1914-Marzo 30.-Herbert Richard JONES Vengouzel, carta al diario «El Liberal».-E/E.
Sevilla, lunes 30 de Marzo de 1914.
Sr. Director de «El Liberal».-Presenía.
Muy Sr. mío y de mi mayor consideración:
Le ruego encarecidamente dé cabida en el diario de su digna dirección á estas declaraciones, por lo que le doy las gracias anticipadas.
Seguramente, el distinguido público no está enterado de muchas cosas que suceden con la cuestión de las copas en que el Sevilla F. B. C. toma parte.
En octubre del año pasado jugamos un partido contra el Sevilla F. B. C. en el que se disputaba una copa donada por el señor don Cástor Montoto Vidal, socio del Balompié.
Dicha copa fue llevada a la caseta y al terminar el partido fue entregada al capitán de dicha sociedad llena de «champagne». Así fue entregada la copa por la Sociedad Sevilla Balompié.
Ahora bien; como ya saben todos, este Excelentísimo Ayuntamiento donó una copa de plata para el Campe0nato de Sevilla 1913-1914. Esta copa fue jugada cuando el Sevilla F. B. C. le pareció más conveniente, pues era la sociedad depositaria de ella.
Como es natural, al terminar el partido final, en el que el Balompié salió vencedor, yo, como capitán del equipo, fuí a la caseta del Sevilla F. B. C. para que me fuera entregada la copa, pero encontré que se habían marchado el presidente y la directiva de dicha sociedad, seguramente para no tener el «gusto» de entregar una copa que ya habían considerado como suya. Y me consta que dicha copa estaba en la caseta durante el partido.
Por la tarde encontré al presidente del Sevilla F. B. C. en el paseo, y al preguntarle me dijo que estaba grabando la copa.
El día siguiente me dio una tarjeta suya para que pudiera yo recoger dicha copa en la joyería del señor Reyes.
La recogí –pero tuve que pagar quince pesetas por un grabado– que yo no mandé hacer. Así fue entregada la copa del Campeonato por el Sevilla F. B. C.
Ahora vengo a una más reciente– la que se jugó el domingo pasado, 29 de Marzo.
El señor don José Luís Gallegos Arnosa, presidente del Sevilla F. B. C. vino a verme invitando al Sevilla Balompié a jugar un partido de revancha, ofreciendo una copa de plata.
Al preguntarle qué copa sería, me dijo que una que iba a comprar el señor Lastra. Eso fue en la mañana del viernes 27, y quedé en contestarle aquella misma noche.
Fuí al Casino aquella noche, cómo le había ofrecido, y acepté la partida a pesar de tener uno de nuestros mejores jugadores enfermo.
Al mismo tiempo estipulé de que la copa fuera entregada al vencedor en el Campo, después del partido.
Se quedó conforme el señor Gallegos, agregando que pudiera suceder que el señor don Luís Ibarra, á quien había encargado el asunto de la copa, no pudiera ver al señor Lastra á tiempo para poder comprarla el sábado 28, en cuyo caso me la entregaría el lunes 30.
Verificado el partido, y declarado vencedor el Balompié, fuí a la caseta, como la vez anterior, por la copa, y me dijo el señor presidente del Sevilla F. B. C. que aún no la tenía, pero que me la entregaría al día siguiente.
Me consta, sin embargo, que la copa que había regalado el señor Lastra estaba en la caseta durante el partido, y que fue vista por varias personas.
El lunes, el señor Gallegos me entregó una copita que más bien parecía un violetero.
Al preguntarle si esta era la Copa comprada por el señor Lastra, me dijo que no, que la copa del señor Lastra era demasiado buena para este partido, y que, por lo tanto, la Sociedad S. F. B. C. la había sustituído con la copita –ó violetero– que me entregó.
Este objeto fue comprado en la platería del señor Reyes el lunes por la mañana, después de haber perdido el Sevilla F. B. C. el partido que tenía tanta seguridad de ganar.
Si hubieran ellos quedado vencedores, no hay duda alguna que la Copa del señor Lastra hubiera sido «muy á propósito» como premio prometido, la cual hace unos diez días que había entregado dicho señor.
Pero como fueron ellos los vencidos, el presidente del Sevilla F. B. C., dispuso de otra manera, demostrando así que estaba jugando con dos barajas.
No es mi ánimo más que dar á conocer al público cómo se juegan y recogen las copas del Sevilla Foot-ball Club.
Todo el mundo estará ya enterado también de lo que ha pasado con respecto á la Copa de los infantiles, donada también por dicho señor presidente, y que forzosamente tenía que ganar el Sevilla FbC.
Rogándole me dispense el espacio que ocupo en su digno periódico, me repito suyo atto. y s. s. q. b. s. m.
Herbert Richard Jones Vengouzel, presidente Sociedad Sevilla Balompié».
Diario «El Liberal»-Sevilla, miércoles 1º de Abril de 1914.