El incombustible Ryan Giggs, la clave del United post-Ferguson

Hay que ponerse de pie, antes de escribir sobre un mito viviente como Ryan Giggs jugador que seguirá esta temporada alargando su leyenda en el Manchester United.

Lo cierto es que los diablos rojos pasan por un momento difícil, de dudas e incertidumbre. Un momento marcado por la marcha del longevo director técnico escocés Sir Alex Ferguson, que tras 27 años en el cargo deja un enorme vacío en la estructura y organización del club. Ahora es el turno de David Moyes, entrenador que ha mostrado sus cualidades y su buen hacer en el Everton con un buen rendimiento en la Premier League y que ahora buscará ratificarlo en su más fuerte apuesta, luchando por conseguir títulos desde los banquillos de Old Trafford.

Una temporada de adaptación y transición, de jugadores que deben llegar, de jugadores que deben salir, futbolistas que parecen terminar con una etapa, como Wayne Rooney y otros que parecen querer empezarla como Thiago Alcántara. David Moyes tendrá un duro trabajo por delante pero no estará solo. En su cuerpo técnico ya cuenta con un exjugador de los diablos rojos como Phil Neville y ahora contará con un refuerzo de lujo, el del mítico jugador galés, de nuevo pongámonos en pie, Ryan Giggs.

El futbolista galés, tras debutar precisamente ante el Everton en 1991, alcanzará su 23º temporada vistiendo la camiseta del club y alcanzará los 40 años cumpliendo con un papel fundamental en el equipo de su vida. Y es que además de aportar desde el césped con su veteranía, su calidad y su experiencia, lo hará como técnico siendo miembro del staff de Moyes.

Giggs, que este verano recibirá la licencia de técnico de la UEFA, está entusiasmado con su nueva labor y asegura que será un paso importante para su futura carrera en los banquillos, algo que tiene realmente claro. Además de poder adquirir esa experiencia, el galés  ayudará a su nuevo técnico en este año difícil haciendo de nexo con la plantilla como técnico-jugador. Ryan Giggs, una leyenda que pretende prolongarse en el tiempo y hará menos duro el momento en el que no volvamos a ver su exquisita zurda sobre el campo.