Sevilla-Betis. La Liga particular

Este próximo domingo Sevilla y Betis se volverán a enfrentar sobre el terreno de juego de Nervión. Una vez más. Como sucede desde hace ya más de 100 años. Con el deseo de vencer al eterno rival y de conseguir imponerse a éste sobre el césped.

Pero lo que suceda en 90 minutos de juego indudablemente se verá refrendado en los días siguientes en multitud de conversaciones y gestos particulares entre aficionados de uno y otro club. Como ha sido siempre.

La Liga particular que mantienen Sevilla y Betis, Betis y Sevilla, se puso en vigor desde el mismo momento en que uno y otro club empezaron a militar en la misma categoría, lo que ha sucedido en 41 temporadas en Primera División y en 7 en Segunda División.

El balance es favorable al Betis,  que quedó por delante en Primera División en 23 ocasiones por 18 del Sevilla, mientras que en Segunda División el Betis quedó por encima en 2 ocasiones y el Sevilla en 5. El conjunto total representa, por lo tanto, un balance de 25 a 23 a favor del Betis.

Si analizamos la trayectoria jornada a jornada las cosas cambian. Desde el domingo 17 de febrero de 1929 en que se inició la competición de Liga hasta el pasado domingo 11 de noviembre de 2012 han sido 1.597 jornadas de Liga con Sevilla y Betis en la misma categoría. En  930 ocasiones el Sevilla estuvo por delante del Betis, mientras que en 667 ocasiones el Betis estuvo por delante del Sevilla.

¿Cómo se explica este cambio? Muy sencillo. Lo explicaremos con el ejemplo de la temporada 2004-05, en la que participaban 20 equipos en Primera División, lo que da un total de 38 jornadas. De ellas el Sevilla estuvo por delante en 31 mientras que el Betis sólo lo estuvo en 7, pero lo importante vino al final del campeonato, pues en la jornada 36 el Betis superó al Sevilla y mantuvo esa posición en las dos jornadas finales. Así pues en el cómputo de jornadas el Sevilla fue el que se impuso pero en la clasificación final de la temporada como tal el Betis quedó 4º (lo que le permitió participar en la Liga de Campeones al año siguiente) mientras que el Sevilla terminó 5º, conformándose con la Uefa.

Algunos tratan de quitar valor al enfrentamiento entre Sevilla y Betis, al llamado derbi. En un alarde de desconocimiento de la historia del fútbol sevillano tratan de minimizarlo y restarle importancia. Allá cada cual con lo que quiera opinar y predicar.

Podríamos traer aquí multitud de ejemplos y declaraciones a lo largo de más de 100 años sobre lo que un partido de la máxima representa,  y sobre la importancia que las dos aficiones le han dado a lo largo de la historia. Pero sólo vamos a traer una, de un personaje muy cualificado, que estuvo en los dos bandos: Antonio Barrios.

  Fue entrenador del Betis en 3 ocasiones ( temporadas 57-58 y 58-59, temporada 66-67 y temporadas 69-70, 70-71 y 71-72) y del Sevilla en 2 ocasiones ( temporadas 60-61, 61-62 y 62-63 y temporada 67-68).

Entrenando al Betis consiguió 3 ascensos a Primera, en 1958, 1967 y 1971. Entrenando al Sevilla consiguió situarlo en la final de Copa de 1962,  que perdió en el Bernabéu frente al Real Madrid en un polémico encuentro.

Nada que objetar, por tanto, a su conocimiento de causa sobre qué sentían los aficionados de uno y otro club sobre el derbi y la liga particular. El lo conocía perfectamente, de primera mano, en una y otra orilla.

Esto declaraba en  septiembre de 1961, siendo ya entrenador del Sevilla FC, en una entrevista sobre lo que esta rivalidad representa:

Quien quiera seguir buscando una rivalidad ficticia con otros clubs como Real Madrid y Barcelona que lo intente, que las carcajadas se pueden oír en la otra punta del mundo.

Nosotros sin embargo sí creemos en la rivalidad, noble,  deportiva y respetuosa, del fútbol sevillano. En ella nos hemos educado y con ella hemos crecido. Por supuesto respetando al club rival, lejos de agravios, malas intenciones y falta de respeto hacia la entidad sevillista y su afición.

Y también con la mijita de guasa que lleva consigo esta rivalidad centenaria.

Por eso el domingo, a eso de las nueve  y media de la noche, en mi casa convocaré a la familia para decir:  ¡¡¡Vamos a sentarnos, que queremos verlo ¡¡¡