UD Las Palmas: comenzó la cuenta atrás, de Manuel Sarmiento
En 1978 la UD Las Palmas alcanzó la final de la Copa tras eliminar al CD Málaga, RCD Español, Cádiz CF, Atlético de Madrid y Sporting de Gijón. Su rival fue el FC Barcelona, que se impuso por 3 a 1 en partido jugado el 19 de abril de 1978 en el Bernabéu. La final se adelantó a abril debido al Campeonato Mundial que se jugó en Argentina desde junio.
Ha sido la única vez que un equipo canario ha alcanzado la final, y prueba de la importancia que para el fútbol de Canarias tuvo es este artículo aparecido en AS 6 días antes de la gran final.
Quedan seis días. Son seis fechas que los aficionados de todas las Canarias van a contar anhelantes. Como las cuentan los niños de todas las Españas cuando faltan seis fechas para Reyes. Quedan seis días para que, por primera vez en la historia del fútbol español, una final de la Copa de España la juegue un equipo de aquellas tierras. El día 19, en el estadio Bernabéu de Madrid, el Barcelona, curtido ya en títulos y en finales semejantes, dirimirá con la UD Las Palmas la Copa de España.
Es una fecha gloriosa para el fútbol de las islas, y en ese miércoles de abril todo el archipiélago va a estar pendiente de los hombres que vistan de amarillo. Es el día de San Hermógenes, y más de uno musitará una plegaria al santo que pueda llevarlos por el sendero de la victoria. Es un miércoles de fiesta para la isla de Gran Canaria porque su equipo juega en Madrid la final.
Pero es, así mismo, un día de jolgorio para todo el archipiélago. Carnevali, Brindisi, Felipe, Félix, Morete, Roque, etc, serán como los faros que alumbren en la noche de vísperas en la espera ansiosa de un resultado que pudiera suponer la fecha más recordada al recibir a los campeones en Santa Catalina. En la hora de la tarde, cuando el sol se oculta allá, en la lejanía del océano, las gentes de Gran Canaria volverán sus ojos hacia Madrid. Desde Gando a Maspalomas, desde Arucas a la Vega de San Mateo. En la isla de la Gomera las ilusiones volarán tan altas como el familiar pico de Garajonay, y en Valverde, en la isla de Hierro, se esperará lo mejor de sus paisanos, que en la capital van a sostener una cita histórica. Y los marineros que vuelven de la mar se acodarán en los mostradores de los bares de Puerto del Rosario, en Fuerteventura, a la espera del gol de Morete que lleve la Copa de España para sus tierras. Y los habitantes de Arrecife, Tías y San Bartolomé, en Lanzarote, dejarán a un lado sus camellos y sus cultivos para ver qué hacen sus hermanos grancanarios.
Y no habrá rivalidad, esta vez, con los “chicharreros” de Tenerife. En Santa Cruz el optimismo estará tan elevado como el Teide y el Chaborra, y los colores y los perfumes del valle de La Orotava se irán al cielo, porque sus vecinos de Las Palmas le están haciendo el regate a la mejor historia del club. Y los tabaqueros de la isla de La Palma no faenarán a esas horas porque hay que saber cómo van los muchachos en Madrid.
Es el día de San Hermógenes, es el día feliz en que el fútbol canario llega por primera vez a la final de la Copa de España. Ese fútbol canario que tanto hombre dio al cuadro nacional, esa cantera inagotable de jugadores artistas que han llenado durante años y más años las nóminas de nuestros mejores clubs. Un rol impresionante de valores que supone una aportación generosa al más popular de nuestros deportes.
El miércoles Madrid los verá con simpatía por sus calles. Enarbolando enseñas amarillas, con rostros curtidos por el sol, con sonrisas de hombres felices, con ojos en sus mujeres que son un ensueño y con su conversación pausada, lenta, como arrastrando las palabras. Es el día feliz en el deporte de nuestros compatriotas del archipiélago. ¡Cuánto darían Tonono y Guedes por estar presentes¡ Sus restos vibrarán en sus tumbas al unísono del grito de los incondicionales, que querrán aupar a su equipo hacia la victoria.
Un cuadro llevado por la mano de ese excepcional entrenador que es Miguel Muñoz, que ha vuelto por donde solía. Es decir, por la senda de los triunfos que conoce tan bien. “El Chato de Pardiñas” también vuelva un poco a su casa. A su casa de siempre. Es el justo premio a la ejecutoria limpia de Miguel Muñoz. Y yo la registro gozoso.
En Canarias ya nadie se preocupa por el partido del sábado en Salamanca. En Canarias ha comenzado la cuenta atrás. El día de San Hermógenes tienen una cita con el destino. Una cita que puede darles la felicidad.
Fuente: Manuel Sarmiento Birba en AS 13 de abril de 1978