Viajar y contar. Zaragoza 1980.
En noviembre de 1980 el Betis jugó en La Romareda frente al Real Zaragoza. El Betis llegaba en una muy buena posición, cuarto en la tabla, y venía de hacerle 5 tantos en el Villamarín a la UD Salamanca, mientras que el Zaragoza era décimo en la clasificación y había caído 1-0 en Atocha frente a la Real Sociedad.
En la páginas de la Hoja del Lunes el periodista Santiago Sánchez Traver escribió este Viajar y contar, dedicado a la expedición verdiblanca a terreno aragonés, que se saldó con una derrota 2-0, tras una buena primera parte sin puntería, la que sí tuvo el equipo blanquillo en la segunda parte con dos tantos de Pichi Alonso.
Temas de este artículo fueron el complicado viaje a la capital aragonesa, por carretera desde Madrid y con mal tiempo, con parada obligatoria tanto a la ida como a la vuelta en Arcos de Jalón, la presencia en Zaragoza del jugador bético Carlos Diarte para recoger a su familia (el Lobo fue jugador zaragocista entre 1973 y 1976), la lesión que arrastraba Rafael Gordillo, las consecuencias del sorteo de Copa que se acababa de efectuar y que enfrentaba a Sevilla y Betis, así como los rumores sobre posibles fichajes como el castellonense Roberto, que luego triunfaría en el Valencia y en el Barcelona, o el paraguayo Romerito que había brillado en el amistoso disputado días entes en el Villamarín frente al Cosmos de Nueva York.
- Resulta ocioso hablar del tiempo que soportamos los expedicionarios a la tierra maña, porque fue el mismo que había en todo el país. Pero el problema es que desde Madrid el viaje tuvo que ser por carretera ya que Iberia, graciosamente, ha suprimido este invierno el avión a Zaragoza de los sábados. Mucha lluvia, a veces una auténtica cortina, y también niebla, que hacían más que peligroso el viaje. Pero al fin se llegó con ventura al destino.
- Los béticos, por deseo de Carriega, pararon a comer en Arcos de Jalón, que por cierto es el pueblo donde nació Luis Del Sol, que con meses ya se iría para Sevilla. En Zaragoza, la tarde más que lluviosa se pasó en el hotel. Y la vuelta, otra vez en carretera, para dormir en Madrid. Y también estaba prevista la parada para cenar en un buen restaurante de Arcos de Jalón, ese bello pueblo soriano.
- Se quedó en Zaragoza hasta el lunes Carlos Diarte, con el debido permiso. El Lobo tenía en Zaragoza a su mujer y a sus hijos. Hoy ya se vendrán con él definitivamente a Sevilla, donde la mujer del Lobo dará a luz su tercer hijo. Aunque tal vez vuelva a Zaragoza para el evento. El caso es que Diarte, serio, silencioso pero amable siempre, ya tiene a su familia consigo, lo que no deja de ser importante.
- La preocupación de la jornada era Rafael Gordillo. Pero él se mostraba animado como siempre. Y confiado en la palabra del doctor Leal. “Me ha dicho que normalmente así puede que juegue toda mi vida y no tenga mayor problema, ni de operarme ni nada. Y ahora la verdad es que no se puede descansar. Así que mientras que no me duela, que hasta ahora no me duele, yo sigo jugando normal”. Y su compañero Peruena le confirmaba que él también tuvo ese tipo de lesión, aunque acabó operándose por comodidad.
- El comentario de la jornada era naturalmente el sorteo de la eliminatoria copera. Ninguno de los jugadores podía aceptar esto como normal. Y Pepe León me comentaba que el miércoles pasado, durante el partido con el Cosmos, él había avisado a Agustín Domínguez sobre este peligro, pero no quiso hacerle caso alegando que debía haber proximidad geográfica. Y así Agustín Domínguez metió a Betis y Sevilla en la misma tabla. Y se quedó tan fresco.
- Según me decía el vicepresidente bético, el equipo que pierda la eliminatoria verá su capítulo de ingresos acortado lo menos en veinte millones de pesetas. Incluso para el que gane son muchos riesgos, según me decía. Por cierto, entre la expedición periodística una novedad importante era la persona de ese gran compañero y cronista que es Ricardo Ríos. Se desplazó a Zaragoza para ver en acción a este Betis del que se cuentan maravillas en los partidos de fuera de casa.
- Pepe León andaba algo enfadado conmigo porque publiqué que no quisiera fichar a Urbano. Y me explicó sus razones para ello, que me parecen bastante válidas. Como castigo no me quiso decir dónde estaban los ojeadores béticos. Rogelio según todos los indicios viajó a Valladolid, mientras Esteban Areta se quedó cerca de casa para espiar un par de jóvenes jugadores de la región que interesan a los verdes.
- Porque lo que es Roberto, el castellonense, está más que visto y aprobado. Los béticos han podido hacer un fichaje hace tiempo, pero prefieren esperar a que se vaya cuajando en realidad. Incluso están dispuestos a hacer pronto el fichaje pero dejando al fino interior levantino en su equipo hasta final de temporada. La verdad es que la media bética está más que difícil para hacerse con un puesto, dado su rendimiento esta temporada.
- Y ya se habla de otro fichaje para los verdiblancos. El miércoles gustó y mucho el paraguayo Romerito, un hombre habilidoso y rápido y con una larga carrera por delante. El Betis, que tiene una plaza de oriundo disponible, pronto iniciará gestiones con los americanos para este traspaso y también habrá de concretar el partido de vuelta en Nueva York, en mayo, dentro de la gira de tres partidos que se pretende.