Pep, el exigente
Son partidos amistosos, pero Guardiola exprime al máximo a sus nuevos pupilos. Tras un año en Nueva York -aunque recopilando informes, como él mismo confesó, de la cantera del Bayern- no puede permitirse el lujo de perder tiempo.
No lo está haciendo.
Ha jugado tan sólo dos partidos amistosos: ante una peña oficial del club, en el llamado Partido de Ensueño; y frente a un equipo de la séptima división alemana. Ha encajado dos goles: uno ante el FanClub (1-15) y otro ante el TSV Regen (1-9). Pero esa no es la cuestión.
La cuestión es la exigencia de Pep. Pep no quería que nadie se durmiera. Pep quería sacar lo mejor de unos jugadores que lo han ganado todo esta temporada y que se estaban enfrentando a un equipo amateur. En los córners, de hecho, varios jugadores del Bayern se daban codazos contra padres de familia bastante pasados de kilos. Muy cómico todo.
Guardiola situó a Hojbjerg en el centro del campo, repartiendo el juego. Tiene 17 años, es danés y sí, es muy bueno. A Pep le hablaron bien del chico y no se equivocaban. El técnico catalán quería lo mejor de él, a pesar de tratarse de dos partidos amistosos. Quería ver como se iba a desenvolver -aproximadamente- cuando jugara frente al Schalke 04 o el Borussia Dortmund.
Pero Pep también tiene depositadas confianzas en Emre Can, que ha estado cerca -varias veces- de salir del club. Quiere reconvertirlo a central, a pesar de ser centrocampista. El Bayern no anda demasiado sobrado en la zaga y Guardiola pretende tenerlo todo controlado.
Can tiene 19 años, es alemán e internacional sub21. Es otra de las obsesiones de Pep, que no dejaba que se relajara en ningún momento del partido. Jugó como central el primer tiempo ante el FanClub, y disputó los 90 minutos del choque contra el TSV Regen: la primera mitad lo hizo como central; la segunda como centrocampista, su posición natural.
Se esperan grandes cosas del Bayern de Pep, que ha renovado a Claudio Pizarro. Probó a Ribèry de mediapunta y a Lahm de interior derecho. El de Santperdor quiere polivalencia en sus hombres. Que jueguen excelentemente en varias posiciones del campo. Va por el buen camino.