La ola del Villamarín 1997
31 de mayo de 1997 Jornada 40 del Campeonato de Liga de Primera División. A falta de 3 jornadas para la finalización de la Liga el Betis recibe al Sporting de Gijón. El equipo es tercero a 10 puntos del Barcelona, por lo que ya no lo puede alcanzar, y el único aliciente está en conseguir la tercera plaza, que se disputa con el Deportivo. Pero ser tercero o cuarto es indiferente, pues en esta temporada a la Liga de Campeones sólo acuden los dos primeros clasificados, y la clasificación para la competición europea está asegurada, ya que a la Copa de la Uefa acuden el 3º, 4º y 5º.
Pero no será ésta la vía de clasificación del Betis para la competición europea, sino su participación en la final de Copa prevista para el 28 de junio contra el FC Barcelona que, al estar clasificado para la Liga de Campeones, deja el puesto de la Recopa para el Betis, independientemente del resultado que se produzca.
El Betis desde el mes de abril está clasificado para la final, tras eliminar en semifinales al Celta en Balaídos, como ya vimos aquí.
El partido sí es importante para el Sporting de Gijón, que se halla a 2 puntos de la zona de descenso. Este año descienden 4 equipos, con la intención de volver a los 20 equipos en Primera División, tras el incremento que se realizó a 22 en la temporada 1995-86 para solventar el descenso de Sevilla y Celta a Segunda B por no cumplir con la reglamentación exigida por la Liga de Fútbol Promocional. Y el quinto por la cola ha de jugar una promoción frente al tercer clasificado de la Segunda División.
Así estaba, pues la clasificación antes del inicio de la jornada
El partido acaba con al victoria sportinguista por un gol a 0, marcado por Dimitri Cherysev en el minuto 57. Pero lo llamativo, o no, es la postura tomada por gran parte de la afición que desea la victoria del Sporting de Gijón.
El motivo es muy sencillo, desde el punto de vista del cainismo que impera entre los clubs sevillanos. La victoria del Sporting dificultaría aún las escasas posibilidades que el Sevilla tiene aún de mantener la categoría, después de una muy mala temporada, tanto en el terreno deportivo como en el social.
Este júbilo por la derrota del propio equipo llama poderosamente la atención de los medios de comunicación de fuera de la ciudad, como lo cuenta en su edición del 3 de junio el periódico deportivo AS: » En Carrusel Deportivo le preguntaron el sábado a la abuela del Betis: «Oiga, ¿usted no querrá que pierda esta noche el Betis, no?». Y ella contestó con energía: «Mi arma, ¿cómo voy yo a querer que pierda el Betis? Eso nunca. Yo lo que quiero es que gane el Sporting». Bueno, pues así casi todos. España entera asistió atónita a la gozosa celebración de la afición bética, que asistía complacidísima a la derrota de los suyos ante el Sporting. Hasta la ola hicieron. Cosas de la super rivalidad sevillana.»
Al día siguiente el Sevilla, al perder en Oviedo, descendió matemáticamente a Segunda División