1935-Marzo 21.-Córdoba Deportiva.-Futbolerías.-Viejos en el fútbol.-80ºAniversario.
«Hace algunos años, en Sevilla, que en la actualidad la capital de Andalucía que cuenta con mayor número de adictos al fútbol, le hablaba a usted a una persona de edad de este deporte, y lo mandaba poco menos que a freír espárragos.
En cambio hoy, son precisamente los viejos quienes más se ocupan de él.
Jugando el Betis Balompié, ese día todas las conversaciones giran alrededor del partido «Que si hoy se le gana al Madrid Cf, que si Aedo es mucho Aedo, que si Unamuno ha de marcar lo menos dos tantos», y así por el estilo.
Y después del partido, sucede lo propio en las tertulias del «Café Madrid» de las calle de las Sierpes. Allí se congregan los individuos achacosos, que maltrechos por la mucha edad, se ven imposibilitados para ir de «tasca en tasca» discutiendo apasionadamente las jugadas.
Así y todo, se les ve a algunos de ellos en la «Puerta Carmona», en el lugar conocido por las «Cuatro Calles», apoyados sobre un bastón, departiendo con los jóvenes sus opiniones.
Y llegan momentos en que se juntan partidarios, unos del Betis Balompié y otros del Sevilla Cf y discuten cada bando como es lógico, a favor de su Club, llegando incluso a darse palos, igual que si fuesen chaveitas.
Un día en que iba yo acompañado de un amigo camino de la «Campana», después de haber presenciado el partido Betis-Valencia, en el que el primero venció a los levantinos, se me acercó un señor como de unos ochenta años y me interrogó:
–Oiga joven, ¿quién ha vencido hoy, el Betis?
–Si señor–repuse–por 3-0.
Y poco faltó para que el buen señor me diese un abrazo al conocer la noticia.
–Vengan pronto, corran, pues este triunfo hay que celebrarlo en «casa de la Viuda», bebiéndonos unas medias cañas.
Y que quieras, que no quieras, casi en volandas, nos llevó al mencionado establecimiento, donde hubimos de apurar por seis u ocho veces el contenido del cristal, hasta que pudimos escapar de las garras del apasionado bético. ¡¡Señores, los hay «apretaos»¡¡
Después de lo acontecido, entramos en una confitería de las más céntricas, con el propósito de tomar unos pastelillos, pero he aquí que después de estar esperando a que nos atendiesen un buen rato, se nos presenta el dependiente, hombre que aparentaba una bien avanzada edad, diciéndonos:
–¿Desean los señores un Betis?
–Deseamos irnos cuanto antes, porque la «pasta» que usa usted impacienta a cualquiera, señor–repuse indignado–¿sírvanos dos de sidra?
–¿Son ustedes valencianos, caballeros?
–Ni queremos, ¿por qué lo pregunta?
–Hombre, lo digo por el mal humor que he observado en vosotros, y como hoy le hemos «dao» su merecido al Valencia…
–Bueno y a propósito ¿quiere informarnos a que clase de dulce le llama usted Betis?
–¿Llamarle al dulce Betis? no hombre, si lo que yo les daba a entender es que si querían una orientación acerca del encuentro de esta tarde del Betis.
Y salimos sin decir adiós de la Confitería y creyendo a pies juntillos que aquel pobre hombre estaba loco perdido.
Y así por el estilo, se ven muchos casos.
En cambio, hace dos o tres años, estos mismo señores, como hemos dicho con anterioridad, no podían hablar de fútbol.
El caso no solo es original en el sexo masculino, sino que también las señoras han querido refinar sus gustos en relación con las diversiones y concurren gran número a presenciar los encuentros, sin que por los maridos haya oposición alguna, antes al contrario, que estos dan el máximo de facilidades a sus respectivas señoras para que se unan por grupos, las conocidas, y vayan al Stadium.
Después de todo, las mujeres también tienen derecho a no pecar de ignorantes en el hogar, cuando se suscite una discusión de balompié, porque al fin y al cabo el fútbol no está reñido con la moral, sino por el contrario, que proporciona a los espectadores ratos de emoción agradables que van ayudando a vivir más distraídamente a la humanidad.
Y al cerrar esta breve crónica, habrán notado en ella una cosa nuestros lectores: que nos referimos al cambio brusco que ha dado la vejez; con los años se han convencido de que la juventud está ante todo».-Sebastián Martín Torralba.
Continuación «Viejos en el fútbol».
«El Torneo de Liga 1934-1935» y reseña del partido «Museo Fc-2 vs. Betis Fc-1.