Los fichajes 13/14 (Parte II): El lado negativo
Tras el post de ayer donde analizamos al detalle los fichajes que mejor nivel han demostrado durante esta primera (y en algunos casos última) temporada en el Betis, es obligación dar los nombres que no todos queremos oír, aquellos grandes fiascos de la dirección deportiva. Los hombres que llegaron esperanzando a la afición y que han terminado decepcionado a todos.
SUSPENSO
LÉO BAPTISTAO: Nunca ha llegado a ganarse un hueco indiscutible en los onces de Calderón, ha fallado en algunos de los partidos clave, y se ha ido diluyendo desde las grandes actuaciones en los primeros partidos con el Betis. Su aportación al equipo (2 goles y alguna que otra asistencia) no ha valido ni de lejos el millón y medio que se abonó por su cesión, y su falta de voluntad para sacar adelante algunas situaciones comprometidas han hecho de su fichaje un completo fracaso. Su paso por el Betis no iba a continuar de todas formas, pero él mismo se ha ganado el no ser querido por la afición.
DÍDAC: Con Dídac se fichaba a un lateral que llevaba dos años sin jugar en Milán, pero se tenía la esperanza de reconducirle y devolver al Dídac internacional que destacó en Espanyol. Él mismo se ha echado las losas sobre su tejado al demostrar un nivel horrible, fallando en controles o pases de “benjamín”, cometiendo errores defensivos de bulto… Su cesión terminará en junio, y su paso por el Betis también debería hacerlo.
STEINHÖFER: La primera de las marchas invernales sufrió mucho la “discriminación” por parte de Mel. Era el tercer lateral derecho y fue alineado en varias ocasiones en una desconocida para él posición de extremo o medio. Sus aptitudes eran como para convertirse en una pieza importante, pero él tampoco puso de su parte y su adaptación fue pésima, así que la rescisión bilateral fue la mejor decisión.
ANDERSEN: Media temporada bastó para ver que nos habían vendido humo con el meta danés. Prepotencia injustificada, falta de compromiso y nivel y otros muchos más factores propiciaron que fuese el sacrificado en enero para llegar Adán. En julio deberá buscársele acomodo, pues no ha demostrado merecer una renovación y hay porteros de categorías inferiores llamando a las puertas del primer equipo con mucho más nivel.
VERDÚ: El fichaje más ilusionante del verano malogrado y convertido en el mayor chasco de los últimos años. Todas las esperanzas puestas en él se fueron al garete cuando decidió dejar de ser un futbolista de conexión entre medios y atacantes con una clarividencia admirable para volverse un mero bulto que se paseaba por el campo. Dejando a un lado algún que otro destello que se fue apagando con el tiempo, Verdú ha sido la imagen personificada del Betis este año: la ilusión al principio de año que desembocó en desánimo y olvido. En verano marchará fruto del gran cartel que aún tiene, aunque en Segunda podría ser un jugador útil, pero es mejor deshacerse de todos los resquicios que han ido erosionando a este Betis hasta el punto de no retorno al que parece haber llegado.
BRAIAN: El gran desconocido junto con Lolo. Uno se ha tornado en Dios, y el otro en Lucifer, en el más odiado. El ariete charrúa se ha encargado de desperdiciar una por una las oportunidades que se le han brindado, mostrándose lo más pasivo que ha podido, apagado en el campo, sin ideas, sin defender pero a la vez no ayudar en ataque… Uno de los peores delanteros que ha pasado por el Betis en mucho tiempo, en verano debería ser despedido puesto que su nivel no es ni para jugar en Segunda.
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Noticia por Marc Martínez Barroso
Bético, no desde que nací, pero sí desde que lo conocí. Aquí, me encargo de explicaros lo más interesante que pasa en este gran club. Subiendo escalafones para llegar algún día a lo más alto del periodismo, y si puede ser junto a Manquepierda, mejor.