Asignaturas pendientes: músculo, altura y experiencia
Pepe Mel comentaba nada más terminar la temporada que quería una plantilla corta de 22-23 jugadores y que contaría con canteranos para el segundo año en la máxima categoría. A día de hoy, su deseo no es para nada descabellado, pero la planificación verdiblanca deja dudas en cuanto a algunas necesidades evidentes del equipo.
Es cierto que estamos a principios de junio y queda mucho verano por delante para conformar un plantel competitivo a pesar de que el mercado apenas se ha movido y tiene visos de que se va a mover más bien poco, pero algunas de las principales carencias verdiblancas de esta campaña siguen sin corregirse a pesar de tener ya un fichaje confirmado y dos en la recámara.
Ni el ya bético Salvador Agra ni los futuribles Rubén Pérez y Franco Jara cumplen tres premisas que un servidor considera prioritarias para el Betis del presente y del futuro: músculo, altura y experiencia. Ninguno se caracteriza por su poderío físico, ninguno alcanza el 1,80 (Jara es el que más se acerca) y, por supuesto, ninguno puede definirse como un jugador experimentado. El portugués cuenta con 20 años, el astigitano tiene 23 y sólo cuenta con 52 partidos en Primera y el argentino cumplirá los 24 el próximo 15 de julio.
En definitiva, si las dos nuevas incorporaciones se confirman, el Betis habrá fichado a jugadores dinámicos y con proyección, aunque no a titulares fijos que aporten en la difícil tarea de afianzar el proyecto en la máxima categoría con una situación económica controlada pero restringida. Hasta agosto hay tiempo, pero bien haría el equipo capitaneado por Stosic y el propio Pepe Mel en encontrar jugadores que aportaran empaque y consistencia a un equipo cogido con alfileres desde el año pasado, algo que se conseguiría, como primer paso, con la más que probable continuidad del brasileño Paulao.
Por su parte, Iriney parece que no seguirá, Santa Cruz es aún una incógnita y los nombres «clase A» de Diamé o Sánchez para reforzar el centro del campo se han convertido en una auténtica misión imposible.
Habrá que esperar y tener paciencia, pero lo que está claro es que si no llegan jugadores con las características antes mencionadas, el Betis empobrecería su plantilla respecto a las dos últimas campañas y miraría al futuro con menos optimismo y seguridad.