¡Aúpa Betis¡, de Emilio Vara
Tras quedar clasificado en segunda posición en la tabla final del grupo II de Segunda División en la temporada 1955-56, el Betis debía disputar una liguilla por el ascenso a Primera División junto al tercer clasificado de su grupo, el España Industrial barcelonés, los clasificados en segundo y tercer puesto del grupo I de la Segunda División, Oviedo y Zaragoza, y los clasificados en las posiciones 13 y 14 de la Primera División : Murcia y Alavés.
De estos seis conjuntos los dos primeros tendrían derecho a jugar en la temporada 1956-57 en Primera División, condición que ya habían alcanzado los primeros clasificados en los dos grupos de Segunda (Osasuna y Jaén) en lugar de los des descendidos desde la Primera División: Cultural Leonesa y Hércules.
El sorteo para la liguilla deparó que el primer encuentro del equipo bético se jugase el 6 de mayo de 1956 en Heliópolis contra el Real Oviedo. El día anterior a este partido desde las páginas de Sevilla el periodista Emilio Vara realzaba la trascendencia del encuentro y llamaba a la afición al apoyo entusiasta para los colores verdiblancos.
Bien, señores, ha llegado el momento. Ya está aquí el Oviedo y mañana jugará el Betis, en su terreno de Heliópolis, el primer partido de la promoción a Primera División.
Viene el Oviedo cauteloso. Con su táctica bien estudiada, Pasarín ha dicho que el partido es muy difícil para los dos equipos y que en la liguilla todos tienen sus posibilidades. No se ha atrevido a dar un pronóstico y se ha limitado en sus manifestaciones a “templar los ánimos”. Su actitud ha sido la que cabía esperar de un veterano.
Pero, claro, aquí también hay veteranos y el Betis sabe positivamente que el Oviedo no es un corderito. El Betis sabe, desde el más modesto de sus seguidores hasta el presidente del club, pasando por los jugadores y el entrenador, que mañana tendrán un enemigo peligroso enfrente, ante el cual no puede confiarse lo más mínimo. Un enemigo que viene decidido a puntuar y cree que puntuará porque confía en sus fuerzas, en su juego, en su técnica de equipo “casi” de Primera División. Un Oviedo al que algunos críticos de la “cátedra” de Madrid dan como favorito en el encuentro de mañana, basando el pronóstico en la potencia goleadora del ataque ovetense.
Pero si el Oviedo, aunque su entrenador no ha considerado oportuno decirlo abiertamente, viene en la creencia de que va a ganar, el Betis, por su parte, que lo sepan bien todos, tiene equipo para salir también con el propósito de vencer y lo conseguirá si sus hombres le responden y la afición apoya y estimula a los jugadores en la medida que hará falta en los momentos tan decisivos que vamos a vivir durante la liguilla. El Oviedo, sobre el papel, es uno de los favoritos de la competición, de acuerdo. Pero el Betis también tiene sus posibilidades y se halla en condiciones de luchar para no perderlas. El Betis tiene que salir mañana a ganar, porque puede ganar. Tendrá que emplearse con todas sus fuerzas, tendrá que jugar con genio, será necesario que todos sus hombres se superen, pero el esfuerzo bien merece la pena hacerlo porque no sería en balde. Si el Betis responde mañana, como esperamos que responda en un partido en el que tanto se juega, los dos puntos si la suerte no se mete por medio, se quedaran en casa.
Es posible que al principio los nervios no permitan que las cosas salgan bien. Es probable que, de salida, se cometan algunos fallos. Pues bien, en esos momentos difíciles, la afición debe estar al lado de los jugadores incondicionalmente. La afición—lo sabemos todos—tiene mañana un papel muy importante que desempeñar. Con su actitud, deportiva para con el Oviedo y de decidido apoyo al Betis, puede hacer mucho por el triunfo del equipo local. Nada más salir el Betis al campo, debe recibirlo con una gran ovación. Una ovación calurosa, entusiasta, sincera, tanto para los jugadores como para el entrenador, que la merecen y la necesitan. Y después, durante el transcurso del partido, no deben faltar los aplausos para animar al equipo siempre que haga falta. Los jugadores van a dar el máximo en el terreno de juego, van a luchar con toda su alma; en la tribuna, los aficionados también tienen que darlo todo. No le puede faltar al Betis en la jornadas que se avecinan el calor y el aliento de todos los que queremos su triunfo por lo que ese triunfo significaría, principalmente, para el fútbol sevillano.
¡Aúpa, Betis¡