Suiza afina el punto de mira, su bala será Shaqiri
Tenía muy claro su partido Suiza ante Honduras. Había que ganar, no servían las medias tintas y así lo hizo. Sin esperar el resultado que pudiese darse en el Ecuador-Francia para sellar su pase a octavos de final.
Hay que decir que la selección hondureña ha sido una de las escuadras más débiles del Mundial. No solo por haber salido goleada en los tres partidos, sino por los pocos recursos que parecía tener para hacer algo diferente. Su juego ha sido el de mantenerse arropados, buscar la solidez defensiva juntando las líneas y encontrar una contra, una jugada a balón parado, pero nada de eso le ha salido bien, algo obvio viendo su papel en la Copa del Mundo. Los otros tres equipos eran superiores y solo una goleada espectacular podría hacerlos clasificarse.
Suiza sabía que con su victoria había mucho ganado y a pesar de la dolorosa derrota ante Francia, respondió a aquellos que la señalaban como una posible revelación en este Mundial. Las claves de la victoria las dio Xherdan Shaqiri, cuya velocidad y capacidad para desequilibrar fueron decisivas, así como sus llegadas desde la segunda línea. Una genialidad suya fue la que abrió el marcador, con un zurdazo que acabó arrancando de cuajo las telarañas de la escuadra derecha de Valladares.
A partir de ahí, con el partido abierto, Honduras buscando atacar y Suiza al contragolpe, la velocidad del extremo del Bayern fue aún más decisiva. En dos llegadas desde atrás en sendos contragolpes, redondeó su hat-trick y otorgó el pase a Suiza, aprovechando además el empate en el otro partido de su grupo. Con esto, Suiza se encontrará ante Argentina en cuartos, una papeleta difícil en la que realmente se podrá ver el nivel de esta selección.