Nuestro aplauso al Real Betis Balompié, de Emilio Vara
En diciembre de 1953 todo parecía ir muy bien encaminado. Por primera vez, de las 7 temporadas en las que el Betis estuvo en Tercera División, el equipo marchaba destacado como líder del grupo, dando una imagen sólida y optando de forma inequívoca al ascenso directo a la Segunda División.
Con estas premisas el periodista Emilio Vara publicó este artículo en Sevilla el 15 de diciembre de 1953, en el que repasaba todas estas circunstancias, así como comparaba la situación con la que se había producido en años anteriores. Y agradecía a directivos y aficionados el que año tras año, a pesar de los fracasos sucesivos, jamás se hubieran rendido, luchando siempre en pos de ese ascenso que ahora parecía cercano.
Sí, nuestro aplauso entusiasta y sincero al Real Betis Balompié por la brillante campaña que viene realizando, digna de todo un campeón y del ascenso. Y al aplaudir al Betis, aplaudimos a sus jugadores, a su entrenador, a su directiva y a la afición tan admirable que le sigue y que con su apoyo está desempeñando un papel importantísimo en la consecución de las victorias, de las grandes victorias, que está logrando el equipo verdiblanco.
El día antes de comenzar la Liga dijimos aquí que se abría una nueva temporada llena de ilusiones para el Betis; que una vez más, como años atrás, se iniciaba la lucha por salir de la Tercera División. Y recordamos que desde que el Betis bajó a Tercera, en una temporada desafortunada, las Directivas que habían pasado por el Club lucharon con todo su entusiasmo para conseguir el ascenso, sin tener suerte. Año tras año, desde el descenso, los directivos y la afición, las personas que sienten y quieren de corazón los colores del Betis, tuvieron que pasar por el momento amargo de ver cómo pasaba la Liga sin que el equipo volviera a la Segunda División, primer paso para llegar a la División de Honor, que es la meta del Betis.
Y al recordar todo esto, destacamos, porque merecía y merece ser destacado, que los reveses sufridos no mermaron jamás el entusiasmo y la ilusión de los béticos, empeñados en la noble tarea de conseguir el ascenso. Cada nueva temporada se volvía a la lucha con el mismo ímpetu, con el mismo calor, buscando el objetivo.
Este año, como en los anteriores, el Betis preparó su equipo para el ascenso. La Directiva no regateó esfuerzos ni sacrificios para fichar a los jugadores que fueran capaces de lograr la gran victoria. Y la víspera del torneo que se está celebrando dijimos en aquel comentario que los jugadores nuevos que venían al Betis e iban a vestir sus colores históricos por primera vez, eran los que tenían que decidir en el terreno de juego si el esfuerzo de los directivos y de la afición habría de ser coronado por el éxito. Que eran ellos los que tenían que decir la última palabra, advirtiendo que no nos sentiríamos defraudados porque al jugador, en una jornada desgraciada, le salieran las cosas mal, pero sí cuando viéramos que los fallos del equipo obedecían a que el jugador no sudaba la camiseta para forjar y merecer el triunfo.
Pues bien, hoy tenemos la satisfacción de poder decir que los jugadores que visten actualmente la camiseta del Betis no nos han defraudado, y están respondiendo admirablemente a la confianza que todos depositamos en ellos. Saben llevar la camiseta del Betis y defender su colores como es debido en todos los campos. Y sobre todo fuera, que es donde la lucha es más difícil. Ponen en juego todo el brío, todo el entusiasmo y todo el coraje que necesita el equipo verdiblanco para vencer y neutralizar la furia con que salen a jugarle sus enemigos. Y por ello el Betis va ganando la batalla y está salvando con éxito los obstáculos que hay en el difícil camino que tiene que recorrer para subir a Segunda.
Hace varias jornadas el equipo tuvo dos desplazamientos seguidos. A Granada y a Úbeda. Empató el primer encuentro y ganó el segundo, y regresó con tres positivos. Ahora ha repetido la hazaña. Fue a San Fernando y empató, y el domingo ganó en Tánger. Otros tres positivos, y el Club en cabeza, destacado con tres puntos de ventaja.
Bien se merece la proeza, que unida a la anterior nos recuerdan y reviven los tiempos gloriosos del Betis, este aplauso sincero que le tributamos hoy a los vencedores. Aplauso que va dirigido a los jugadores, por su magnífico comportamiento en el campo, dándolo todo; a Gómez, el sencillo y magnífico preparador verdiblanco, que con el mismo cariño que salía a jugar vistiendo la camiseta del Betis, cuida ahora, desde su puesto de entrenador, que el éxito deportivo del equipo sea un hecho cada tarde, dándole a sus jugadores las enseñanzas y el estímulo necesarios para la victoria, y va dirigido también nuestro aplauso a los directivos, que con su esfuerzo hicieron posible el fichaje de los jugadores, y a la afición que con su presencia y sus voces de aliento en Heliópolis y fuera de Heliópolis, en los campos contrarios, está prestando al Club un apoyo decisivo.
Todavía no está ganada la batalla, que conste. Alguien ha dicho que aún queda la segunda vuelta, y es cierto. Pero el Betis está embalado, cuenta con jugadores que lo dan todo y saben llevar con dignidad los colores del equipo, jugadores que no regatearán su esfuerzo para mantener e incluso superar la ventaja ya conseguida y llegar al final ganando brillantemente el título de campeón. Ese título que vale el ascenso que tanto deseamos.