Un polémico Sevilla-Betis. Campeonato Andalucía 1927

Esta imagen nos muestra a los jugadores béticos, cubiertos con las típicas sobrechaquetas de la época, esperando en las puertas del campo sevillista de Reina Victoria el 13 de diciembre de 1927. El campo nunca se abrió, pues la Federación Regional Sur había suspendido por segunda vez el encuentro Sevilla-Betis de la jornada 3 del Campeonato de Andalucía. Una actuación federativa que fue entendida como parcial a favor del equipo blanco. Hay que aclarar que la Federación estaba presidida por un conocido ex directivo sevillista, Juan López García.
La semana anterior el partido entre el Betis y el Málaga fue suspendido el domingo 4 de diciembre ante el fuerte temporal de lluvias que azotaba la ciudad. El reglamento de la Federación Regional Sur marcaba las 48 horas siguientes para celebrar el partido, por lo que se jugó el lunes 5 de diciembre con victoria bética por 8 a 1. El club bético intentó posponer la celebración del partido al festivo 8 de diciembre, ante la pobre taquilla que se podía obtener un día laboral, pero la Federación fue estricta con el cumplimiento del reglamento y obligó a jugar el lunes 5.
A la semana siguiente vino el lío, pues el Sevilla-Betis del 11 de diciembre tuvo que ser suspendido ante otro temporal de lluvias. Al día siguiente, y agravado el tema con la huída a Madrid del árbitro que tenía que dirigir el partido, el Betis quiso jugar, mientras que el Sevilla decía que el terreno de juego no estaba en condiciones. Fue el delegado federativo, el sr. Francisco Javier Canseco, aficionado y directivo sevillista, quien decidió suspender el encuentro. Hay que resaltar que la prensa de la época nos comenta que el club sevillista presentaba bastantes bajas, entre ellas las de su meta titular Guillermo Eizaguirre, por lo que intentaban demorar la celebración del partido lo más posible.
Teóricamente tendría que ser al día siguiente, el martes 13, a las 3 de la tarde cuando cumpliría el plazo para celebrar el partido dentro de las 48 horas reglamentarias. Pero el problema se agravaba porque para ese día el Sevilla tenía planteado disputar un amistoso frente al Celta, un partido que se tenía que haber jugado el 8 de de diciembre, pero que también fue aplazado por la lluvia. El tiempo ese 13 de diciembre ya fue bueno pero la Federación Regional Sur, de nuevo en una actuación parcialísima, dictaminó la suspensión del encuentro y que se jugara el amistoso Sevilla-Celta.
Los directivos béticos protestaron indignados, pero de nada les valió. Finalmente decidieron recurrir al gobernador civil, sr. Cruz Conde. Así nos cuenta la crónica de La Unión el desarrollo de los hechos:
«Esta mañana llegaron hasta la autoridad gubernativa rumores de lo ocurrido ayer con motivo de la suspensión del partido de campeonato entre el Sevilla y el Balompié, así como, sin duda, noticias del «mar de fondo» existente.
Para informarse debidamente fue llamado al Gobierno Civil el presidente de la Federación Regional de Clubs de Foot-Ball, señor López García, quien afirmó al gobernador que nada anormal ocurría, haciéndole referencia de los motivos que originaron la suspensión de ayer, testimoniada por un representante debidamente autorizado de la referida Federación.
Así quedaron las cosas, pero al poco rato de esto, estuvieron en el Gobierno Civil varios directivos del Real Betis Balompié haciendo ver al señor Cruz Conde el derecho preferente que tenían a jugar el partido de campeonato con el Sevilla, dentro de las cuarenta y ocho horas siguientes a la suspensión anterior, cuyo plazo expira esta tarde a las tres.
En vista de esto, y en evitación de posibles altercados o alteración de orden público , y en vista del derecho que justificaban los miembros del Balompié, ordenó que no se celebrase el partido entre el Celta y el Sevilla, pues a esa misma hora podía celebrarse el de campeonato entre el Sevilla y el Balompié, si las entidades futbolísticas interesadas y convenientemente capacitadas así lo estimaban.
Los balompédicos quedaron satisfechísimos a la deferencia del señor Cruz Conde, apoyándolos en su reglamentaria petición, y marcharon seguidamente a ordenar al equipo que, convenientemente preparado, se aprestase a marchar al campo de la Avenida de María Luisa, dispuesto a jugar.
Mientras tanto, se cursaban órdenes a la Policía y al presidente de la Federación concernientes a la suspensión del partido Celta-Sevilla.
Mucho antes de las tres comenzaron a llegar infinidad de personas al campo del Sevilla, donde no se permitía la entrada más que a los socios de la referida entidad deportiva.
En los alrededores del campo rojo había gran lujo de precauciones. Prestaban servicio una sección de la Guardia Civil, otra de Seguridad y una brigada de agentes de Vigilancia, al mando del inspector señor Soto.
El Balompié, a las dos y media, se personó en la puerta, bajo la dirección del directivo don Adolfo Cuéllar, quién requirió la presencia del notario señor Pérez Jofre, el cual levantó acta de la concurrencia del equipo al campo a la hora reglamentaria y de la entrada de los socios al campo del Sevilla, y hasta de los periodistas y fotógrafos…
¡Pobres periodistas, siempre trabajando y zarandeados por todo el mundo…¡
Tanto a la llegada del equipo bético como a sus retirada de las puertas del campo sevillista, los incondicionales, que formaban crecido número, aplaudieron a los jugadores que, rodeados de los amigos, regresaron andando al centro de la capital.
Tanto en el campo del Sevilla como en los centros y tertulias deportivas, los comentarios “hacían humo”, aplicándose cada cuál el cuento según sus gustos y apasionamientos.
A última hora de la tarde, los elementos balompedistas estaban organizando una manifestación de gratitud al gobernador civil, y otra de protesta a la Federación Regional.
Asimismo se ha dirigido el Betis Balompié a la Federación Nacional, explicando el caso y solicitando jugar el partido a la mayor brevedad.
Las fuerzas de seguridad, Guardia Civil y Policía, estuvieron en el campo del Sevilla hasta bien entrada la tarde.
Hemos oído decir que también esta noche celebraría reunión extraordinaria la Federación Regional Sur.
Por nuestra parte, nos congratulamos de que la autoridad gubernativa haya intervenido, siquiera porque así, para ahora y para lo sucesivo, se da sensación de que hay quien vele por los intereses del público, menospreciados en éste y en otros muchos casos por los que intervienen en este deporte, que ya va siendo de todo menos deporte”
La reunión celebrada por la Federación Regional Sur sirvió para que ésta recordase de forma pública el artículo 13 del Reglamento federativo, en el que se amenazaba con suspender federativamente a los clubs que recurrieran a otra autoridad distinta de la deportiva. A su vez se resolvía aprobar todo la actuación del delegado federativo y celebrar el partido el domingo 18.
El partido se jugó ese día, como ya vimos aquí, y concluyó con una victoria bética por 1-3

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