Una afición de Primera, de Antonio Burgos
El verano de 1989 fue un momento muy complicado en la historia verdiblanca. Tras el durísimo varapalo que supuso la derrota en la eliminatoria de promoción con el CD Tenerife se impuso la dura realidad de un descenso a Segunda División, una fractura social importante tras la dimisión de Gerardo Martínez Retamero y la llegada a la presidencia de Hugo Galera y una ruinosa situación económica.
En esas difíciles circunstancias el club emprendió en agosto de 1989 una campaña con el objetivo de alcanzar los 30 mil socios. El eslogan utilizado para ello fue obra de Antonio Esquivias y se tituló «Esta afición siempre será de Primera» . El periodista Antonio Burgos desde las páginas de ABC escribió el siguiente artículo, en el que describía la situación por la que atravesaba la entidad.
Y le dije al cofrade, al cofrade bético Campos Camacho:
- Hijo mío, el Betis es una hermandad que todos los días celebra función principal de instituto…
Y Campos Camacho, que tanto sabe de la cofradía bética, me preguntó:
- ¿Por qué?
- ¿Por qué va a ser? Porque dadas las actuales circunstancias, en esta ilustre, humilde y fervorosa cofradía del Betis todos los días hay que hacer solemne y pública protestación de fe. No creemos en el Betis, creamos todos los días el Betis con la filosofía andaluza de crecerse en la desgracia. Y ahora es cuando más fe hay que tener en lo que no vimos, sino que soñamos…
Teníamos las manos puestas sobre ese libro de reglas en forma de cartel que ha creado Antonio Esquivias, otro cofrade bético. Teníamos puesta la mano en el fuego verde de ese cartel, donde Antonio Esquivias ha escrito una frase como la de Napoleón ante las pirámides: “Esta afición siempre será de Primera”. Es más, estoy por enmendarle la plana a Esquivias: esta afición es más de Primera cuando se está en Segunda, y aún más cuando…
- Pare usted el carro, maestro, que como siga con la estética del manquepierda vamos a acabar en tercera regional…
No, no es eso, no es eso, que dijo Ortega, no Ortega Espeleta, sino Ortega Gasset, que también era filósofo, y se llamaba también Joselón. Lo que quiero subrayar es que llenar un campo para ver a su equipo ganarle al Real Madrid está al alcance de cualquier fortuna. A lo que hay que echarle arte, filosofía, estética, sentimiento trágico de la vida, Esquilo, Sófocles y Eurípides es a entonar, como aquella noche, que aún se nos ponen los vellos de punta, el “Beeeetis, Beeeetis” cuando el Tenerife nos había ascendido al glorioso purgatorio de la Segunda.
Desmiento rotundamente que el Betis haya descendido: ha ascendido a lo mejor de su historia, al sentimiento, y para demostrarlo ahí está ese sentimiento hecho cartel por Antonio Esquivias, y presentado por ese caballero verderón que es don Hugo Galera, que en viendo a don Hugo, tan británico como para ser jugador del equipo fundacional con Papá Jones, digo yo que nadie debe reclamar la exclusiva del señorío en cuestión de pelota. Y si es por pelotas, ya me dirán las que hay que echarle para coger el equipo con la lápida de Rovayo que le dejó Retamero.
- Por cierto, usted que es cofrade verderón. ¿cuánto debe de verdad el Betis?
- El Betis, hijo mío, debe hasta de callarse…
Lo que quiero subrayar es que ahora es cuando hay que demostrar el sentimiento bético de la vida. Ir a ver al Real Madrid está al alcance de todos los pintamonas. Lo que tiene barroco arte nuestro es llenar el campo para ver al Betis contra el Palamós.
- Olé…
Ahí os quiero ver, béticos del mundo, pasando por taquilla para ver al Palamós, que es una forma única de ser protagonistas del destino, de reverdecer la vieja, titánica lucha contra la adversidad, en ese punto en que la historia del pueblo andaluz se funde con la historia de la cofradía bética. ¿No ganamos el referéndum? ¿Por qué no hemos de concederle a la División de Honor el honor de tener de nuevo al Betis en ella, por la rápida vía del 151 de entonar ante el Palamós la sinfonía coral del “Beeeeetis, Beeeeeetis”?
“Ahora más que nunca, socios del Betis”, dice el discurso de Antonio Esquivias. Una afición de Primera, con un equipo de Segunda y unas deudas de Tercera. Eso es el Betis. Todo es perfecto. Todo, menos que en la foto del cartel no sale Gregorio Conejo trayendo cuarto y mitad de medallas de la Virgen del Rocío. Que falta nos van a hacer.
Fuente: Antonio Burgos en ABC 10 de agosto de 1989