La contracrónica de Pablo Caballero: «Herido grave, muy grave»
El Betis se enfrentaba a un particular encierro en su visita a Pamplona. Cuando estaba a punto de entrar en la plaza sano y salvo, cuando veía la carrera acabada después de que varios pitones le pasaran cerca, cuando ya olía el albero, el equipo de Mel ha sufrido una cogida gravísima.
Empezó el encierro con el Betis alejado de los toros. Los verdiblancos no se arrimaban y querían cumplir con el expediente sin más pena que gloria. Llegando a Estafeta los béticos sufrieron un revolcón, del que se recuperaron unos metros más adelante, haciendo carreras de mucho mérito y demostrando que son capaces de ser grandes corredores de encierro. Los que presenciábamos la carrera veíamos que era posible que los pupilos de Mel consiguieran solventar esta peligrosa cita con éxito.
Pero el destino, la suerte y el peligro del rival han querido que el encierro acabara en tragedia. De la manera más injusta y como más duele, el Betis se va de Pamplona con unas cornadas que de no sanar pronto van a costarle al Betis y a su afición muchos más disgustos.
Está claro después de lo visto ayer que el problema no es el entrenador. 1ª parte jugada como quería la directiva y fracaso estrepitoso. 2ª parte jugada para lo que está diseñado este Betis con este entrenador y todo un lujo de 45 minutos. Conclusión.: No se puede ir por 1ª división con un portero como Casto. De medio campo para arriba se elabora bien pero no hay suerte cara a gol, aunque el gol son rachas. Pero por favor si no se puede ganar al menos, no pierdas y para eso tenemos una defensa (laterales y sobre todo Dorado) que estropea todo el trabajo hecho. Ahí (en defensa y portería) es donde tienen que haber cambios. Saludos.