Entrevista Paquirri 1943
Francisco González, Paquirri, fue un jugador al que hoy en día calificaríamos de artista. Su habilidad en el regate, su gran disparo y su genialidad le encumbraron desde que debutó en el Betis con 19 años. Pero también fue un jugador polémico, al que se acusaba de frialdad y de poca sangre.
Después de 7 temporadas en el equipo bético fue trasapasado el Deportivo de La Coruña en el verano de 1942 por la cantidad de 90.000 pesetas, de las que 27.000 fueron para el jugador, una importante suma en aquellos años.
Traemos aquí una entrevista que le realiza Marca en Marzo de 1943, cuando ya era jugador del equipo gallego, aprovechando una visita del Deportivo al Atlético Aviación. En ella repasa su vida deportiva en el Betis, y augura que espera seguir jugando a los 34 años ( en el momento de esta entrevista tiene 29). Se quedó corto: jugó hasta los 38 años.
Paquirri pensó en el porvenir y dejó el Betis por el Deportivo de La Coruña
Paquirri, Francisco González, es andaluz, y más que andaluz, sevillano, nacido y criado en uno de los barrios más típicos de la ciudad de la Giralda.
Deportivamente, Paquirri también es un andaluz neto. A los diecinueva años, corría por entonces el 1932, se inició en las lides balompédicas en el Sparta. Al año y medio pasó al Betis, y allí, sufriendo la diversa fortuna del Club andaluz, ha visto pasar sus mejores años. ¿ Por qué se fue Paquirri del Betis?
He aquí lo que nos contesta él:
– Toda mi ilusión y todo mi esfuerzo lo tenía y se lo dí al Betis, que no en balde he estado con él durante los mejores años de mi vida. No ha sido un capricho dejar Sevilla. Por el contrario, han sido las circunstancias las que me han obligado a hacerlo, con harto dolor de mi corazón. Porque allí, en Sevilla, me dejé yo a mis mejores amigos y tuve que levantar la casa que me dio cobijo, con mi hija y mi esposa. Y esto, señores, a los veintinueve años de edad, cuando uno cree que ya ha encauzado definitivamente su vida.
– Lo cual quiere decir que estás satisfecho en Galicia.
– Satisfecho y tranquilo. Es más, creo que he salido ganando moral y físicamente. Moralmente, porque no he de sufrir ciertos juicios molestos… Y físicamente, porque ahora sí que tengo ocasión de hacer una vida pausada, tranquila, dedicada de lleno al deporte y al hogar. Mis entrenamientos, mis partidos, si acaso una partidita de dominó y a casa, o de paseo con mi niña y mi esposa.
– Luego en La Coruña estás a tus anchas…
– Sólo me falta poder jugar con tranquilidad. Me ocurre lo que a todos mis compañeros de equipo, especialmente de la línea delantera… Que en Riazor estoy cohibido, no juego con tranquilidad, siempre pendiente y temeroso de cometer un fallo que, aunque se cometen siempre a lo largo de un partido sin que ocurra nada, ante el público coruñés es una falta imperdonable. Juego mucho mejor en campo contrario.
– ¿Llevas una campaña regular esta temporada?
– Sólo he faltado a tres partidos. Los dos siguientes al que jugamos contra el Castellón, en el que me lesioné, y el domingo pasado, que creyeron oportuno sustituirme, porque el campo estaba muy embarrado.
– ¿Cuánto tiempo más crees que vas a poder jugar?
– Tal y como marcho en estos momentos, y llevando el mismo régimen de vida, tengo confianza en que cumpliré los treinta y cuatro años jugando al fútbol. Sólo falta que no tenga ninguna desgracia que me impida cumplir mis propósitos. Y ojalá sea en La Coruña…
Fuente: Marca 9 de Marzo de 1943