La triste decadencia del Sporting, de Alfredo Relaño.
La temporada 1997-98 fue la peor en la historia del Real Sporting en Primera División. Es más, sigue siendo la peor temporada de un equipo en Primera Divsión con sólo 13 puntos (ya con las victorias valiendo 3 puntos), con un registro de 2 victorias, 7 empates y 29 derrotas. Desde muy pronto el equipo asturiano se vio descolgado de la lucha por la permanencia, y ya en febrero de 1998 en el diario AS el periodista Alfredo Relaño daba por descendido al equipo, en aquel momento con solo 3 puntos en 22 partidos. En su artículo reflexionaba sobre las causas de esta desgraciada temporada.
Fue en la temporada 1969-70. De repente, Televisión Española decidió transmitir un partido de Segunda División, hecho insólito por aquel entonces. La causa de aquella decisión era el Sporting, que se acercaba al ascenso a pasos agigantados y a fuerza de un poderoso ataque. He olvidado el rival del Sporting de aquel día, pero no su delantera (Herrera, Paquito, Quini, Valdés y Churruca) ni el tono que tuvo el partido, un ataque feroz del Sporting desde el primer minuto. Aquel Sporting subió, claro que subió, tras marcar tropecientos goles y luego se ha mantenido casi invariablemente en Primera, salvo un despiste rápidamente remediado. Hasta ahora.
Tras aquellos vinieron Megido, Mesa, Joaquín, Ciriaco, Cundi, Uría, Maceda, Ferrero y tantos otros, pero el equipo mantuvo siempre el mismo estilo. Un juego de ataque, directo, deportivo, muy del Norte. Un estilo Quini, podríamos decir. Hasta cuando el gran delantero centro se marchó al Barça el Sporting mantuvo aquel modelo de juego, que se transmitía a las jóvenes generaciones a través de Mareo.
Pero años de hacer las cosas mal han ido aventando todo aquello. Los mejores jugadores de Mareo han sido vendidos sistemáticamente en los últimos años. Luis Enrique y Abelardo son el mejor ejemplo, pero hay otros como Felipe, Monchu, Marcelino, Manjarín, Juanele, Iván, Eloy… Sus huecos han sido ocupados por mercenarios de cualquier procedencia. Resultado: tres empates, uno por entrenador, y descenso asegurado. Pero el Sporting volverá. Basta con que recupere su personalidad.