El análisis de Rafael Toro: Se acabo la pesadilla, comienza el retorno
Comenzaba el Betis la temporada con ilusión, mucha ilusión. La campaña 2012/13 el equipo de Pepe Mel, había retornado a Europa y en la afición había una sensación de que algo estaba cambiando en Heliópolis, de que ya nada volvería a ser igual después de vivir dos años deambulando por Segunda División, sin una dirección clara en el conjunto de La Palmera.
Los hombres de Mel dejaban muy buenas sensaciones en las primera jornadas de esta temporada, plantándole cara a todo un Real Madrid en el Bernabéu, pero una jornada más tarde el Celta bajaría los humos y pondría los pies en el suelo al Betis. La labor del equipo fue notable durante el partido, sin embargo los verdiblancos no supieron cerrar el partido y acabaron pagándolo muy caro, siendo éste un ejemplo muy repetido durante la temporada: el equipo no ha sabido cerrar los partidos y se ha visto muy dañado por una defensa muy floja.
Seis victorias en toda la campaña reflejan el nivel mostrado por el equipo, por donde han pasado hasta tres técnicos: Pepe Mel, para muchos el único que habría sido capaz de sacar adelante a un equipo muerto psicológicamente, véase el caso de Paco Jémez en el Rayo Vallecano; Juan Carlos Garrido, criticado desde su llegada, fueron pocas las semas que paso dirigiendo al club verdiblanco y, para otros tantos, fue una pérdida de tiempo su labor en Heliópolis; y por último, Gabriel Humberto Calderón, un hombre de la casa por el que se apostó muy fuerte no solo para conseguir la permanencia, sino también para crear un proyecto de futuro en el club de su vida, pero el descenso a la división de plata, unido al batacazo en Europa frente al eterno rival, hacen que el argentino abandone el Betis, rumbo a Dubai, tras el pitido final del último encuentro de la temporada.
Muchos palos a una fiel afición en un solo año, una afición llena de ilusión y ambición, que poco a poco ha ido viendo como la estabilidad por la que el club luchó hasta no hace mucho, se ha desvanecido con el paso de los meses. Y es que en muchas jornadas, el equipo parecía levantarse y dar señales de que podía conseguir la permanencia, pero pocos son los que se daban cuenta que desde que el equipo ocupo el último puesto de la clasificación, todos los caminos conducían de nuevo al infierno de la Liga, la Segunda división. Duras derrotas en muchos campos de España, un doloroso encuentro de Liga en el Sánchez Pizjuan y, además, una eliminación europea que costará olvidar.
De nuevo el equipo se adentra en Segunda División, de la mano de un nuevo entrenador y, a buen seguro, muchísimas caras nuevas dentro de la plantilla, a la espera de un director deportivo que cree un equipo estable que haga disfrutar de nuevo a la afición verdiblanca, la que nunca ha fallado esta temporada y, así, devolver al equipo al lugar de donde nunca se debió marchar.