Entrevista Mario Killer 1978
Mario Killer llegó al Betis en el verano de 1978 procedente del Sporting de Gijón y después de un infructuoso intento de fichaje por el FC Barcelona.
Disputó la pretemporada con el conjunto verdiblanco, pero cuando comenzó la temporada no puedo jugar con el Betis. El motivo de ello fue la reclamación que su club de orígen, el Sporting, puso ante la Federación Española para que no se le permitiera fichar por ningún otro club, pretendiendo ejercer el derecho de retención que por entonces estaba vigente en el fútbol español para los futbolistas españoles, pero que no se ejercía sobre los jugadores extranjeros.
Esta reclamación no fue solventada hasta mediados de octubre, rechazando la Federación el ejercicio del derecho de retención sobre los futbolistas extranjeros. Así Mario Killer ya estuvo en condiciones de debutar, después de obtener la doble nacionalidad, el 29 octubre de 1978 en el campo de Las Margaritas, contra el Getafe, en partido de la jornada 8 del Campeonato de Liga de Segunda División.
En el diario deportivo AS del 28 de octubre se publicó esta entrevista al jugador a cargo de su corresponsal en Sevilla Justo Andrés.
Como un auténtico ciclón, como en su juego, irrumpió este verano en el fútbol sevillano Mario Estanislao Killer Díez, Colorado Killer, con el pelo color panocha, de pequeña estatura, gigante de las siete millas por los espacios laterales de los campos de fútbol.
Fue una sorpresa su presencia en Sevilla. Ya se sabe. Había ocurrido lo que todo el mundo conocía con el Barcelona, había dejado las filas del Sporting de Gijón al cumplir su contrato como extranjero, y en el Betis encontró comprensión a sus problemas, y se redactó un contrato, unas condiciones que servirían al internacional argentino para continuar su profesión en España. Killer, sin prueba alguna, que no hacía falta, pues tan solo unos meses antes tuvo ocasión de jugar en Sevilla en los dos estadios nada menos que cuatro partidos, dos de Liga y dos de Copa, se alineó con el equipo bético en la pretemporada y armó el taco, se quedó con la afición y de pronto se vio en lo más alto del pedestal de los ídolos
– Sí, dice recordándolo, pero no me sirvió de nada. Había un problema que iba a producirme la mayor inquietud y quebranto de mi vida. El Sporting de Gijón elevó recurso, queriendo hacer valer un derecho de retención que no se había ejercitado antes con los futbolistas que jugaban en España en calidad de extranjeros
Ya ha pasado todo. Sancionó la Federación Española a través de su comité correspondiente, y el Sporting de Gijón no ha elevado recurso. Ahora ya está la vía libre, con la doble nacionalidad lograda y la ficha del jugador diligenciada en el organismo federativo. Ahora puede ser todo de color de rosa para Killer.
– ¿Nada te ha pagado el Betis en todo este tiempo?
– El sueldo nada más. Es lógico. Nadie sabía cuál sería el final de todo esto. Entonces, el Betis, que ya tenía conmigo estipuladas las condiciones del contrato, no podía pagarme nada. Demasiado hizo con respetarme un sueldo, del que modestamente he vivido estos meses…
– ¿Buena compensación económica?
– Bastante bien. Perdona que no hablemos de cifras, no me gusta
– ¿Y del Sporting de Gijón qué recuerdos tiene?
– Muy buenos. La afición estaba conmigo. Jugué tres años a satisfacción de todos, pero cuando llegó la hora de finalizar mi contrato expuse mis deseos de marcharme.
– ¿Cómo reaccionaros los directivos del Sporting?
– Al principio bien, normal. Bueno, me dijeron que porqué no continuaba. Había un poco de incongruencia, pues antes se me había dicho que la afición no estaba muy bien conmigo, lo que no era cierto. Después, cuando se dieron cuenta que yo me marchaba sin más, que nadie me retendría, comenzaron los resquemores, las incomodidades. Es más, una vez que lo del Barcelona fracasó, el presidente del club asturiano, al que le hablé de la oferta del Betis, me dijo que lo hiciera, que era un club serio, en el que no tendría problemas…
– ¿El Barcelona?
– Por favor, corramos un tupido velo sobre todo aquello. Prefiero no acordarme de ese triste incidente en mi vida.
– ¿La reacción del Sporting?
– También un poco incomprensible para mí. Yo no tuve problemas con nadie en el Sporting. Me marcgé porque quería mejorar económicamente y, además, porque el clima no era bueno para mi familia, pues era muy húmedo, y el de aquí abajo es más parecido al de mi tierra argentina.
– ¿Coincidiste con Mario Kempes en Rosario Central?
– Sí, por supuesto. Jugamos juntos. Mario Kempes había llegado a Rosario Central procedente de Córdoba. Pero jugamos juntos poco tiempo. Yo al año siguiente me vine a España y Kempes, otro año después, al Valencia.
– ¿Cuál es la característica de Killer?
– Pienso que mi rapidez y mi empuje. En Gijón me ponían siempre a marcar al rival más peligroso.
– ¿Te gustaría debutar con el Betis en Madrid, el domingo contra el Getafe?
– Mucho. Claro que más me hubiera gustado hacerlo en uno de los grandes estadios, como equipo de Primera. Pero eso será la próxima temporada. Ahora lo que me preocupa y me importa es jugar el domingo, y al otro, y colaborar a ese ascenso que no se le puede escapar al Betis.