El caso Antúnez. Fútbol, poder militar y federativo en los años 40 (Parte 5ª)
Muy curiosa también la trayectoria posterior de algunos personajes relacionados con el caso Antúnez. Analicemos a dos de ellos, Javier Barroso y Carlos Hernández Nalda:
El presidente dimitido de la Federación Española de Fútbol, Javier Barroso, es nombrado socio de honor del Sevilla en Septiembre de 1946.
Ya antes, durante las celebraciones sevillistas por el título de Liga, había manifestado los muchos vínculos que le unían afectivamente al equipo blanco.
Las palabras de Barroso recogidas por la prensa en el mes de Abril son: “Como presidente de la Nacional tengo el alto honor de compartir la alegría de los sevillanos por el triunfo conseguido. Se lo merece Sevilla por su labor deportiva y diáfana. Seguí la labor del Sevilla desde niño, viendo el primer partido de fútbol en Madrid, en las rodillas de Paco Alba, al que me unía una gran amistad, heredada de familia a familia. Recuerdo a los antiguos sevillistas. Felicito al Sevilla y deseo que llegue a ser del Sevilla en propiedad la Copa. Ello se conseguirá con fé y entusiasmo. Yo vendré, y si no, estaré aquí de corazón, porque estoy muy agradecido a las bondades que me habéis dispensado estos días inolvidables. Y ahora por la Copa, por España y por Sevilla”.
Como podemos comprobar todo un alarde de moderación y saber estar en un presidente de la Federación Española de Fútbol que, se supone, debe de guardar las formas y no decantarse de una forma tan partidista por un determinado equipo. Menos mal que el Sevilla fue eliminado por el Valencia en semifinales, porque si no menudo papelón que hubiera representado este presidente/forofo en la final.
Veamos ahora lo que sucedió con otro protagonista de esta historia: el vicepresidente que gestionó de forma ilegal el traspaso, Carlos Hernández Nalda, quien recibirá en 1947 la medalla López García, una alta distinción otorgada por la Federación Regional Sur.
Curiosamente no he encontrado en la prensa sevillana de la época ninguna mención a este hecho. Sí aparece en la prensa deportiva de Madrid y en un libro dedicado a la historia del Fútbol andaluz de 1968.
La Medalla López García era la más alta distinción deportiva de la Federación Regional Sur y se instituyó en memoria de Juan López García, otro presidente de la Federación Regional Sur en los años 20 y también directivo del Sevilla, además de directivo de la Federación Española de Fútbol que funcionó durante la guerra civil en el bando rebelde. Fue uno de los personajes que reorganizaron el fútbol durante el periodo de la guerra. Un personaje muy importante en el desarrollo del fútbol en una época poco conocida. Su fallecimiento temprano en 1939 le privó, sin lugar a dudas, de puestos de alta responsabilidad en la reorganización del fútbol tras la victoria franquista.
