Berlín en nueve minutos.
Si bien Guardiola cumplió, al menos en parte, con lo que dijo en la previa acerca de que no buscaba un partido loco, fue irónica y comprensiblemente la hinchada bávara la que puso en liza ese ambiente de gran noche europea, de gesta heroica, de remontada ante el equipo que, posiblemente, mejor maneja los registros…