Toralín: sala de streptease
El estadio de la S. D. Ponferradina es una gran sala de streptease. Por lo menos, en la mañana lluviosa del 6 de septiembre, lo ha sido. El Real Betis se ha desnudado sin complejos y sin vergüenza alguna
El equipo de Velázquez se ha ido desnudando poco a poco, para que el personal no perdiera ni un solo detalle de la anatomía de los verdiblancos. No les ha importado a los jugadores mostrar su desnudez al completo. Infante, Yuri, Acorán y compañía han disfrutado de lo lindo ante tal espectáculo. No creo que se encuentren jamás a otra defensa que les de tantas facilidades. Los fallos han sido groseros, infantiles y dejan muy a las claras que el problema en la retaguardia verdiblanca tiene difícil solución con estos zagueros. Bruno ha tenido un debut horrendo; Casado no se enteró nunca de qué iba la película; a Piccini le ha hecho un traje Pablo Infante; y Perquis ha estado descolocado todo el encuentro. Se unieron a la fiesta Lolo Reyes y sus resbalones, las dudas de Adán (más autocrítica y menos buscar culpables externos) y la desidia del resto del equipo. El mejor de todos fue Figueras, pero tuvo que ser sustituido al descanso al estar amonestado y no querer arriesgar Velázquez. Así que pronto hemos empezado con los desastres y con las actuaciones bochornosas del Betis. Hay quien ya lo veía venir. Yo no. Pienso que en los dos primeros partidos la defensa estuvo correcta porque concedió pocas ocasiones (dos o tres por partido), pero lo de Ponferrada ha sido calamitoso.
De todas formas, no creo que haya que dramatizar en exceso. Cierto es que este partido supone un serio aviso y que se tendrán que tomar medidas para que no se repita. Pero calma, que estamos en la tercera jornada.