La Medalla López García tiene como premiados en los años 40 a las siguientes personalidades:
– 1942-43 Ramón Sánchez Pizjuán, en ese momento vicepresidente de la Federación Española de Fútbol, anteriormente ex presidente de la Federación Regional Sur y del Sevilla Club de Fútbol, al que volverá a presidir en 1948
– 1943-44 Antonio Calderón Hernández, en ese momento presidente de la Federación Regional Sur, anteriormente secretario de la directiva sevillista
– 1944-45 Juan Sánchez Rueda, en ese momento delegado de la Federación Regional Sur en Málaga y ex presidente del Málaga
– 1945-46 Antonio Sánchez Ramos, en ese momento vicepresidente del Sevilla Club de Fútbol, y hombre clave en la historia sevillista de los años 30 y 40
– 1946-47 Carlos Hernández Nalda, en ese momento no era nada en el mundo del fútbol, anteriormente vicepresidente del Betis que presentó la dimisión en la Junta Directiva celebrada el 25 de Enero de 1946 por su actuación en el traspaso ilegal de Antúnez
– 1949-50 Antonio Leal Castaño, presidente de la Federación Regional Sur durante al asalto a la presidencia del Betis y ex directivo sevillista
Salvo el caso del malaguista Juan Sánchez Rueda los premiados siempre son personas vinculadas al Sevilla Club de Fútbol. La única otra excepción del periodo es Carlos Hernández Nalda. Mientras que en el caso de los vinculados con el Sevilla sí podemos constatar que eran personas importantes en el mundo futbolístico, y con una destacada hoja de servicios a favor del club blanco, en el caso de Hernández Nalda no hay absolutamente ningún mérito que premiar desde la defensa de los intereses del Real Betis Balompié, aunque sí desde el punto de vista de lo que en su momento gestionaron el traspaso ilegal de Francisco Antúnez
Muy reseñable también la ausencia de publicidad de su premio en la prensa local sevillana, mientras que en todos los otros años sí se recogen ampliamente en crónicas escritas y gráficas la concesión y entrega de los citados premios. Posiblemente este premio a Hernández Nalda fuera entregado en la intimidad, sin presencia de los medios informativos como era costumbre en todos los otros anteriores. No estaría muy tranquila la conciencia del premiado y de los que daban el premio…
¿Qué fue del principal protagonista de esta historia?
Francisco Antúnez militó en el equipo sevillista durante 7 temporadas, desde la 45-46 hasta la 51-52, jugando 117 partidos de Liga y 21 de Copa. Obtuvo el título de Liga en 1946 y el de Copa en 1948, además de ser internacional en 4 ocasiones, formando parte de la selección que alcanzó el cuarto puesto en el Mundial de Brasil.
Su salida del equipo sevillista fue por la puerta de atrás, pues no salió muy contento de su experiencia
Del Sevilla pasó al Málaga donde estuvo 2 temporadas: la 52-53 en Primera y la 53-54 en Segunda.
Sorpresivamente en el verano de 1954, cuando el Betis había vuelto a Segunda, se ofreció al Betis para enrolarse de nuevo en el equipo verdiblanco, pero, hábilmente, la directiva encabezada por Manuel Ruiz rechazó el ofrecimiento aduciendo que la composición del equipo ya estaba cerrada…
Finalmente fichó por el Xerez Deportivo en el que jugó la temporada 1954-55 y ahí ya se retiró. Posteriormente sería entrenador de varios equipos andaluces ( Ayamonte, Recreativo, Xerez, etc)
Es destacable que desde la fundación en 1915 de la Federación Regional Sur y hasta 1950 transcurren 36 temporadas: de ellas en 33 la presidencia fue ostentada por personas vinculadas afectivamente al Sevilla: Francisco Javier Alba 1 año, José Montes Sierra 1 año, Juan López García 9 años en 2 periodos, Manuel Blasco Garzón 1 año, Ramón Sánchez Pizjuán 1 año, Antonio Calderón Hernández 15 años y Antonio Leal Castaño 5 años.
Es este predominio el que sí produce una clara discriminación en la manera de tratar a unos y otros, como hemos visto de forma detallada en el caso Antúnez, e incluso en algún otro caso menos conocido en esos mismos años. Esta situación se remonta a los propios orígenes de la Federación Regional Sur y será la tónica habitual hasta los años 50, con frecuentes incidencias en los años 10 y 20 no sólo con el club bético, sino con otros equipos andaluces que en un momento dado intentan disputar la primacía al equipo sevillista.
Enhorabuena por esta fantástica investigación y, en general, por el trabajo que desarrolláis en esta genial página web.
La historia es la que es; cuando alguien investiga con rigor, puede encontrarse con hechos que desmontan o desmitifican dogmas de fe que teníamos los béticos como ciertos. Demuestras una gran valentía por narrarlos y, sobre todo, por no dejarte llevar por la pasión de los colores a la hora de hurgar en la historia y, por qué no decirlo, en ciertas heridas.
Mi admiración y mi aplauso.
Un abrazo.