sin aparente agua el colegiado dispone que se juegue el encuentro. Un fuerte chaparrón desde media hora antes del partido recibe a los equipos, antes de que crucen las pasarelas que dan acceso al terreno de juego. Un par de motobombas al pie del campo recuerdan los intensos trabajos efectuados para achicar la piscina.

Por el Celta forman Fenoy, Santomé, Manolo, Navarro, Villar, Juan, Mori, Igartua, Doblas, Félix y Sanromán. Por el Betis Esnaola, Bizcocho, Biosca, Sabaté, Cobo, López, Muhren, Benítez, García Soriano, Megido y Gordillo.
El estado del terreno de juego no permite el más mínimo control del balón, convirtiéndose el partido en una serie de patadones al balón y a correr. Comienza de nuevo a llover y el campo se transforma en un lodazal, los jugadores de ambos equipos se confunden ( el Betis jugó con camiseta verdiblanca y calzón negro) y las rayas del campo desaparecen entre el barro. La jugadas de contacto y choque se suceden y la ocasión más clara llega con un cabezazo de Alfredo Megido al poste en el minuto 27.
En el minuto 40 el colegido Borrás del Barrio llama a los dos capitanes y decide la suspensión del encuentro ante la imposibilidad de continuar el partido con unas condiciones mínimas de visibilidad. Los célticos se enfadan y protestan la decisión, mientras que los béticos emprenden rápidamente el camino hacia las duchas.

El partido definitivamente se completó el miércoles 6 de abril y el resultado fue el 0-0 inicial.