El Marsella de Bielsa en caída libre

Podríamos hablar de muchas cosas esta jornada en el fútbol francés. Podríamos hablar del atractivo partido que protagonizaban Mónaco y PSG en el Stade Louis II, que el Saint-Étienne no consigue ganar tras la vuelta del parón liguero, lo fuerte que es el Lille en su campo, donde esta semana consiguió batir al actual líder, Olympique de Lyon o del paso atrás que dieron Metz y Lens en su objetivo por conseguir la permanencia tras sus respectivas derrotas. Pero si hay algo que llama poderosamente la atención en Francia es la caída libre que está sufriendo el Olympique de Marsella.

Y es que a principios de temporada el equipo de Bielsa era una montaña rusa, impredecible y muy goleador arriba, aunque con lagunas tan importantes como claras atrás. Aun con estas carencias se mantuvo fortísimo de inicio, situándose como líder durante buena parte de la temporada y basando su juego en el acierto rematador de los Gignac, Ayew, Payet o Thauvin e incluso sumando a la fiesta a sus medios más trabajadores, los jóvenes Lemina e Imbula. Sin embargo, el equipo acabó cayendo en el juego mecánico y predecible que realiza actualmente, sin duda influenciado por un bajón físico más que obvio. Los defectos atrás han continuado existiendo en lugar de ser corregidos, mientras que arriba se ha perdido gol. A los jugadores parece faltarles fuelle en algunas fases de los partidos y el único que viene aportando la imaginación suficiente para hacer cosas diferentes sobre el tapete está siendo Payet y ni siquiera la incorporación de Ocampos parece aportarles lo que necesitan.

Fruto de ello, el Olympique de Marsella ha tropezado ya en los cuatro últimos partidos de Ligue 1 y lo que es peor, las sensaciones son preocupantes. Y es que no solo no gana, sino que se deja empatar o perder de la forma más cruel. Si ya en jornadas anteriores os contamos como cruelmente y tras remontar se dejaban empatar en el último minuto de partido, esta vez han ido más allá y se han dejado remontar un 2-0 en veinte minutos. Preocupante no encontrar una solución a la situación, más allá de anécdotas como el penalti fallado por Batshuayi en la primera mitad. Bielsa mueve las piezas pero no da con la tecla y necesita una respuesta ya, antes de que Lyon y PSG se escapen en la lucha por la liga.

No obstante, no todo el mérito, o en este caso demérito, fue de los hombres de Bielsa. En frente tenían a un Caen, que más allá de presupuestos y objetivos en liga, está haciendo una más que buena temporada. No en vano llevan ya siete partidos sin perder, entre los que destacan las victorias a Saint-Étienne y esta misma o el empate en el Parc des Princes ante el PSG además de golear a equipos como Reims, Rennes o Lens.

Un equipo que desde su portería con Vercoutre tiene un atractivo juego de ataque cuya pieza principal, para un servidor, es Féret su ya veterano capitán. Un jugador que está a gran nivel, que hace jugar al equipo y que domina a la perfección la llegada de segunda línea y la habilidad de dar el último pase. Sus receptores en cualquier caso, deben tener la capacidad de definir ante la portería contraria, y ahí es donde encuentra la velocidad de Nangis, el golpeo de Bazile o la capacidad para el remate de Sloan Privat.

Además por si esto fuera poco, sus refuerzos en invierno son algunos de los mejores aciertos en Francia en base a rendimiento. Recuperaron a Emiliano Sala tras su poco protagonismo en el Bordeaux y ya ha anotado cuatro goles en solo tres partidos como titular, igual que Benezet, que llegó en invierno procedente del Evian y ya ha marcado su primer gol, el de la victoria ante el Marsella. Un equipo que aun dará que hablar en Francia gracias a su fútbol ofensivo y su velocidad con espacios.

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